martes. 16.04.2024

Ciertos expertos aseguran paradójicamente que la creación del emisario, siempre y cuando se realice a través de la hinca de tubos y no con apertura de zanja, conlleva normalmente ventajas medioambientales y permite prescindir de explosivos

El Cabildo insular de Lanzarote contará previsiblemente a partir de este viernes por la mañana con un acta de inspección sobre los actuales trabajos que la compañía Unelco está ejecutando en la zona de Punta Grande, Arrecife, para la construcción de un emisario submarino.

Así al menos lo anunció ayer el consejero de Política Territorial y Medio Ambiente de la Máxima Corporación insular, Carlos Espino, quien manifestó a este diario que desde su Área se había solicitado este jueves al personal de la guardería para la vigilancia del Medio Ambiente que se desplazara hasta la central de Unelco en Punta Grande y comprobara si las actuales obras para la instalación del mencionado emisario submarino cumple con todas las autorizaciones pertinentes.

Después de que “El Guincho-Ecologistas En Acción” pusiera este miércoles el grito en el cielo y solicitara la “paralización inmediata” de las obras que la compañía Unelco está realizando para la construcción del emisario submarino, alegando para ello que la próxima semana se comenzaría con los vertidos al mar y el uso de explosivos, el Cabildo se ha cubierto las espaldas gracias a esta gestión del consejero socialista.

Así, mientras el colectivo de ecologistas exigió públicamente que tomaran cartas en el asunto tanto el Cabildo como la Dirección General de Costas, el Gobierno canario y el Ayuntamiento de Arrecife, lo cierto es que, según aseguran expertos en la materia, la Primera Corporación lanzaroteña tan sólo poseería competencias de vigilancia en este tipo de actos vinculados, siempre presuntamente, con el deterioro ecológico.

Por el contrario, según las mismas fuentes, dichas responsabilidades recaerían más bien tanto sobre el Gobierno autónomo de Canarias, con competencias sobre las costas, como sobre el propio Ayuntamiento capitalino, por tratarse de una obra que está teniendo lugar dentro de su municipio.

Espino reiteró que, en caso de que los agentes encargados de la vigilancia medioambiental encontraran ayer algún tipo de irregularidad entre las autorizaciones que requieren unos trabajos de este calado, éstas se pondrían de inmediato a disposición de la institución encargada de la tramitación de las sanciones en esta materia.

“Si el informe arroja algún tipo de irregularidad, se levantará un acta que será remitida hastsa el Gobierno canario, la Dirección de Costas o al ente que le corresponda”, dijo.

En caso de que las obras se ajustaran a la legalidad vigente, la tarea del Cabildo terminaría ahí.

En cuanto a la advertencia de El Guincho sobre la “posible contaminación de nuestro mar” por el uso de explosivos en una zona marina altamente sensible, el consejero Carlos Epino insistió en que los vertidos “no han comenzado aún” y aseguró que, para eso precisamente se supone que Unelco está instalando el emisario submarino”.

Este diario trató ayer de ponerse en contacto tanto con el Ayuntamiento de Arrecife como con la propia compañía para conocer sus versiones, pero no halló respuesta alguna. Desde Unelco, sin embargo, se aseguraba recientemente que estas obras no eran de su competencia.

Traslado de la central

Por otra parte, cuestionado sobre el reciente anuncio de la consejera de Industria, Comercio y Consumo del Gobierno canario, Marisa Tejedor, sobre el cambio de ubicación que, a medio plazo, sufrirá la central eléctrica de Unelco en la Isla, Espino afirmó que, además de necesitar un Plan Especial Territorial de Infraestructuras Energéticas, tal y como confirmó la propia Tejedor, para el traslado de la central se requeriría también una modificación del Plan Insular de Ordenación Territorial (PIOL), encontrar una ubicación alternativa y, por supuesto, que la empresa acceda a dicho traslado.

Quejas ecologistas

Aunque El Guincho-Ecologitas en Acción mezcla sus críticas sobre las obras del emisario con las quejas por la contaminación acústica que la central suscita entre los vecinos, al colectivo no le falta razón cuando asevera que con la actividad de Unelco se propicia contaminación acústica o que la compañía no cumple con la exigencia de que las redes de transporte eléctrico sean subterráneas.

Además, los ecologistas denuncian los daños en la salud de los vecinos aquejados de ruidos y vibraciones generdas por la central, problema para el que la Consejería de Tejedor ya halló una solución al menos transitoria: la instalación, el próximo mes de julio, de silenciadores y filtros que aminoren la contaminación acústica.

Sin embargo, la exigencia de El Guincho solicitando la paralización de las obras del emisario submarino contrasta con la opinión de algunos expertos consultados, quienes aseguran que la creación del emisario, siempre y cuando se realice a través de la hinca de tubos en contra del método tradicional de apertura de zanja -no es éste el caso al parecer-, favorecerá ciertas ventajas medioambientales, además de que permiten prescindir de los explosivos. Entre éstas, “la alteración mínima del ecosistema y hábitat del lugar, impacto visual mínimo, superficie de trabajo mínima y reducción del impacto ambiental, un volumen mínimo de tierras removidas y una producción mínima de escombros en comparación al método tradicional de apertura de zanjas.

El Cabildo dispondrá hoy de un acta sobre las obras del emisario submarino de Unelco