A las 13.00 horas la participación en las elecciones autonómicas de hoy se elevaba al 25,49%, frente al 26,27% que en los comicios de 2003, un 0,78% menos, según los datos facilitados por el departamento de Gobernación sobre las dos de la tarde.
Montilla sale del colegio acompañado por tres de sus hijos.
AGENCIAS
Por circunscripciones, a las 13.00 horas el porcentaje de participación más elevado era el de Girona con un 27,32%, seguido de Barcelona con un 25,58%. Los datos facilitados por la Generalitat señalan que a esa hora la participación en Lleida era del 24,29% y, en último lugar, se situaba la circunscripción de Tarragona con un 23,87%.
Según anunció el conseller de Gobernación, Xavier Sabaté, en su primera comparecencia para informar de la participación en las elecciones, el índice de participación se sitúa a las 14 horas "siete décimas por debajo" del que se registró en las elecciones al Parlamento de Cataluña celebradas en 2003. Sabaté destacó que este porcentaje "es casi el mismo que la media histórica de todas las elecciones al Parlament" ya que en 2003 "la participación era del 25,5%" sobre las 14 horas. Los primeros datos de participación se conocerán a las siete de la tarde, una hora antes del cierre de los colegios electorales.
Las elecciones se están desarrollando con total normalidad y los únicos incidentes que se ha producido ha sido en seis colegios que a primera hora de la mañana tenían las cerraduras bloqueadas con silicona. En otros cinco colegios no se han podido constituir sendas mesas por ausencia de algunos de sus miembros.
La participación, clave
Estos comicios son los primeros que se celebran en un día festivo entre semana, que coincide con la celebración del día de Todos los Santos. Todas las anteriores se celebraron en domingo, a excepción de las de 1980 que fueron convocadas en un día laborable.
Más de 5,3 millones de catalanes están llamados a las urnas para elegir la composición del Parlament en esta octava legislatura y desde los colegios electorales, el mensaje político es unánime: llamamientos a la participación masiva de la ciudadanía.
Artur Mas deposita su voto.
Los colegios electorales han abierto sus puertas a las 9.00 horas y las cerrarán a las 20.00 horas, a partir de la cual se iniciará el recuento de votos. Éste será más ágil que en otras elecciones autonómicas, puesto que se utilizarán 1.633 PDA o terminales móviles para transmitir los datos de votación a un ordenador central, de forma que se elimina la tradicional comunicación por teléfono.
Sin pactos claros
La campaña electoral llegó a su fin con predicciones inciertas sobre cuál será el próximo gobierno de la Generalitat y dejando los resultados en manos del porcentaje de participación. Las encuestas coinciden en otorgar la ventaja de forma clara a CiU, pero no es tan evidente quién acabará sumando los apoyos parlamentarios suficientes para acceder a la presidencia: el convergente Artur Mas o el socialista José Montilla.
CiU ha echado toda la carne en el asador para lograr el máximo número de escaños posibles e intentar evitar la reedición del tripartito, aunque sea a costa de cargar contra ERC, uno de sus posibles socios de gobierno o apoyos externos. Otra de las posibles opciones de la federación nacionalista, el pacto con el PPC, ha sido descartado por completo, con compromiso ante notario de Artur Mas incluido.
Descartado también el pacto CiU-PSC, por ambos bandos, Montilla es consciente de que su única posibilidad de llegar a la presidencia pasa, según las encuestas, por un nuevo acuerdo de Gobierno entre los tres partidos de izquierdas. Ésa fue la fórmula que permitió gobernar a Pasquall Maragall tras las últimas elecciones, pese a que CiU obtuvo más escaños. La legislatura, no obstante, terminó de forma prematura tras las desavenencias entre el PSC y ERC a raíz de la aprobación del nuevo Estatut.
Intensa campaña
Tras un inicio polémico con la distribución del DVD 'Confidencial Cat' contra el tripartito y la firma de sus promesas ante notario, CiU ha preferido atemperar el tono en los últimos días de campaña, abandonando la agresividad para buscar el voto moderado. Artur Mas se reservó para el final uno de sus mayores golpes de efecto: la foto junto al presidente del F.C. Barcelona, Joan Laporta.
Por su parte, los socialistas han intensificado su campaña en los últimos días ayudados por las cuatro visitas del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El principal objetivo del PSC es despertar las bolsas de voto socialista del llamado 'cinturón rojo' y que son tradicionalmente abstencionistas en las elecciones autonómicas. El presidente saliente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha mantenido un discreto segundo plano durante toda la campaña.
En cuanto a ERC, Josep Lluís Carod-Rovira ha acabado su campaña compensando la pobre imagen de público de sus primeros mítines, pero aun así, no ha alcanzado las apoteosis republicanas del anterior ciclo electoral, que les dieron 23 diputados. Su papel tras el 1 de noviembre dependerá de si vuelve a tener la "llave" del Gobierno y puede posibilitar un pacto nacionalista o la reedición del tripartito.
El PP también finalizó su campaña electoral con un golpe de efecto, el regreso del presidente del partido, Mariano Rajoy, para apoyar a Josep Piqué en su último acto. Los populares pretenden movilizar al electorado que les apoya en las generales y consolidar, al menos, los 15 escaños que tiene actualmente en el Parlament. La entrada en escena del nuevo partido Ciutadans-Partit de la Ciudadanía, de Albert Rivera, podría complicarles este objetivo.
Finalmente, ICV-EUiA, liderada por Joan Saura, mantiene el optimismo, gracias a las encuestas que vaticinan a la formación un crecimiento que puede ser decisivo de cara a una posible reedición del tripartito. Los ecosocialistas se han destacado como los principales valedores del gobierno de izquierdas, que defienden por sus políticas sociales.