-Usted no para.
-Estamos haciendo lo que podemos, empezando a calentar motores.
-A entrar en contacto con la realidad lanzaroteña.
-Ya llevamos creo que aproximadamente dos semanas de contacto con los barrios en Arrecife. Hemos empezando con los diferentes pueblos en San Bartolomé, esta semana también creo que toca algo en Tinajo.
-¿Pero desde el punto de vista del Cabildo o desde el punto de vista Cabildo-ayuntamientos?
-Precisamente yo cuando me presenté oficialmente como candidato hice una promesa muy importante, bueno hice dos. Primero, una promesa y un compromiso con todos aquellos ciudadanos que de manera libre quieran venir a sugerirme o a intentarme dar algún consejo de alguna manera y otro compromiso que adquirí fue con la ciudad de Arrecife, porque yo creo que precisamente la capital de la Isla con la que todos los lanzaroteños deberíamos sentirnos identificados y donde vive la mitad de los lanzaroteños, ha tenido un desarrollo de espaldas a lo que se podía haber planificado o hecho desde el Cabildo. Al principio de esta andadura nos estamos concentrando en Arrecife pero como he dicho hemos estado en Playa Honda, San Bartolomé, etc..
-¿Ya tiene diseñado entonces su plan de acción?
-Hay ciertas cosas en la que...vamos a ver, cuestiones que son innegociables pero que también son evidentes. Cuando yo empezaba a contactar con los diferentes barrios llegaba las primeras semanas con el temor de que quizás se me pidiese algo a lo que yo no podría responder porque yo creo que no me tengo que subir al carro de aquellos que prometen cosas que a priori sabemos que no se van a cumplir. Pero mire las demandas que se hacen desde los diferentes barrios son tremendamente sencillas y parten precisamente de una necesidad de diálogo con las instituciones, un diálogo que en los últimos cuatro años se les ha cerrado. Pero aparte de eso y a nivel un poco más local, en Arrecife hay cuestiones como por ejemplo la agricultura, la pesca o el turismo que son fundamentales y que yo creo que tienen que intentar diversificar la economía hacia esos sectores. Mire, recibimos dos millones de turistas al año, es un dato que digo muy frecuentemente porque me gusta recordarlo para que quede bien grabado y no hemos sido capaces de ofrecer a esos dos millones de turistas y a esas 180.000 personas que diariamente están en Lanzarote un mercado de productos agrícolas lanzaroteño. No hemos sido capaces hasta el momento. Quizás las ambiciones políticas han ido más centradas a destruir lo que ya estaba construido, cosa que es pasado y no me quiero centrar, pero lógicamente no ha habido miras hacia el futuro. Tampoco ha habido miras hacia el futuro en relación a la pesca. ¿Por qué no se ha intentado establecer un diálogo bilateral con Marruecos? Yo creo que es una nación que estaría interesada en establecer esos convenios. Y aparte en este banco, en el banco canario-sahariano, hemos tenido derechos históricos que se nos han negado de España y de la Unión Europea. Pero mire, hay cantidad de cuestiones, como digo el desarrollo de la Isla, por qué se ha dejado en el olvido o por qué no se ha planteado desde un punto de vista coordinado el desarrollo de la Isla que se tuvo cerrado en un cajón durante tantos meses. Pues esas son cuestiones que a mi me preocupan.
-¿Esas preocupaciones coinciden con la preocupación de los ciudadanos?
-Por supuesto. Esta semana tengo un encuentro con agricultores, el viernes uno con pescadores, son una parte cada vez mínima, y a mi me preocupa eso, de la sociedad y reflejan una porción cada vez menos significativa de la riqueza de Lanzarote. Yo creo que lo que tenemos que conseguir es que esa porción vaya creciendo poco a poco y sea de alguna manera significativa. Pero lógicamente aunque no hablen directamente de agricultura y de pesca, la mayoría de los problemas están relacionados con la agricultura. ¿No es cierto que uno de los factores por los que los precios son tan elevados en Lanzarote es precisamente porque no existe una producción propia en la Isla? ¿Usted no cree que si la producción en Lanzarote aumentara los precios se abaratarían de manera considerable? Yo creo que eso no hay que decirlo de manera directa pero uno extrapolando esos problemas puede llegar a estas deducciones.
-Sin embargo, otro tema importante es el turismo.
-El turismo y hay una cuestión importante, fíjese cómo podemos relacionar el turismo con la agricultura. Es decir, podemos hacer que el turismo se convierta en un mercado estable, un mercado continuo, un mercado exigente pero sobre todo un mercado de calidad para aquellos productos agrícolas que se puedan generar. A mi me preocupan los datos del turismo que si bien no son trágicos, sí que son significativos. ¿Por qué crece el número de turistas que llegar a Canarias, a todas las islas y en Lanzarote baja? ¿Por qué estamos perdiendo a razón de 200.000 turistas alemanes a lo largo del año? Yo creo que hay algo que ofrecer, hay que buscar alternativas y lógicamente Lanzarote es un destino puntero, ha sido un destino puntero en los últimos años, pero lógicamente nos crecen competidores y lo que no podemos mantener es una posición ombliguista y pensar que esto es el no va más, porque lógicamente la realidad constata que hay otros destinos que se están prefiriendo antes de Lanzarote.
-En ese diseño de programa, que está elaborando, se abarcan también otros asuntos como el Plan alternativo de ocio, el PTE, las camas clandestinas, etc..
-Sinceramente estoy terminando de releer el Plan Territorial Especial porque creo que no me voy a apuntar al carro de prometer cosas que después no se puedan cumplir y en eso quiero ser bastante concienzudo y responsable. Pero lo que es cierto es que tampoco me voy a apuntar al carro de los que dicen no más camas turísticas, no más crecimiento porque hay un dato objetivo, el 90% de la población de Lanzarote vive de los servicios y de esas camas relacionadas...
-Probablemente más del 90%.
-Si, yo creo que está en torno al 96% si no me equivoco. Pero es que además la industria mayoritaria en la Isla es la de la construcción. Imagínese usted que yo, llegado el 28 de mayo, como presidente del Cabildo, me dedico a frenar de manera impasible totalmente las construcciones. Estaría siendo muy irresponsable con todas aquellas familias que directa e indirectamente viven de esta industria. Luego yo creo que no hay que frenar, hay que contener, hay que amortiguar pero sobre todo hay que hacerlo con consenso, que es lo que ha faltado en estos momentos.
-¿Pero armonizar todo eso es francamente complicado por los intereses económicos que hay y la presión que al parecer ejerce el poder económico sobre el poder político?
-Por supuesto. Pero otra cosa es que el poder político tenga la dignidad suficiente para no dejarse presionar porque mire, lógicamente en estos cuatro años nadie pone en duda que de lo único que se ha hablado en Lanzarote es de cemento, de planes generales, de planes parciales, de construcciones, etc. y no ha habido nadie que haya sido capaz de dedicarse a otra faceta. Pero como digo en Lanzarote vivimos mayoritariamente de esto pero nuestra economía y nuestra política no tiene que estar dirigida solamente a esto. Y eso es lo que me preocupa. Quizás desgraciamente los que han estado al cargo de ciertas instituciones se han dejado presionar. Pero eso ya es cuestión de ellos.
-De todas maneras, usted sabe que el turismo es cada vez más exigente, que ya no podemos limitar la oferta de Lanzarote al sol y la playa.
-Yo lo que tengo clarísimo es que hay que buscar alternativas. La encuesta insular de temas que elabora el Cabildo recoge que más del 50% de los visitantes vienen a Lanzarote por el sol y la playa. No hay que ser un experto en saberlo, pero tampoco nos tenemos que negar a la evidencia. Y si faltaran esos factores, lógicamente Lanzarote no tiene nada que ofrecer. Yo creo que hay que buscar alternativas y en este sentido el otro día hablando con las personas de los barrios de Arrecife, de los dos millones que vienen anualmente a Lanzarote, sólo el 10% entra en la capital. Me parece un dato significativo. Es decir, que estamos perdiendo 1.800.000 personas que podrían generar riqueza en Arrecife.