jueves. 25.04.2024

Los Reyes de España, acompañados de los Príncipes de Asturias, conversan con el presidente del Gobierno.

AGENCIAS

Grupos de asistentes al desfile militar organizado con motivo de la Fiesta Nacional profirieron gritos y lanzaron silbidos contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al final del mismo y en el momento en que acompañaba al Rey en la ceremonia en honor de los caídos por España.

El grueso de esas muestras contra el jefe del Ejecutivo no procedieron de la tribunas de invitados ubicadas en la plaza de Colón, donde se situó el estrado principal de autoridades, sino desde las tribunas de público ubicadas en otros puntos del recorrido del desfile.

En los dos último años, Zapatero escuchó silbidos y abucheos a su llegada a esa plaza, adonde esta vez accedió por un lugar distinto al de ocasiones anteriores.

Mariano Rajoy (dcha.), junto a su esposa y al portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero.

En vez de llegar a Colón por el paseo de la Castellana, como hicieron los miembros de la Familia Real, Zapatero lo hizo por la calle de Génova (donde se encuentra la sede del Partido Popular).

Este año, las protestas comenzaron cuando el encargado de explicar por megafonía las diversas fases del acto organizado con motivo de la Fiesta Nacional, anunció que don Juan Carlos, acompañado del jefe del Gobierno y de los presidentes del Congreso y el Senado, iba a realizar la ofrenda de homenaje a los que dieron su vida por España.

Fue entonces cuando proliferaron silbidos, algunos insultos y gritos pidiendo la dimisión de Zapatero, lanzando vivas a España y al Rey (muy aplaudido al llegar y al abandonar el lugar central de la celebración) y coreando frases como "España, unida, jamás será vencida".

Los gritos y abucheos contra Zapatero se reprodujeron al final del desfile, cuando el jefe del Gobierno despidió a los miembros de la Familia Real y antes de trasladarse a la recepción que ofrecen los Reyes en el Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional.

El presidente del Gobierno abandonó la plaza de Colón por el mismo lugar por el que accedió a ella.

La celebración de esta jornada ha estado precedida de la polémica entre el PSOE y el PP por la utilización de los símbolos nacionales.

El Partido Popular, con Mariano Rajoy a la cabeza, pidió que los españoles salieran a la calle este día para honrar a la bandera y demostrar su orgullo de ser españoles, mientras que el PSOE advirtió de que los populares pretendían "agitar" para que hubiera "lío" durante la jornada.

Gritos contra Zapatero al final del desfile y en la ceremonia por los caídos
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