martes. 23.04.2024
Nacionalistas y populares tienen cerrado un acuerdo para gobernar en todos los lugares donde les dé la suma respetando las listas más votadas. Los socialistas, que mandan a negociar a Sebastián Franquis y a María Dolores Corujo, tratan a la desesperada de dar un cambio que les permita salvarse a última hora de la quema

CC, PP y PSOE inician un paripé para explorar posibles pactos de gobierno en Canarias

Imagen del primer encuentro de CC tras las elecciones.
Imagen del primer encuentro de CC tras las elecciones.

Aunque es una tradición democrática, no deja de ser una pérdida de tiempo para políticos y periodistas el hacer ver que se está iniciando una ronda de contactos entre todas las formaciones políticas que han contado con representación en el Parlamento autonómico menos VOX. Lo es porque la misma noche del domingo y la madrugada del lunes, cuando todavía no se había caído el segundo diputado del Partido Popular (PP) y los números cuadraban perfectamente, populares y nacionalistas de Coalición Canaria (CC) sabían que habían derrotado al defenestrado por las urnas Pacto de las Flores y que les tocaba gobernar. Es cierto que al no ser 36 diputados y ser 35 para conformar gobierno la cosa se complicaba, de ahí que se iniciaran las llamadas al tercer actor que parece que se va a necesitar para que Fernando Clavijo sea presidente del Gobierno canario sin aparente problema, la Agrupación Socialista Gomera (ASG) del sempiterno Casimiro Curbelo. 

Aunque todo está claro y más que claro, tanto CC como PP han formado sus equipos negociadores que además de sentarse oficialmente entre ellos para sacarse la instantánea de rigor lo harán también con el vencedor y gran derrotado de estos comicios, el Partido Socialista (PSOE) de Ángel Víctor Torres. En CC envían a estos encuentros a un veterano de mil batallas como es el majorero José Miguel Barragán, acompañado por el joven pero ya experto lanzaroteño David Toledo. Por parte del PP, que este jueves ofrecerá una rueda de prensa para explicar los avances con los nacionalistas, clásicos de la política canaria como María Australia Navarro y la savia nueva que ha impuesto Manuel Domínguez con Poli Suárez y Eduardo Hernández. En el PSOE, lejos de resignarse también están haciendo sus contactos a la desesperada en la búsqueda de un acuerdo que saben que sólo podrán cerrar con CC, cosa que parece poco probable por los números y por la batalla que determinaron los dirigentes socialistas que había que hacer contra los nacionalistas, especialmente en islas como Tenerife o Lanzarote donde se pasó del castaño al oscuro, usando temas judiciales como el caso Grúas, Reparos o el todavía por cerrar de Pedro San Ginés como principal argumento de batalla electoralista. No parece además una decisión muy acertada si realmente se quiere ablandar el corazón de los nacionalistas enviar como negociadores a estos encuentros a Sebastián Franquis y a la todavía presidenta del Cabildo de Lanzarote María Dolores Corujo, cuando ha sido esta última, que ha perdido las elecciones en su isla, la que con más crudeza ha utilizado los temas judiciales para tratar de mejorar sus resultados electorales. 

El caso es que mientras se produce esta puesta en escena, en los mentideros de la política, en los lugares donde debe bucear un buen periodista, se sabe que la sintonía entre Clavijo y Domínguez es total y absoluta. Hasta el punto de que sin establecer la necesidad de realizar un pacto en cascada han determinado que gobiernen juntos en todas las islas y en todos los ayuntamientos donde les dé la suma, con la principal condición, al margen de los flecos locales, de que se respeta la lista más votada. De ser así, por ejemplo, en Lanzarote ya se habría cerrado el acuerdo para su Cabildo, con Oswaldo Betancort manteniendo la presidencia que ha ganado en las urnas y Jacobo Medina de vicepresidente, Astrid Pérez sería alcaldesa de Arrecife con el apoyo del equipo de Echedey Eugenio y faltaría concretar la Alcaldía de Teguise para Olivia Duque con el apoyo de un tercero en discordia, que podría ser el concejal de Nueva Canarias (NC), Fernando Jiménez, el de Primero Teguise, Jonás Álvarez, o gobernar en minoría pendientes sólo de que el concejal de VOX, Ginés González, se abstuviera en los asuntos clave. Es decir, vuelven a tener todas las posibilidades del mundo para que funcione lo que finalmente en Lanzarote no funcionó en 2019 tras el acuerdo entre el PP de Pérez y el PSOE de Corujo, pacto difícil por no decir imposible de reeditar en estos momentos. Al PSOE local, de hecho, sólo le salen las cuentas tratando de gobernar con CC, cuestión que están tratando de resolver a su manera. 

Y su manera, como se ha visto en estos días, es dando la sensación al PP local de que podrían estar más cómodos con ellos, que se podría reeditar el pacto con el PSOE que acabó como acabó, entre otras cosas porque los socialistas están dispuestos a ceder más y la relación entre sus cabezas de lista en Arrecife no es tan mala como sí lo es con los de CC. Sin embargo, cualquier intento de reeditar ese pacto, según ha podido saber este diario, sería frenado en seco por la dirección regional del PP, que no está dispuesta a más espectáculos en Lanzarote y que tiene muy claro que su principal y única opción de gobierno pasa por los nacionalistas. Todo, además, condicionado por unas elecciones generales que están a la vuelta de la esquina, elecciones en las que el PP canario se juega mucho. 

CC, PP y PSOE inician un paripé para explorar posibles pactos de gobierno en Canarias
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