lunes. 09.06.2025

Ya dijo Alfonso Guerra que el que se movía no salía en la foto. José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español, no se ha movido, ha estado muy quieto y sonriente mientras los fotógrafos inmoratizaban este sábado el momento en el que han salido retratados los miembros del G-20, los 20 países más poderosos del mundo a los que se les ha unido finalmene en la cumbre de Washington España y Holanda. Independientemente del resultado, Zapatero ya ha tenido su foto, y el saludo también con sonrisa de oreja a oreja a su odiado George W. Bush, anfitrión del evento. Los mandatarios se han comprometido a llevar a cabo una reforma de los mercados financieros que descanse sobre los principios de una mayor transparencia y regulación, y que promueva una mayor integridad en el sistema.

En la declaración final adoptada tras la cumbre en Washington, los líderes del G-20 se comprometen a trabajar juntos para restaurar el crecimiento mundial y conseguir las reformas que necesita el sistema financiero, algo que debe estar realizado antes del 31 de marzo.

Entre esas medidas para reactivar el crecimiento y evitar la recesión se encuentra promover un plan de medidas fiscales a escala nacional.

Entre las medidas adoptadas para mejorar la supervisión financiera se encuentra la puesta en marcha de colegios de supervisores para controlar a los bancos más importantes del mundo.

Las medidas más destacadas de este plan de acción deberán ponerse en marcha antes del 31 de marzo de 2009, según se recoge en las conclusiones de la cumbre financiera celebrada en Washington.

Los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 se reunirán de nuevo antes del 30 de abril de ese año para verificar que los compromisos se han cumplido, ya con la presencia del nuevo presidente estadounidense, Barack Obama.

Los participantes en la cumbre de Washington se comprometen a reformar las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) el Banco Mundial (BM) y el Foro de Estabilidad Financiera para aumentar la representación y la participación de las economías emergentes.

También suscriben el principio defendido por Francia de que ningún mercado, producto ni actor financiero pueda escapar a la regulación o al menos a la supervisión. No obstante, los líderes insisten en que hay que evitar una regulación excesiva que ponga en riesgo el crecimiento y restrinja los flujos financieros.

Los jefes de Estado y de Gobierno reiteran que hay que rechazar el proteccionismo y que no se deben erigir nuevas barreras al comercio y a la inversión. En este sentido, piden que se alcance antes de finales de año un principio de acuerdo sobre la ronda de liberalización comercial de Doha, que se lanzó en 2001 y se encuentra bloqueada.

Zapatero consigue su foto
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