El 20 de octubre finaliza la cuarta fase de la investigación arqueológica en el yacimiento de San Marcial de Rubicón, en el Monumento Natural de Los Ajaches, localizado en término municipal de Yaiza, que llevan a cabo el Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento de Yaiza y las dos universidades públicas canarias, pero ya hay nuevos hallazgos relevantes que ayudarán al grupo científico multidisciplinar a seguir descubriendo y divulgando los valores patrimoniales y culturales del primer asentamiento europeo de Canarias del siglo XV; se trata de los restos óseos de cinco personas, tres adultos y dos niños, y una piedra tallada donde se reconoce una cruz encontrada en la misma zona de enterramiento de los cuerpos.
El análisis de laboratorio inicial de los primeros restos óseos encontrados, según ha informado este martes el Consistorio sureño en nota de prensa, datan el cuerpo en un periodo entre 1408 y 1445, es decir, hace 615 años, “pero como la persona consumió durante su vida mucha dieta marina es probable que los estudios complementarios sitúen la fecha un poco más reciente”, explica la arqueóloga María del Cristo González, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que dirige la investigación desde la primera fase junto a Esther Chávez, arqueóloga de la Universidad de La Laguna.
González destaca que “los restos aparecieron en una zona donde realmente no esperábamos, porque los encontramos lejos de la catedral, estaban localizados enfrente de la cruz al otro lado del barranco”. Las concejalas de Yaiza Silvia Santana y Águeda Cedrés, de las áreas de Patrimonio y Medio Ambiente, respectivamente, recorrieron este martes el yacimiento junto a las dos directoras del proyecto en compañía del párroco de Yaiza, Jonathan Almeida. “El municipio de Yaiza está comprometido desde el minuto cero con este proyecto y tenemos el apoyo incondicional de nuestro alcalde, Óscar Noda, para mantener la investigación al lado de todas las entidades que lo apoyan y financian”, subraya la concejala Silvia Santana.
Experta en restauración
El equipo de investigación cuenta con Patricia Prieto Angulo, restauradora del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gran Canaria, encargada de restaurar las monedas encontradas en fases precedentes. Patricia Prieto ahora está al cuidado de las partes esenciales de los restos óseos para el análisis de adn y su posterior retiro y así dar continuidad al trabajo en el laboratorio. Los expertos señalan que cualquier movimiento podría desarticular el esqueleto y esto supondría la pérdida de información.
Cabe recordar que el grupo de investigación había encontrado hasta ahora en el Rubicón estructuras soterradas de trabajo, hábitat, estructuras defensivas y monedas de la época de este enclave que muestra los primeros contactos entre la cultura europea y nativa canaria.
Y sobre el hábitat también hay noticias novedosas: “relevante un muro que cierra el ‘barrio’ o hábitat colonial encontrado la campaña pasada, que descubrimos en nuestra búsqueda de nuevas áreas con edificaciones que expliquen la existencia de una ciudad de las características de San Marcial de Rubicón”. Los científicos buscan nuevas zonas de hábitat y restos arqueológicos en el camino por el que se accede a los pozos .
En cuanto a la piedra con una cruz tallada en bajo relieve, la arqueóloga María del Cristo González precisa que “ el año pasado, siguiendo el rastro de una anomalía que nos indicó el georadar, encontramos este año dos acumulaciones de piedras paralelas que en principio parecían la delimitación del enterramiento de una persona”. Efectivamente, la investigación encontró esas piedras junto a los pies de un esqueleto, “entonces decidimos taparlo y hemos vuelto a ese lugar para desenterrar los restos óseos al completo, que ha resultado ser de una mujer”. Al desmontar cuidadosamente la estructura de piedras, los investigadores encontraron la piedra hincada casi verticalmente donde se reconoce claramente una cruz.
La próxima fase de la investigación proseguirá en 2024 con sondeos subacuáticos que quedaron pendientes de la segunda fase. “Ahora tenemos los puntos necesarios para intervenir en la búsqueda de posibles restos sumergidos”, anota González. De la investigación también son partícipes y actores importantes la empresa Baraka Arqueólogos, con los arqueólogos Miguel Ángel Hervás y Luis Alejandro García, y un grupo de cinco trabajadores de la empresa Lumar.