viernes. 02.05.2025

El consumo de heroína pudo ser el factor que desencadenó el fallecimiento de Cathaysa Rodríguez Rodríguez, la joven arrecifeña cuyo cadáver fue descubierto el pasado 2 de abril en el interior del maletero de un coche abandonado en un solar cercano a Argana Baja. Así lo aseguraron fuentes cercanas a la investigación, que desvelaron que la Policía Nacional tiene pistas más que suficientes para pensar que la muerte de la joven se produjo de forma natural.

Instante en que fue trasladado el cuerpo de Cathaysa Rodríguez.

Han pasado casi tres meses desde que la madre de Cathaysa, Esther Rodríguez, hallara el cuerpo sin vida de su propia hija en el maletero de aquel SEAT Fura gris, pero todavía siguen en el aire muchos interrogantes en torno a su muerte. En principio, los forenses y el antropólogo desplazado hasta Arrecife han comunicado a la Policía Nacional que no se han hallado indicios de violencia en el cadáver tras la autopsia que, como se recordará, no pudo ser practicada hasta que transcurrió un mes desde la aparición del mismo. Ni señales por asfixia en la piel o en las glándulas, ni marcas que denotaran el uso de algún objeto homicida, tampoco ningún síntoma en la piel, nada extraño.

Las mismas fuentes desvelaron que la muerte de Cathaysa podría haberse producido una noche de noviembre de 2006, cuando ésta se encontraba en el interior del turismo de un cliente, pues incluso fuentes policiales han certificado que la víctima venía ejerciendo la prostitución desde hacía varios meses en la zona de Las Rapaduras, en Arrecife. Al parecer, la joven consumió una cantidad aparentemente excesiva de heroína en dicho vehículo, lo que le provocó una parada cardiorrespiratoria que no superó. La persona que acompañaba a Cathaysa no pudo evitar su fallecimiento pero en cualquier caso tampoco alertó a los servicios de emergencias. En la hipótesis que se estudia desde la Policía Judicial, se cree que una vez que ya no tuvo dudas de que ésta había fallecido, en lugar de dar parte a la Policía, el hombre se deshizo de sus ropas y, acto seguido, introdujo el cuerpo sin vida en el maletero de un coche abandonado cercano al solar donde se encontraban.

El cadáver de la joven lanzaroteña apareció en el maletero de un coche en este solar de Arrecife.

Las condiciones en las que se encontraba el cuerpo, en avanzado estado de descomposición, no permitieron la identificación de la fallecida por lo que fue necesario realizar las pruebas de ADN, requiriéndose entonces una muestra de saliva y de tejido epitelial de sus progenitores.

El hallazgo del cadáver

Los vecinos de la zona han asegurado a este medio que el SEAT Fura de color gris en el que apareció finalmente el cadáver el pasado 2 de abril se encontraba meses antes en un descampado de la calle Islote del Fermín, en el barrio de San Francisco Javier, en la parte trasera de un bazar. Desde entonces, según aseveran varios residentes de la zona, ya había un olor insoportable en el área causado por la progresiva descomposición del cuerpo.

Tal y como desvela uno de estos residentes, “un cliente que frecuenta el bar de San Francisco Javier llamó un día a la grúa para que quitara el coche de allí. Incluso entre los clientes de ese bar se comentaba que debía haber un animal o algo putrefacto dentro del coche”. Posteriormente, según esta versión, el coche fue trasladado hasta la zona del invernadero y, finalmente, apareció en las inmediaciones de Argana Baja.

En su búsqueda desesperada, la madre y otros familiares de Cathaysa frecuentaban los solares y miraban incluso en coches abandonados. Alguien les había informado de que su hija estaba dentro del maletero de un coche. Tal y como aseguran indigentes de Las Rapaduras, esa información pudo haber sido aportada a la familia por algún toxicómano que frecuentara la zona quien, además, fue quien posiblemente descubriera el cuerpo de Cathaysa y, tal y como sostuvieron los propios allegados de la fallecida en su día, le sustrajera a la víctima algunos efectos de oro que esta portaba, todo ello poco antes de que su hallazgo se hiciera público.

Antecedentes

Por otro lado, a la Policía le consta que Cathaysa iba acompañada asiduamente de Jonay P.R., un joven de unos 21 años, natural de Arrecife, y que cuenta con una decena de antecedentes. La última vez que ambos fueron detenidos fue a mediados de octubre de 2005, cuando la Policía Local de Arrecife les puso a disposición judicial acusados de desarmar y robar de madrugada las piezas de un ciclomotor que había sido estacionado entre las calles Palencia y Valladolid.

La Policía cree que Cathaysa Rodríguez falleció por muerte natural
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