Poco más de un centenar de personas se dieron cita este domingo en Arrecife para acudir a la inauguración de la nueva sede electoral en la que la unión entre Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias (NC) van a trabajar para intentar hacer malos los pronósticos y conseguir arrancar un número superior de diputados y senadores a los que actualmente les ofrecen las encuestas.
El cambio de hora, el puente... Lo cierto, tal y como se escuchaba en los alrededores de la nueva sede, es que este domingo a las once no se palpaba ni de lejos el ambiente que Coalición respiró en Lanzarote hace ahora cinco meses, cuando se vio evento tras evento que se podrían convertir, como así sucedió, en los grandes triunfadores de los comicios. Poco a poco fue llegando la gente. Rostros conocidos como los de Juan Santana, Marci Acuña, Orlando Umpiérrez, Juan Cruz o Sergio Machín en los minutos previos a la llegada de los grandes líderes, pero no demasiados militantes y simpatizantes. Unos minutos después de la hora aparecieron por separado Paulino Rivero y Román Rodríguez. El primero, acompañado por el presidente insular de CC, Jesús Machín, se mezcló enseguida entre su gente y se dejó querer. El segundo, con sus inseparables Pedro Quevedo, cabeza de lista de la candidatura conjunta por la provincia de Las Palmas, y Juan Carlos Becerra, presidente del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL), flanqueados por quien durante años fue compañero de filas y que actualmente ocupa la Viceconsejería de Política Territorial del Gobierno canario, Mario Pérez.
A Román Rodríguez le recibieron como si nunca se hubiera ido de Coalición, aunque durante años haya sido su principal opositor en Gran Canaria. Es tiempo de unidad. Un poco más tarde llegó el que se supone que es el principal protagonista de esta historia en Lanzarote, el candidato al Senado y presidente del Cabildo insular, Pedro San Ginés, seguido de otros ilustres de la formación como el alcalde de Haría, José Torres, el cabeza de lista en Arrecife, Manuel Fajardo, o el portavoz en Yaiza, Leonardo Rodríguez. También estuvieron tres de los cuatro parlamentarios por Lanzarote, Inés Rojas, David de la Hoz y Juan Pedro Hernández, amén de otro nutrido grupo de concejales y consejeros del Cabildo. Pocas sorpresas, salvo la del líder y portavoz en San Bartolomé del Partido Vecinal, Manuel Rodríguez.
El concejal Daniel Morales volvió a ejercer de maestro de ceremonias, y lo hizo precisamente recordando lo cerca que estaba esta precampaña de la campaña anterior, algo raro para él y raro para un pueblo que parece más pendiente de la inestable y preocupante situación económica que de discursos políticos. Antes, tanto Paulino Rivero como Román Rodríguez se encargaron de retirar simbólicamente la enorme bandera canaria de siete estrellas verdes que cubría el cartel en el que se anuncia la unión entre CC y NC para estos comicios.
Durante los discursos todos los intervinientes, como ya lo habían hecho el día anterior en un acto de campaña mucho más multitudinario, hablaron de la importancia que tienen estas elecciones para el nacionalismo, lo importante que es conseguir convencer a los ciudadanos de las Islas de que es primordial tener una voz no alineada con PP y PSOE en Madrid y lo fundamental que va a resultar la unidad entre los dos bloques que han aparcado sus diferencias personales para dar este importante paso adelante.
(Avance)
