martes. 10.06.2025

La crisis inmobiliaria que está frenando el crecimiento español también se deja notar en las arcas de las Administraciones Públicas que, si bien siguen registrando números verdes, estos excedentes son cada vez más pequeños con respecto a los alcanzados en 2007. No obstante, el deterioro más rápido de lo esperado de la situación económica y el brusco ajuste del ladrillo, han llevado al Gobierno a admitir este martes que sus peores previsiones tienen visos de cumplirse, por lo que da por acabado el superávit a final del ejercicio.

Menos ingresos

Según ha reconocido el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, la progresiva reducción de los ingresos causada por la desaceleración y su efecto en los beneficios de las empresas y, por otra parte, el aumento también paulatino de los gastos que llevan implícitos tanto el aumento del paro como el alza de la factura energética provocarán que la caja común cierre el año sin superávit por primera vez desde 2004. Aunque, como también ha destacado Ocaña, tampoco lo hará en déficit, que se mantiene por debajo del 3% desde 1999 por imposición de Bruselas para entrar en el euro, si no en "equilibrio" fiscal. En cuanto a las cifras registradas hasta abril, según los datos de Contabilidad Nacional, el Estado ha obtenido un superávit de 8.907 millones de euros (un 0,8% del PIB) frente al excedente de 20.175 millones obtenido en el mismo periodo del año anterior, lo que representa un descenso del 55,9%.

Los 400 euros de ZP

Lo malo es que el pago de la ayuda de 400 euros, que tiene un coste total de 6.000 millones al año, y el aumento de la factura de los subsidios del paro -en otros 2.500 millones- equivalen casi por completo a este superávit, lo que augura el fin de estos 8.907 millones durante los próximos meses. La caída a la mitad del superávit hasta abril con este bajón del 55,9%, que en realidad da continuidad al dato del primer trimestre cuando los excedentes de las administraciones cayeron algo menos con un 51%, es consecuencia de la desaceleración de la economía española, principalmente en el sector inmobiliario, que incide en el conjunto por la caída de la recaudación del IVA que pagan las constructoras y el frenazo de las ventas de pisos. Además, el alto precio del crudo está produciendo aumentos en los costes empresariales y, por tanto, una merma en sus beneficios. Según ha admitido Ocaña, este descenso de los excedentes es consecuencia del aumento de lo que ha cobrado el Estado en este periodo y la caída de los ingresos, aunque todavía superan a los gastos. Concretamente, las Administraciones Públicas han pagado un 12,1% más con un desembolso total de 47.218 millones mientras los cobros se han reducido un 9,9%, hasta los 56.125 millones.

Baja recaudación por el IVA

Dentro de este apartado, que se explica por una bajada de la recaudación del 5,2%, destaca el desplome de un 10,2% en la recaudación del IVA -con 27.097 millones- por el descenso de la actividad de la construcción, lo que ha condicionado a la baja al resto de impuestos indirectos mientras los directos han caído otro 5,9%. En el bando contrario, Economía destaca el alza del 9,2% en el apartado del IRPF gracias a los ingresos obtenidos por retenciones del trabajo y delcapital. En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado ha alcanzado un superávit de 8.376 millones de euros, frente a los 16.505 millones del mismo periodo del año anterior.

El Gobierno da por acabado el superávit del Estado para 2008 por la crisis y el petróleo
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