El pasado martes el Partido de Independientes de Lanzarote logró aprobar todas las propuestas presentadas por esta formación con el apoyo total y sin fisuras de todos los consejeros del Cabildo de Lanzarote.
Se aprobó el adelanto -desde las cuentas del Cabildo de Lanzarote, siempre que exista disponibilidad económica- del 50% de las cantidades adeudadas por el Gobierno de Canarias al sector primario desde el 2009. Sin duda un gran avance que desde el PIL confiamos sirva para aliviar en parte el crítico estado de las explotaciones agrícolas y ganaderas conejeras; además de entender que esta actuación es perfectamente abordable a tenor de las cifras económicas facilitadas el pasado lunes por el Presidente del Cabildo.
Quedó también aprobada, recuedan los insularistas en nota de prensa, la propuesta del grupo PIL para establecer un calendario de reuniones monográficas sobre el PIOL, que desde el 2010 ha sufrido una parálisis incomprensible. El objetivo es claro: Avanzar en dicho Plan de tal forma que se incorporen todas las mejoras que -por consenso- se deseen aportar desde los distintos ámbitos, incluidas las diferentes administraciones locales y las formaciones políticas.
Otra de las grandes cuestiones aprobadas fue la referida a la tramitación urgente del Plan de Infraestructuras Energéticas para que con la mayor celeridad posible Lanzarote esté en disposición de poner en funcionamiento diversas plantas de energías renovables que faciliten a los lanzaroteños energía limpia, sostenible y -a medio y largo plazo- más barata.
Por último, el Partido de Independientes de Lanzarote obtuvo el apoyo mayoritario para para instar al Gobierno de Canarias a que diseñe y –sobre todo- ejecute un Plan de Choque contra las listas de espera de atención especializada y quirúrgicas, habiendo sufrido estas últimas un incremento del 129% en los últimos 4 años en Lanzarote.
Por todo ello, y pese al "antidemocrático comportamiento" de Pedro San Ginés el pasado martes, el Partido Independientes de Lanzarote sigue convencido de continuar trabajando para quien debe ser la prioridad máxima de la institución: los lanzaroteños y lanzaroteñas; y hacerlo siempre buscando el punto de encuentro, el consenso, de todas las formaciones políticas sin excepción.