Un funcionario de la cárcel de Tahíche fue trasladado el pasado lunes al Hospital Doctor José Molina Orosa de Arrecife tras ser mordido por uno de los internos. Los hechos, curiosamente, se produjeron cuando el trabajador de la prisión participaba en la toma de huellas después de un traslado al Hospital del agresor.
Según la información aportada a este diario por el Sindicato de Prisiones, el pasado 22 de abril un interno cuyo régimen de vida en el centro es de los más restrictivos fue trasladado al Hospital al afirmar que había ingerido varias cuchilllas y pequeños objetos punzantes. Tras esto, el preso fue derivado al Hospital para que le realizaran las pruebas oportunas. A causa de la demora para que se efectuaran las revisiones médicas el propio interno solicitó el alta voluntaria, regrensando al centro penitenciario. Una vez en la cárcel, el preso atacó a los funcionarios del servicio nocturno durante la toma de las huellas dactilares, lanzando el lector de huellas y otros elementos a su alcance.
En ese momento, los agentes procedieron a reducir al interno, que durante la maniobra mordió el brazo de uno de los funcionarios durante 30 segundos, hasta que finalmente lograron reducir al preso. Tras varios minutos de forcejeo, el interno fue esposado mientras profería una serie de amenazas de muerte a los funcionarios además de mencionar cuestiones personales de los trabajadores de la prisión como el conocimiento de cómo son sus vehículos o sus familiares. El preso incluso llegó a amenazar con asesinar, según explica el sindicato de los trabajadores, al hijo de uno de los trabajadores que actuó en la maniobra.
El funcionario afectado fue tratado en principio por los sanitarios de la cárcel pero posteriormente fue derivado al Hospital Doctor José Molina Orosa para su tratamiento.
El Sindicato de Prisiones achaca el incidente a las "indolentes políticas de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias". Además, remarcan que "dados los numerosos incidentes regimentales protagonizados por el interno, tanto con gran parte de la población reclusa como de funcionarios, se ha solicitado en repetidas ocasiones su traslado a otro centro penitenciario". "Lejos de atender las demandas realizadas desde la dirección del penal, la SGIIPP y, por ende, el señor Ortiz, máximo dirigente de la misma, haciendo caso omiso a estas solicitudes, han creado una situación totalmente insostenible en la que, como a continuación se expresa, son los trabajadores públicos los que pagan de la peor manera posible la inacción a la que nos tienen sometidos nuestros dirigentes".