El “Caboandrés”, nombre que le puso Pedro de Armas a su imponente goleta en memoria de su padre, decidió este domingo cambiar las tranquilas y cálidas aguas del Caribe por las más frías y algo revueltas de la Isla de Lobos, en Fuerteventura.
El concejal que dio la vuelta al mundo por una historia que en otras circunstancias no habría llenado ni una columna de periódico sensacionalista, invitó, cumpliendo con la palabra que había dado en antena hace meses, a todo el equipo de Crónicas Radio-Cadena Cope a un hermoso paseo entre Puerto Calero y la Isla de Lobos.
A su lado, parte de su tripulación, el inseperable y experto Carmelo y el no tan experto Alejandro, y en la otra banda, el equipo habitual de la radio y unos cuantos añadidos de las tertulias, entre los que destacó la presencia masiva de la gente de los viernes, con Juan Machín y sus 97 años a la cabeza.
Según han contado a esta redacción, fue una jornada inolvidable, no exenta de ciertos peligros y de algún que otro contratiempo, concluída a la vuelta en Puerto Calero tras haber degustado en el único restaurante que hay en la paradisiaca isla unos cuantos platos de paella y de pescado fresco del día.
Seguramente en otros rincones de la Isla se estaría disfrutando de algún magno evento con buen vino y alta cocina, pero seguramente también, poco les importó eso a los privilegiados que pudieron hacer el sensacional viaje.
Ni el agua, ni el viento ni las inoportunas averías borraron la sonrisa de la cara de todos los participantes, de edades comprendidas entre los 97 de Machín y los 4 de Aitor, el más pequeño del grupo.
Un día irrepetible que hay que agradecer al polémico concejal no liberado de la no menos polémica Corporación de Arrecife.
