viernes. 29.03.2024

Fotos: Jose Curbelo

a XIII edición de la Feria de Artesanía de Mancha Blanca comienza con fuerzas renovadas y con el objetivo de rendir un merecido homenaje a la encomiable labor de todas esas personas cuyas vidas estuvieron y están vinculadas al campo de Lanzarote.

La organización de este año asegura que “con su esfuerzo crearon y mantienen un importante recurso del que directa o indirectamente nos beneficiamos todos los que en esta isla habitamos”.

En este sentido, los mostradores dedicados a la agricultura de Lanzarote exponen en esta feria infinidad de productos típicos de la tierra a la vez que más de un centenar de artesanos procedentes de todas las Islas muestran al público sus laboriosas joyas hechas a mano.

En esta ocasión se tuvo a bien invitar a un país procedente de Europa, Alemania, ya que, como explicó la organizadora Beatriz Afonso a este medio “se decidió invitar a este país con el fin de promocionar la Feria en Europa”. El mostrador de Alemania, uno de los más concurridos, exhibe su cultura y tradición a través de la porcelana, el tallado de maderas nobles y la fundición del metal.

Los productos no se encuentran a la venta porque hay muy pocos puntos de venta en el mundo y esta feria sólo persigue mostrar al público los productos. Gabriele Schoppler, encargada del stand de porcelana afirmó que “es la primera vez que vengo y me gusta mucho, aunque ya había estado en otras Islas” “La comida, la estancia y la organización son formidables y los colaboradores muy agradables y alegres”, puntualizó.

Más de un centenar de artesanos

La Feria abrió sus puertas el pasado 13 de septiembre y podrá ser visitada por el público hasta el próximo día 17 de este mismo mes. Más de un centenar de artesanos muestran sus joyas hechas a mano a un público numeroso entre los que destacaban el segundo día de abrirse muchos turistas, infinidad de niños en excursión escolar y visitantes de la Isla.

Crónicas visitó en la mañana de este jueves los diversos mostradores que se encuentran en esta cita de Mancha Blanca y entrevistó a algunos de los responsables de estos.

El mostrador a cargo de María García Cabrera exhibe bordados, madera, cestería y juegos de cuna, todo de La Palma, de donde procede ella. “Vengo todos los años y los que más compran son los turistas, que se llevan bordados y cerámica”, explicó.

El encargado del stand dedicado a la Federación Española de Grupos Folclóricos, José Montelongo, determinó que “todas las comunidades autónomas están representadas y la gente está muy interesada, yo pensaba que iban a pasar más”. En este mostrador se exhibe la indumentaria tradicional de los diversos grupos folclóricos a través de una colección de reproducciones a escala de trajes regionales.

Todos los trajes son fieles copias de modelos originales que gozan del más alto grado de autenticidad. En relación a este asunto, Montelongo subrayó que “aquí viene mucha gente de Galicia que quieren saber si los trajes concuerdan y ven que sí”.

El pabellón dedicado a la agricultura muestra infinidad de productos de la tierra como millo, lentejas, chícharos, arbejas, zanahorias, batatas o cebollas. Las casas de más raigambre y solera de la Isla son expuestas en maquetas. En este pabellón también hay un espacio dedicado a la vendimia y nos podemos encontrar hasta con un carro que sirve para ser tirado por bueyes. Este último, realizado por el artesano Juan Lemes, cuenta con un cartel explicativo donde se puede leer “sin la tecnología prehistórica los humanos no hubiéramos sobrevivido”.

La vendimia se presenta a través de cajas de madera y otros artilugios.

María del Carmen Cabrera es la responsable del mostrador dedicado a las mujeres artesanas de Fuerteventura. Admite que lleva 16 años años sin faltar a su cita anual con la Feria de los Dolores y que también visita ferias regionales en representación del Cabildo majorero. “Yo hago calados aunque no soy sino una simple maestra que intenta recuperar todo lo que esté en mis manos para que no se pierda”, afirmó.

Su principal preocupación es que algún día se pierda esta tradición artesanal aunque se muestra optimista en este sentido ya que “aunque había muchas pérdidas se ha vuelto a recuperar”. La maestra artesana asegura que en la actualidad la gente se empieza a interesar por estas labores “cuando ya es muy mayor” y esto repercute en la calidad de la pieza ya que “los hilos, bordados y calados llevan mucho trabajo”.

El municipio de San Bartolomé logra emular el campo lanzaroteño a través de la realización a pequeña escala de enarenados naturales en un pequeño stand de la Feria. Un manto de picón esconde batatas y cebollas, los curiosos visitantes extranjeros lo contemplan asombrados. La encargada de este mostrador, Luisa Luzardo, afirmó encontrarse encantada con “lo animada que está la gente”.

Justo enfrente se muestra laborioso el encargado de la mesa de puros artesanales de La Palma, Francisco González. El maestro elabora puros que mezclan tabaco palmero con cubano y admite, algo resignado, que este oficio no cuenta con los mismos adeptos que antes. “Las nuevas generaciones no quieren entrar en este oficio, no están por la labor”, determinó. Los visitantes pueden acercarse al stand y probar uno de estos artesanales y reconocidos puros palmeros.

Teresa de La Paz explica a los turistas y visitantes el secreto para elaborar un perfecto mojo picón bajo el eslogan de “Mojos y Licores Carmita”. A su lado, el maestro Tomás Concepción vende una deliciosa miel de La Palma.

Quesos, dulces, mermeladas, panes, vinos, cestería y objetos decorativos son sólo una pequeña muestra de lo que los visitantes se pueden encontrar en una feria que, un año más, aprueba con nota alta.

La Feria de Artesanía de Mancha Blanca rinde homenaje al trabajador del campo
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