Un guardia civil exento de servicio auxilió de forma vital a un jugador la mañana del pasado día 23 de abril de 2022 mientras se disputaba el encuentro de fútbol de la categoría juvenil entre el Club Deportivo Becerril y el Gáldar en el campo de fútbol de la Atalaya, en Santa María de Guía. El auxilio, según ha explicado este martes en nota de prensa la Comandancia de Las Palmas, se llevó a cabo ante la presencia en unos 200 aficionados, entre los que se encontraba el agente Borja González, destinado en el Puesto de Agaete, el cual realizaba en ese momento funciones de delegado de equipo del conjunto visitante.
Cuando el encuentro deportivo estaba llegando a su final, se llevó a cabo una jugada fortuita entre jugadores de ambos equipos, cayendo al suelo el jugador del Becerril llamado Enrique, de 17 años. En ese mismo instante el árbitro se percató de la gravedad de los hechos, por lo que solicitó el auxilio inmediato del jugador, comprobando el guardia civil como el menor se encontraba inconsciente, con una rigidez corporal y con claros síntomas de asfixia, momento en el que no dudó en iniciar las técnicas oportunas para este tipo de situaciones.
Intentando mantener la calma ante la presencia de los numerosos aficionados, jugadores y familiares, el agente abrió la boca del joven, forzando la misma con ambas manos hasta conseguir su apertura para utilizar una cánula de guedel, que siempre lleva consigo en su botiquín personal y que es vital en estos casos, sin dudar en ningún momento en colocársela, garantizando así la permeabilidad de las vías aéreas.
Esta actuación fue vital para recuperar al jugador ya que comenzó a respirar, momento en el que el agente exento de servicio le mantuvo en posición lateral de seguridad para controlar la situación hasta la llegada de los servicios de emergencias, a los que informó oportunamente de lo ocurrido. Luego los sanitarios trasladaron al jugador hasta el hospital para su evaluación y posterior observación, siendo su recuperación muy favorable.
Se da la circunstancia que el único dispositivo o tubo orofaringeo existente en todo el campo era el que portaba de forma personal Borja González y a pesar de la complejidad de su utilización, este no dudó en utilizarlo en base a los conocimientos que tiene al respecto, consiguiendo con ello poder salvar la vida al joven Enrique, que posteriormente, como muestran las imágenes, se reunió con él en el terreno de juego.