Las lluvias que han caído en los últimos días en Cataluña pueden llegar a convertirse, paradójicamente, en una nueva entrega del conflicto por el agua que enfrenta a varias comunidades autónomas.
El hecho de que, precisamente, el temporal de Levante que ha atravesado el territorio haya alejado la fase de emergencia al elevar las reservas en los pantanos -hasta el 27,86%, según la última actualización de la Agència Catalana de l'Aigua- que suministran agua a Barcelona ha dado argumentos a los que se oponen al trasvase desde Tarragona.
Así lo ha demostrado la ofensiva que ha puesto en marcha el gobierno aragonés que, a través de su presidente, el socialista Marcelino Iglesias, ha advertido de que, si la emergencia desaparece, su Gobierno exigirá que se suspenda el 'minitrasvase' desde el Ebro como parte del cumplimiento del Real Decreto ley que regula el abastecimiento de agua a Barcelona.
La declaración de Iglesias no es gratuita, ya que, tal y como recoge en el apartado tercero de su artículo sexto, el Real Decreto para el abastecimiento de poblaciones afectadas por la sequía señala que "las obras de la conducción CAT-ATLL (Consorcio Aguas de Tarragona-Abastecimiento Ter-Llobregat) tendrán la consideración de obras de emergencia".
Iglesias, que desde un principio ha utilizado el Estatuto de Aragón para oponerse a cualquier tipo de trasvase, aseguró, no obstante, que la operación que debe realizarse en Barcelona, "no es un trasvase porque no toca la Cuenca del Ebro". Además, también ha rechazado, pese a verlos "lógicos", llamamientos de los presidentes de Murcia y la Comunidad Valenciana, los 'populares' Ramón Luis Valcárcel y Francisco Camps, respectivamente, de sumarse a manifestaciones contra la obra o a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional.
Sin embargo, ahora el presidente aragonés ha visto una oportunidad para evitar que se lleve a cabo el proyecto, haciendo hincapié en que la Ley "se tiene que cumplir en todos sus extremos". Así, si en un momento determinado, como consecuencia de las lluvias, la situación de alerta en Barcelona desapareciera, entonces el Decreto y la Ley, "que dice que se pone en marcha (el trasvase) sólo si hay una situación de emergencia", "tendría que entrar en vigor".