Sebastiana (Chana) Perera, ex presidenta del Cabildo de Lanzarote y actual gestora de la Asociación cultural, social, patrimonial y agrícola Milana (premio Referente de la Biosfera 2017 por contribuir al desarrollo rural de la Isla con proyectos sociales integradores relacionados con el agro lanzaroteño y en concreto, el cultivo de la cochinilla), ha vuelto a hacer este viernes en Crónicas Radio-COPE Lanzarote un nuevo llamamiento a las autoridades públicas para salvar la cochinilla y el paisaje de la tunera en el norte de Lanzarote. La situación vuelve a ser dramática, a pesar de que precisamente a raíz de otro reportaje de este periódico los gobiernos y los partidos de la oposición de los ayuntamientos de Teguise y Haría y los responsables del Cabildo se comprometieron a hacer lo posible para generar un cambio radical en la zona. El cambio radical no se ha visto y lo que se denunció hace más de un año sigue siendo lo mismo, un panorama desolador de una de las zonas que junto con La Geria forman parte del paisaje de cultivo más visitado y mejor valorado por los turistas. La sensación es que finalmente la inacción de unos y de otros está llevando a la zona de tuneras a su fin, sin que parezca que realmente haya nadie capaz de entender todo lo que Lanzarote se está jugando en estos momentos si finalmente no aparece la inyección de capital prometida para que los pocos agricultores que todavía se resisten a abandonarlo todo puedan recomponer un lugar que da pena ver en estos momentos. De lo que fue a lo que es hay un enorme abismo.
“Estamos en una situación un poco caótica. Lanzarote solo tiene dos pulmones, el parque de tunera de Mala y Guatiza y La Geria, junto al palmeral de Haría, pero la zona entre Mala y Guatiza y el paisaje están perdidos y con todo lleno de los mal llamados bobos”, ha explicado Perera en declaraciones al programa 'A Buena Hora'.
La presidenta de la Asociación Milana ha alertado de que en estos momentos hay unos 40.000 kilos de cochinilla que, dado que no se comercializan ni tienen otra salida en el mercado, siguen almacenados en el norte de la Isla. Y mientras, ha advertido Perera, otras islas aprovechan el impulso que en su día protagonizó Lanzarote con el Centro de Transformación de este cultivo en el norte.
“Hay 40.000 kilos entre Mala y Guatiza, pero Guatiza tiene mucho más. Esto quiere decir que los agricultores cogieron 120.000 kilos pues por cada kilo de cochinilla seco, hay que coger 3 kilos verdes y también la cochinilla va perdiendo peso a menos que se conserve en sacos de yute pues, aunque esté muerta, por así decirlo, necesita respirar”, ha expuesto.
“Es tan potente esta cochinilla que acabará con todo. Ya ha pasado en Tenerife y ahora va a arrasar aquí en Lanzarote, pues ya ha llegado al Jardín de Cactus incluso. Solo se le puede lavar con un jabón especial pero no hay otra cosa. Solo espero que se tome conciencia y que esto se vaya solucionando”, ha apostillado.
Milana y la escuela rural que modificó los Presupuestos del Estado
Por otro lado, Perera ha reclamado vehementemente el apoyo de la sociedad lanzaroteña para poder mantener vivo, como hasta ahora, el único proyecto que se dedica al cuidado de los cultivos de las tuneras y a la cochinilla en la Isla. "Hemos desarrollado esta actividad con grandes dificultades porque ya teníamos que haber cerrado el centro y no tener trabajadores. Contamos con 4 trabajadores por un convenio con el Servicio Canario de Empleo (SCE), un convenio que supone que la Asociación Milana al final tenga que poner demasiado dinero, los materiales, parte de los sueldos, el teléfono, el seguro, ...", ha enumerado la presidenta de la Entidad.
Tal y como Juana Perera ha reconocido en intervenciones anteriores en Crónicas Radio, la Asociación que preside "tiene este año una deuda muy grande". "Ese dinero que desembolsamos nosotros lo hacíamos con las ventas cuando venía el turismo, pero ahora con esta crisis grande, no se ha podido", ha lamentado la impulsora de esta iniciativa al norte de la Isla. "Arrastramos esta crisis porque no hemos querido cerrar el Centro", ha advertido. Perera pide así que también los ciudadanos residentes en la Isla colaboren en la medida de lo posible, bien a través de visitas en dicho Centro, o bien mediante algún tipo de donaciones, para impedir que Milana tenga que cerrar sus puertas.
Cabe recordar que este proyecto impulsado para rescatar el cultivo de la cochinilla fue elaborado en un principio por una pequeña escuela rural de Mala, en Haría, al norte Lanzarote. La apuesta de Perera recibió un reconocimiento en el año 2006 como una de las mejores iniciativas educativas de las Islas por el Consejo Escolar de Canarias.
