La cepa británica de la COVID-19 ha sido detectada en Lanzarote en más del 90% de las muestras de casos sospechosos. Así lo explican este miércoles el Hospital de La Candelaria y el Instituto Tecnológico de Energías Renovables, ambos con sede en Tenerife, que han constatado el aumento de la presencia de la cepa británica en las Islas, aunque en menor cantidad que en la Península, donde esta modalidad representa más del 50% de los contagios en casi todas las comunidades, alcanzando el 90% en Cataluña, Galicia, Asturias, Cantabria y Navarra. Según publica este 31 de marzo en su edición impresa el diario Canarias 7, la variante británica se halló en alrededor del 44% de las 432 muestras estudiadas en el archipiélago durante marzo.
Los expertos concluyen que posiblemente esta variante tuvo que ver con el pico de contagios que sufrió tras las últimas navidades Lanzarote, la única que llegó a alcanzar una incidencia acumulada a 7 días de 399 casos por 100.000 habitantes, y única isla del Archipiélago en la que el Gobierno de Canarias decretó durante cerca de un mes el nivel 4 de alerta sanitaria, llegando a superar los 1.200 casos activos durante varios días.
Salvo en Lanzarote, en Canarias parece que la expansión de la cepa británica es más lenta que en la península. Así, de las 69 muestras de Tenerife analizadas en la semana del 18 de marzo, el 40% correspondía a la cepa británica.
Por otro lado, en las últimas secuenciaciones realizadas en Canarias no se han detectado nuevos casos de la variante sudafricana, la P. 1 (Manaos) y la P.2 (Río de Janeiro).