A pesar de que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y su entorno más próximo guardan un hermetismo absoluto en cuanto a la fórmula que permitiría a España participar en Washington, la opción más previsible es que su homólogo frances, Nicolas Sarkozy, ceda una de las dos sillas que tiene reservadas en la reunión -una como miembro del G-8 (la que habría ofrecido a España) y otra en su calidad de presidente de turno de la UE-, según fuentes gubernamentales.
El Gobierno no descarta que la incógnita sobre la asistencia de España a la cumbre de Washington que marcará el inicio de los debates para la reforma del sistema financiero mundial pueda despejarse hoy en la cumbre extraordinaria de los Ventisiete que se celebra en Bruselas, con el anuncio por parte del presidente francés o la Comisión Europea.
No obstante, fuentes gubernamentales remarcan que el asunto central que ocupará hoy a los Ventisiese, la búsqueda de una posición común de cara a Washington, es "lo suficientemente importante" como para que acapare todo el debate, por lo que no pudieron garantizar que la eventual presencia de España u otros países europeos se aclare hoy.
Las fuentes indicaron que de aquí a la cumbre de Washington, que arrancará el próximo 14 de noviembre con una cena y se prolongará durante el día siguiente, aún hay tiempo para que se pueda despejar la incógnita, si es que hoy en Bruselas la cuestión siguiera sin cerrarse.
El consejero especial de Sarkozy, Henri Guaino, confirmó el domingo que el presidente francés "ha propuesto que España, octava potencia económica mundial, pueda estar presente con el asiento de Francia". Además, indicó que el Gobierno francés también asociará "al Gobierno de Países Bajos, que preside actualmente el G-10".
Desde Moncloa se asegura que si Zapatero finalmente acude a la cita, hablará "en nombre de España" y con el cartel de España expuesto sobre la mesa.
En los últimos días, el Ejecutivo ha dado a entender que España estará presente en esa cita, aunque ha evitado pronunciarse sobre la fórmula que haría esto posible. Zapatero llegó incluso a afirmar en la reciente Cumbre Iberoamericana que esperaba que en los próximos días no hubiera "ninguna novedad para no tener que decir nada distinto", dejando entrever que al menos alguno de los organizadores de la Cumbre, Francia según todas las quinielas, le ha dado garantías de que finalmente será invitado.