Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) ha convocado este lunes a las diez de la mañana a los medios de comunicación en su sede insular, ubicada en la calle Blasco Ibáñez del arrecifeño barrio de Altavista, para tratar de explicar en qué situación se encuentra tras la para ellos sorprendente situación en la que se ha encontrado una de las líderes de la nueva organización en la Isla, la consejera del Cabildo Daisy Villalba. Y es sorprendente porque el actual presidente insular, Yoné Caraballo, fue contundente hace meses, cuando se supo que su compañera podría tener que dejar el puesto en la Primera Corporación tras haber aprobado unas oposiciones que hacían incompatible que siguiera con su labor política, a la hora de afirmar que no habría cambios en su grupo y que ella seguiría siendo el rostro visible de la organización. Lo sería trabajando en coordinación con el alcalde de Yaiza, Óscar Noda, que sigue siendo el portavoz de los canaristas, toda vez que a pesar de que se han enfriado las relaciones notablemente con su partido, Unidos por Yaiza (UPY), en ningún momento ha realizado movimiento alguno tendente a la ruptura total.
El problema en sí no es que Daisy Villalba tenga que abandonar el Cabildo de Lanzarote; el problema para ellos es que el siguiente en la lista, sorprendentemente también, no es otro que Armando Santana, el hombre que durante años sostuvo y mantuvo a la organización y que finalmente tuvo que abandonarla de mala manera y por la puerta de atrás, dejando en el aire un olor a despecho que hacía prever que su llegada al Cabildo no depararía nada bueno para la organización que dirige Román Rodríguez, que está teniendo sin duda uno de los peores años que seguramente recordará el ex presidente del Gobierno autonómico en su larga y dilatada trayectoria política.
Con una evidente ruptura con UPY como para pensar que podrían ser de nuevo aliados en 2027, con un Armando Santana despechado, cualquier representante de NC se daría cuenta el pasado viernes de que tenían un problema serio para poder generar políticas concretas de oposición en el Cabildo que preside el nacionalista Oswaldo Betancort. De ahí que el mismo viernes, cuando la noticia ya se hizo oficial, una vez que se concretó la salida de Villalba de la institución, el teléfono de Armando Santana no parara de sonar. Una de las llamadas, según confirmó a este diario, fue la de la organización en Gran Canaria, sede realmente del poder de los canaristas. Allí le citaron para un encuentro que en teoría se tendría que producir este lunes, encuentro que se supone que va en la línea de convencerle de que entregue el acta y permita que corra la lista o que vuelva a la disciplina de la organización. Ambas cosas a día de hoy parecen poco probables, a pesar de que el ex coordinador insular aseguró de forma contundente en al menos dos ocasiones en el programa "A buena hora" de Crónicas Radio que si se dieran las circunstancias que se están dando en este momento su decisión sería clara: no asumiría el acta y no volvería de nuevo a la primera línea de la política local. Donde dijo digo está claro que va a decir Diego, asunto que se ha comprometido a explicar una vez que tenga todo más o menos claro y una vez que se celebre la reunión de este lunes y la rueda de prensa de sus ex compañeros, con los que, especialmente con Yoné Caraballo, tiene una nefasta relación.
Por tanto, y de un modo un tanto al estilo Lanzarote, a NC se le ha complicado todo después del enorme esfuerzo que han realizado para tener una organización viva con presencia en todos los municipios. En todos menos en Tinajo, donde su también ruptura con el Movimiento Renovador de Tinajo (MRT) de Antonio Morales y compañía ha sido mucho peor incluso que la que se ha producido de manera más soterrada con UPY. De hecho, Yoné Caraballo ya anunció en su día que estaban tratando de crear comités locales en esos dos municipios. Curiosamente, para complicar más las cosas, si Armando Santana renunciar a coger el acta que le corresponde, el siguiente en la lista, Yeray Cuadrado Barrios, es un hombre del MRT. Más lío si cabe.
