Vaya por delante, para que nadie se llame a engaños cuando lean esta reflexión, que el ciudadano tiene todo el derecho del mundo a votar a quien le plazca, faltaría más, y yo no soy quien para poner en cuestión esta máxima que rige la democracia en este mundo, mal llamado, civilizado.
No soy quien para cuestionar las razones por las que un ciudadano vota a este o a aquel partido, sus razones tendrá para hacerlo, todas legitimas desde luego.
Pero lo que ha pasado en Arrecife y por extensión en el resto de Lanzarote tiene muy poca explicación racional, más allá de las que algunos quieran poner encima de la mesa.
Intentaré ser objetivo aunque sé que más de uno me dirá todo lo contrario, pero lo que tengo claro es que, como siempre, me lo han puesto a huevo para zurrarles a todos, por igual.
Tengo la gran ventaja de que no vivo de la política y por eso no tengo que rendir pleitesía a ningún partido y mis opiniones, siempre muy personales, puedo basarlas solamente a tenor de lo visto, oído y leído en estos últimos años de actuaciones políticas.
El resultado de Arrecife es kafkiano, irracional, ilógico y cuantos adjetivos queramos ponerle a lo que ha salido de las urnas.
Por un lado, gana el PSOE. Si alguien puede entender cómo un partido que ha sido un autentico desastre en su gestión mientras duró su alianza con el PP, que no ha hecho campaña, que se ha dedicado a despotricar de sus ex, que no ha contribuido en absoluto al desarrollo de la ciudad, por mucho que desde el Cabildo nos hayan querido vender al moto de que todo lo que se ha hecho, en materia de inversiones, proviene de la gestión directa de Miss Bolardo, que me lo explique.
Cierto es que al candidato, Don Alfredo Mendoza, buena gente en lo personal, ni se le ha visto. No ha entrado en campaña no sé si porque tenía poco que decir o porque justificar lo injustificable era demasiado complicado. ¿Cómo voy a criticar lo que se ha hecho o dejado de hacer por parte del PP si yo he sido directamente responsable por acción o por omisión de esta desastrosa legislatura? Posiblemente ha sido la postura más inteligente, me callo por si acaso no vaya a ser que me saquen los colores y yo no estoy para que me laven la cara, habrá pensado el candidato.
Lo de CC era, para mí, algo previsto vista la lista.
Los chicos nacionalistas, no sé asesorados por quién, pusieron como número dos al político más quemado de los últimos tiempos a nivel de imagen pública.
Como no quiero ser oportunista o resultadista, quien ha podido seguir mis intervenciones, la mayoría equivocadas según mis “haters”, en un programa semanal de radio, podrán constatar que siempre he dicho que poner como dos de la lista a Pedro San Ginés era una mala idea.
Para CC, Pedro es, o era, un activo importante para la recolección del voto capitalino. Para mí no, es y era un lastre. Su mochila, independientemente de si su carga es legal o no, que en eso no entro, pesaba demasiado. Es, siempre a mi modesto entender, un político quemado.
Por otra parte, creo que la entrada en el gobierno capitalino una vez que Miss Madeleine despidió por la vía rápida a los vagos, indeseables, traicioneros y otras lindezas que les dedico en su finiquito a sus socios socialistas, fue un error de cálculo importante.
Como no podía ser de otra forma, los encontronazos casi diarios entre CC y PP, con zancadillas y desprecios mutuos, fue el modus operandi de ambas formaciones en el año y medio que les ha durado el matrimonio.
¿No hubiera sido más inteligente quedarse fuera, en la oposición, en el tiempo que quedaba para las elecciones y dedicarse a hacer más profundo todavía el agujero negro en el que los populares se estaban metiendo?
Yo también no soy completo como piensa alguno, no había caído que en la oposición no se cobra y más vale cobrar año y medio del erario público que tener que buscarme la vida fuera de la sopa boba.
Y llegamos al PP.
Lo de este partido es otra historia. Cumplen con esa teoría que dice que cuando me llevo mal con todos es porque los demás son muy malos.
Con el PSOE ya sabemos cómo acabaron. El “Pacto de las Perras” era un acuerdo de dos Mises cuya única aspiración en la vida era pasearse por la moqueta parlamentaria, comer en los mejores restaurantes de las islas capitalinas y, como no podía ser de otra manera, llenar la cuenta corriente de unos dineritos que, fuera de la vida pública, ni soñarían con tener.
Además de soliviantar a los funcionarios del Ayuntamiento echándoles la culpa hasta de la muerte de Manolete, cabrear a la mitad de la ciudadanía con sus actuaciones, desmantelar el partido quedándose con una cohorte de acólitos agradecidos carentes de cualificación profesional para el ejercicio de cualquier cargo público y otras lindezas, Miss Madeleine, teniendo la alcaldía, pierde las elecciones contra los vagos e indeseables que fueron sus socios.
Del resto de partidos qué les voy a contar.
Se ha sido profundamente ingrato con Lanzarote en Pie, no se ha valorado su trabajo en absoluto. Está claro que, para mí, el trabajo en política no se premia. A tenor de los resultados, a Leticia le habría ido mucho mejor entrar en la dinámica en la que se han mantenido el resto y pasarse los cuatro años cobrando y disfrutando de las bondades de ser concejal liberado, que el trabajo y la dedicación no se premia.
De nueva Canarias que les voy a contar. Ahora dice Armando que deja la política, a buenas horas mangas verdes. Pero esto tiene una explicación pecuniaria muy simple. No es Armando Santana el que deja la política, es la política la que le manda a currar a Armando. Cuando has estado cuatro años cobrando doble por no hacer nada, ahora que para cobrar, la política ya no es una chequera, tomas la decisión de irte. El fracaso de Nueva Canarias estaba medianamente cantado.
Lo de VOX era más o menos previsible, daba igual que el candidato fuera Eugenio o la cabra de la legión, salían casi con toda seguridad.
Y de podemos, ¿qué podemos decir? Adiós.
En resumiendo, si tuviera que hacer un análisis de lo que ha pasado en el resto de instituciones no tendría folios suficientes para expresar lo que pienso.
Solamente diré que es el fin de un periodo que ha sido nefasto para el PP y el PSOE. La época en la que ser Miss atraía a alguien está acabando y tanto Miss Bolardo como Miss Madeleine están en cuesta abajo y los ciudadanos solamente tenemos que inclinar más la pendiente de lo que está para que, tanto una como otra, dejen de amargar la vida a los ciudadanos. Lo único malo de esto, es que tanto la una como la otra van a seguir pisando moqueta sin dar un palo al agua, cosas del doblete ete ete.
Y ahora a por Sánchez, Míster Moncloa creo que tiene los días contados, no sé, me da la impresión que el día 23 de julio cambia la cama de sitio.
Si se me quita la vagancia literaria, que para lo les importan mis opiniones a la mayoría de los ciudadanos, un día de estos me pongo y les cuento cosas insulares.