Aunque no debería hacerlo, tengo que aclarar una cuestión porque es responsabilidad mía y sólo mía. Lo hago porque alguna persona que se esconde bajo el lógico anonimato que permite nuestro foro de opinión de la edición digital bombardeó el jueves y el viernes nuestras noticias con una falacia propia de aquellos que están intentando, me imagino con qué propósito, echar al piso nuestra imagen, el trabajado prestigio que tenemos, el rigor con el que tratamos las informaciones y la independencia de la que presumimos. Supongo que será el mismo que intenta convencer a la gente de que yo cobro de Coalición Canaria (CC) -estoy esperando a que alguien de este partido se acerque a ofrecerme algo por primera vez- o de que es esta formación la que sostiene económicamente un medio de comunicación que tiene tantos clientes de empresas privadas como muchos otros medios juntos.
El caso es que hay un grupo de personas (no creo que sea una sola) que pretende convencer a nuestros lectores de que aquí hemos ocultado un informe sobre las pérdidas de Insular de Aguas de Lanzarote (INALSA) y otras historias que se recogen en un informe difundido a los cuatro vientos por toda la prensa. Falso. Aquí lo que hemos hecho, y ya se lo expliqué al responsable de entregar ese informe a los medios, que no es otro que el portavoz del Comité de Empresa, Manuel Plasencia, es publicar la información un día después que el resto. La razón, y aquí asumo mi responsabilidad como redactor jefe del periódico, que Manolo incumplió su compromiso con éste y otros medios y anticipó en el programa “A debate” que dirige y presenta Jaime Puig en Localia parte del contenido del informe. A lo mejor me equivoco, pero creo que las informaciones adelantadas por otros medios pierden gracia al día siguiente, siempre eso sí que sean medios seguidos por el personal, como es el caso. Por eso ya daba igual publicarlo el jueves, como hicieron en Canarias 7 y Diario de Lanzarote, o el viernes. Pero es que, además, el jueves colgamos la información en la edición digital. Simplemente ha pasado eso. Luego, teniendo en cuenta que llegó una explicación oficial del informe, se ofrecieron las dos caras de la historia. En próximos días seguiremos desgranando el informe, como ya le prometí a Manolo.
Me fastidia tener que hacer este tipo de aclaraciones que a la gente que nos conoce de verdad le sobran, pero le tengo que recordar a todos los bombarderos, a todos esos a los que supongo que por unas razones u otras se están encargando de intentar manchar nuestra imagen, que fue el equipo de periodistas que conforman esta plantilla el que sacó a la luz los desmadres de Inalsa -de eso sabe mucho Manolo, le puede preguntar cualquiera-, como fue este equipo de profesionales el que puso al descubierto los desmadres cometidos en la Fundación Insular para la Formación y el Empleo de Lanzarote (FORELAN), como fue este equipo de profesionales el que descubrió el monumental fiasco que se escondía detrás de la presentación del Plan Agrario diseñado por el Gobierno de Canarias, como fue este equipo de profesionales el que destapó la operación que se escondía detrás de los aparcamientos del parque Islas Canarias... Que nadie trate ahora de darnos lecciones de nada, por favor, que aquí nos conocemos todos. No acepto más lecciones de nadie, ni de periodismo, ni de ética ni de nada que se le parezca. Se acabó. Todo tiene un límite.
Lo curioso del caso es que este viernes quería escribir sobre el 23-F y sobre la normalidad con la que se aborda una fecha tan importante 26 años después del Golpe de Estado que lideró -sólo públicamente- el coronel Tejero. Lo que pasa es que a veces uno se calienta y explota, y ya han sido muchas las que llevo aguantadas para quedarme callado por más tiempo. Eso, a riesgo de que se enfade conmigo alguien que me dice una y otra vez que jamás actúe -y menos escriba- bajo la influencia del enojo.
Respeto profundamente las opiniones de los lectores de este medio, a los que agradezco, incluso a los que no soportan lo que escribo, que se molesten en leer estas líneas y que pierdan parte de su tiempo para opinar en los foros. Por lo que no paso es por el burdo intento de manipulación que algunos están perpetrando. Desgraciadamente, sé en la mayoría de los casos quiénes son y qué intereses representan. Si fueran simples lectores, no le daría tanta importancia. Como diría un amigo al que hace mucho que no veo, “no se puede caer bien a todo el mundo”.
Algunos son tan estúpidos que dejan mensajes en las páginas que escribo refiriéndose a mí como “el tal Canales”, lo que demuestra, no hace falta ser Sherlock Holmes, que me conocen perfectamente. ¿O a estas alturas alguien quiere colar que entra en mi sección de opinión sin saber dónde se dirige? Pues bien, así llevamos ya un tiempo, pero la cosa va a parar. Y va a parar porque no estoy dispuesto a permitir que se ponga en tela de juicio la labor de la redacción que más curra en todo Lanzarote, no me da la gana consentir que se meta en este viciado saco a Paqui, a Alex, a Ricardo, a Jana, a Laura, a la otra Laura, a Moisés, a Erika, a Paula, a Miguel Ángel, a Martino, a Olatz... Ya viví esa sensación en otro tiempo. Por desgracia para algunos, insisto, esto es muy pequeño y nos conocemos todos. El tiempo termina colocando a cada uno en su sitio. ¡Qué verdad tan maravillosa!
Por cierto, que los tribunales de justicia están para algo, y las insinuaciones veladas que algunos hacen de momento llegan justo hasta el límite de lo querellable. Otros lo sobrepasan, pensando que cuentan con una especie de patente de corso que no es más que un salvoconducto de su propia ignorancia, con la ITV caducada. A todos ellos les digo lo mismo, que sigan ladrando, porque demuestra que aquí cabalgamos, y lo seguiremos haciendo pese a quien pese.
Pido disculpas a los que leen mi columna intentando encontrar opiniones más o menos ordenadas y trabajadas sobre los temas de actualidad que a todos nos preocupan. Espero que sea la última vez que utilizo este espacio para hacer algo así. Si no cumplo, me impondré un castigo.