jueves. 05.06.2025

"Una auténtica vergüenza, no nos dan ganas de seguir trabajando". Así calificó Luis González, coordinador del CD. Torrelavega, los hechos que acontecieron este domingo en el encuentro de la juvenil Preferente que enfrentó al conjunto blanco y al River de Playa Chica de Fuerteventura, y que fue suspendido a falta de dos minutos para el final por una monumental tangana entre los futbolistas de uno y otro equipo.

Nueva batalla campal en el fútbol de Lanzarote, esta vez en el desarrollo de un partido de la primera jornada de la juvenil preferente y que enfrentaba en el Municipal de Argana al CD. Torrelavega y al River de Playa Chica de Fuerteventura. Sonrojante episodio que terminó con más de una decena de jugadores con contusiones y magulladuras y con el traslado en ambulancia al hospital de otros dos futbolistas con una importante lesión en las costillas y con un pómulo y una ceja rotas.

El choque, según manifiesta Luis González, coordinador de la base del Torrelavega, se había desarrollado con más dureza de lo habitual por las ganas de unos y otros de comenzar la liga con triunfo. La situación estalló a falta de dos minutos para el final del encuentro, cuando el marcador reflejaba un 2-1 a favor de los locales. En ese momento, el portero del Torrelavega recriminó a un jugador visitante el hecho de que le pegara un puntapié al balón cuando éste no se encontraba en juego, y la situación derivó en una pelea callejera entre cuatro o cinco futbolistas de cada equipo que según relata González, "no había quien mediara en ella".

En este sentido, ni los intentos de ambos entrenadores, ni de cuatro o cinco espectadores que saltaron al campo a calmar los ánimos pudieron contener la trifulca, y al club local no le quedó más remedio que llamar a la Policía Nacional que se personó en el recinto de inmediato para acabar con uno de los episodios más vergonzosos de los últimos años en el fútbol de Lanzarote.

El saldo de este absurdo terminó con más de una decena de futbolistas con lesiones de diversa índole y con dos jugadores que tuvieron que ser evacuados en ambulancia al hospital y que siguen en observación.

Indignación e impotencia en los majoreros

El presidente del conjunto majorero, Benito Morales, aseguró que el del domingo fue uno de los episodios más tristes que le ha tocado vivir en el mundo del fútbol, ya que los que estamos en este deporte “intentamos contribuir para que el balompié mejore y cuando pasan estas cosas se nos viene el mundo encima”.

El máximo mandatario del River de Playa Chica también señaló que los futbolistas de su equipo se encuentran “bien dentro de la gravedad” y que los dos jugadores que precisaron de asistencia médica en el hospital tendrán que someterse a nuevas revisiones en los próximos días.

Juveniles en pie de guerra
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