martes. 23.04.2024

Aunque Lanzarote es por tradición desde la década de los noventa una tierra de recepción de pateras, lo que ha pasado este fin de semana ha superado cualquier previsión de lo asumible. En menos de 48 horas han llegado 15 embarcaciones a la Isla con más de 400 personas a bordo, la mayoría de ellas procedentes de Marruecos, país con el que es evidente que el Gobierno central que preside el socialista Pedro Sánchez por unas razones u otras se niega a establecer una negociación sobre este importante asunto. 

Importante desde luego para la gente que habita en esta parte del Archipiélago canario, no tanto, según parece, para los que aplican el ojos que no ven... 

Después de la auténtica avalancha que se ha producido, los ya de por sí mermados y cansados servicios de atención a los inmigrantes se han visto absolutamente desbordados. Ni mantas tenían para dar a las personas que llegaron en las últimas pateras del domingo. Y no es sencillo: guardias civiles, policías nacionales, policías locales, trabajadores de Salvamento Marítimo, voluntarios de ONGs como Cruz Roja o Emerlan, personal sanitario y trabajadores del Cabildo, amén de toda la gente que colabora y a la que es difícil nombrar en una crónica rápida, han realizado una labor increíble pero absolutamente insuficiente. Decir que están saturados y que no pueden más es quedarse corto. 

Nave

Como muestra este vídeo captado por un lector de este periódico, este domingo por la tarde se podía ver un fuerte dispositivo en la nave que han elegido para intentar mantener de forma digna a los centenares de personas que han venido a Lanzarote buscando una vida mejor, además de los que están entre ellos mezclados que forman parte de las mafias que trafican con seres humanos y que este fin de semana, sin duda, han hecho su particular agosto. 

La nave está a la salida de Arrecife en la carretera que va a San Bartolomé. Allí se ve a estas cientos de personas en unas condiciones que no son las más adecuadas pero que forman parte de la única respuesta que se puede dar en unas circunstancias como las actuales. Toda la sociedad de Lanzarote y de Fuerteventura está por supuesto al lado de los palmeros en unos momentos tan difíciles como los que ha provocado la erupción del volcán Cumbre Vieja pero no estaría de más, al menos así lo piensa mucha gente con la que ha hablado este diario, que las autoridades competentes también se preocuparan de Lanzarote y de este fenómeno que no cesa. 

Otro de los puntos calientes de la jornada ha estado en el hospital Doctor José Molina Orosa de Arrecife. Según explican a este diario varias fuentes, el servicio de urgencias también se ha visto superado por la situación, con un personal pendiente del ya de por sí agitado día a día de un fin de semana normal en la Isla y al que también se le ha solicitado ayuda para poder prestar atención a los inmigrantes que venían con diferentes problemas, sin olvidar la importancia que tiene en todo momento el control sobre la posible propagación del coronavirus. 

Los servicios de atención a los inmigrantes de Lanzarote, absolutamente desbordados...
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