jueves. 28.03.2024

2023, el cambio que Lanzarote y La Graciosa necesitan

Cada vez que terminamos un año toca en cierto modo resetearse y plantearse nuevos retos según lo que hayamos vivido los últimos 365 días.  Si el final de año coincide además, como es el caso, con año preelectoral, también toca hacer balance y echar el cierre a un ciclo político de los más intensos que hemos vivido en nuestra historia reciente y que nos ha permitido tomar conciencia de nuestra fragilidad y de la gran diferencia que hay entre lo importante y lo urgente, recomponiendo, o confirmando, nuestras prioridades.

Y con toda la experiencia de lo vivido afrontamos el nuevo año y el nuevo ciclo político que se abrirá tras las elecciones de mayo de 2023 y que estoy convencido estará marcado en azul,  como es ahora mismo el deseo mayoritario de los españoles.

En el Partido Popular llevamos cuatro años trabajando para ello; trabajando con y para la gente, ya sea desde el gobierno como desde la oposición, como hemos hecho en el mismo Cabildo insular;  donde, sinceramente, estamos contentos con nuestra labor, porque si algo hemos demostrado es que tenemos un proyecto claro  para el progreso de Lanzarote y La Graciosa.

Durante los casi dos años y medio que hemos estado en el Gobierno del Cabildo, la ciudadanía ha podido comprobar con hechos la seriedad de nuestra gestión, la implicación de todos y cada uno de los consejeros en áreas tan importantes como Turismo, Empleo, Transportes, Obras Públicas o Seguridad y Emergencias, entre otras. Fue la actividad del Partido Popular en estas consejerías la que protagonizó y lideró la gestión del Cabildo durante la primera etapa de este mandato y, quizás también, porque no decirlo, lo que provocó el recelo de nuestro socio de gobierno y posterior cese.

Y sí, no vamos a negar que la velocidad impuesta por el PP al motor del Cabildo era muy superior a la que llevaban las consejerías socialistas y que eso no gustó.

El tiempo ha demostrado que prefieren socios obedientes, subordinados y, hasta cierto punto, aborregados. Socios que sean capaces de tirar sus propios principios por la borda con tal de mantenerse en el gobierno, socios dispuestos a comulgar con ruedas de molino en nombre del llamado gobierno de izquierda progresista, como si eso ofreciera carta blanca para cometer o justificar cualquier exceso o tropelía, como establecer sueldos de 87.000 euros a los directores insulares cuando no dejan de ser “cargos de confianza y libre designación” o la incoherencia de destinar 85.000 euros a un espectáculo de apenas diez minutos cuando se ha estado criticado gastos de otras corporaciones que sí estaban justificados. Sí. Definitivamente, les hacía falta un socio sumiso y cómodo, y lo encontraron en Podemos.

El resultado lo estamos viendo: un Cabildo sin presupuesto, totalmente paralizado, y un gobierno que vive de los discursos vacíos y la propaganda para esconder su cero gestión. Y, ¡no!. Esa no es la forma en la que el Partido Popular entiende la gestión pública, esa no es nuestra forma de gobernar porque en nosotros no está el quedarnos de brazos cruzados viéndolas pasar. Por eso ni entendimos ni entendemos la falta de voluntad política para sacar adelante la principal demanda que tiene la isla, la planificación y la ordenación de nuestro territorio. Y mientras algunos, los que tienen la responsabilidad, sigan postergando el nuevo PIOL, los proyectos realmente significativos serán meros castillos en el aire, un simple entretenimiento, porque sin plan no hay futuro para Lanzarote y La Graciosa.

En el Partido Popular tenemos un proyecto de isla y un plan para gobernar a partir de 2023 si así lo quieren los ciudadanos Nuestro compromiso con la ciudadanía no va a ser deshacer lo hecho y entretenernos en política con minúsculas. No vamos a dedicar tiempo a destruir cuando hay tanto por construir y tanto por hacer. El cambio es posible y necesario. ¡Bienvenido 2023!.

2023, el cambio que Lanzarote y La Graciosa necesitan
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