domingo. 11.05.2025

Uno de los problemas que atacan con dureza al ser humano con el paso del tiempo es la progresiva pérdida de memoria. No me extraña que en estos momentos sea un éxito de ventas ese cacharrito que sirve para ejercitar la mente, que no el cuerpo; sí, ese que anuncian en la tele con dos señores calvos y una señora de cierta edad a los que les ponen a hacer sumas, restas y otras machangadas por el estilo. A mí me pasa, desde luego, cada vez tengo menos memoria, cada vez me acuerdo menos del pasado. Por eso no estoy seguro de tener razón en lo que voy a escribir a continuación: las precampañas y las campañas cada vez son más largas.

Esa es la sensación que tengo. No recuerdo muy bien lo que sucedió hace cuatro años, aunque no soy tan torpe como para no recordar lo que sucedió en mayo, en las locales y autonómicas. No sé por qué me da que las precampañas electorales están empezando antes de tiempo. Demasiado antes. Un suplicio, un gasto y un abuso.

El ejemplo lo estamos viviendo en estos momentos. Si no me equivoco, las elecciones generales son en marzo del próximo año. Pues bien, Partido Popular (PP) y Partido Socialista (PSOE), o PSOE y PP, tanto monta, se han lanzado ya al ruedo campañero con toda la parafernalia y sin recato alguno. En el caso de los populares tiene algo más de justificación, puesto que no están gobernando y tienen que promocionar como sea a un candidato que todas las encuestas (ya estamos con las fallonas encuestas) dan como seguro perdedor. En el caso de los socialistas, me parece un escándalo, puesto que están gobernando y la persona que se presentará a la reelección es su secretario general y el presidente del Gobierno de todos los españoles.

Y digo lo del escándalo, que no se asuste ningún socialista, porque no me parece ni sensato ni razonable que ZP esté perdiendo el tiempo en estos momentos saliendo por ahí haciendo el ganso con el absurdo eslogan de la “Z”. Siempre se ha dicho que segundas partes no fueron buenas. Una vez que les funcionó lo de Zapatero Presidente, ZP, lo tendrían que haber dejado. No cabe duda de que los directores de campaña del PSOE son los mejores de España, casi los mejores del mundo. Sólo ellos pudieron lograr la gesta de hacer que Felipe González perdiera con honra unas elecciones que tendría que haber perdido por goleada y por vergüenza ajena después de Filesa, los GAL, los Roldanes y compañía. Por eso me extraña que en esta ocasión se les hayan secado las ideas y hayan recurrido nuevamente a la “Z”, como si en lugar de Rodríguez Zapatero tuviéramos que votar al Zorro. Ayuda eso sí que Antonio Banderas sea español y del PSOE, porque lo es, sobre todo del PSOE.

A lo que iba. Que esto de las precampañas cada vez empieza antes. Estamos todavía en octubre, a punto de llegar a noviembre, con lo que quedan como poco cuatro meses para que se inicie oficialmente la campaña. ¿Es que ya está todo hecho, es que el presidente del Gobierno se tiene que olvidar de los hundimientos que provocan las obras del AVE en Barcelona, es que no tiene que atender los problemas de la inmigración en Canarias, es que no tiene que sacar adelante unos buenos Presupuestos Generales del Estado? Y el líder de la oposición, ¿es que ya no tiene que fiscalizar al Gobierno, es que se piensa dedicar exclusivamente a recorrer España besando a gente que no va a volver a ver en su vida y a estrechar manos de personas que tal vez jamás le voten?

Me parece una barbaridad lo que está sucediendo. Es inmoral y hasta denunciable. Nuestros políticos están ahí para representar los intereses del pueblo, no los de su partido, y, al menos que yo sepa, no deberían hacer campaña en estos momentos.

El otro día por la noche estuve viendo a Buenafuente, como casi todas las noches. Admiro su inteligencia, su sentido del humor, y me cae bien. Me tropecé con una interesante entrevista con (a ver si las nuevas generaciones del periodismo aprenden esto de entrevista con, y no entrevista a) Carod Rovira. Además de ver que no es tan fiero el león como le pintan, y comprobar una vez más que se cumple mi máxima de que no hay que juzgar a quien no se conoce, me quedé con algo que dijo, siendo como es uno de los máximos representantes del Gobierno catalán. El líder de Esquerra confesó que en estos momentos es muy difícil hacer política sin pensar en las elecciones, asegurando que muchos de los proyectos que en teoría deberían sacar adelante están congelados por el qué dirán, por la posibilidad de que con su ejecución se pierdan votos. Lamentable. Y lo más lamentable es que esto no sólo pasa en Cataluña, pasa en todo el país.

Por si no tuviéramos suficiente con este derroche de tiempo y de dinero del pueblo, ahora nos encontramos con una nueva moda, cada vez más extendida entre la clase política, que consiste en dejar vacías de contenido las semanas en las que se incluye un puente. Un buen ejemplo lo tenemos aquí, en casa. Aunque suene a chiste, en estas semanas no se hace prácticamente nada en las instituciones públicas. No se convocan apenas actos. La agenda del día de este lunes estaba más vacía que las arcas públicas de Marbella. ¿Cuál es la razón? Pues no lo sé muy bien, y creo que deberían ser nuestros representantes institucionales los que deberían dar una respuesta. ¿Es que no se va a trabajar el lunes, el martes y el miércoles porque el jueves es fiesta? Parece que sí. Otra semana perdida. Y encima Rajoy y Zapatero de precampaña. Así nos va.

“Z” y Rajoy de precampaña
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