Un estudio científico patrocinado por el Cabildo de Lanzarote y el Ministerio de Medio Ambiente concluye que varias plantas forrajeras de la isla son idóneas para la alimentación del ganado por su alto “valor nutricional”
Su empleo podría ahorrar costes a los ganaderos, eliminar la dependencia de los piensos importados, contribuir a la recuperación del paisaje insular e incluso exportarse a otros países