jueves. 15.05.2025

“Tenemos que salvar a Canarias de ATI, y Arrecife tiene que aportar su granito de arena”. Con esta frase se ha descolgado el secretario general de los socialistas de Arrecife, Miguel Ángel Leal, en todas y cada una de las declaraciones que ha hecho a los medios después del anuncio realizado este fin de semana por la Federal de su partido de suprimir las elecciones primarias en la capital lanzaroteña.

Como conozco a Miguel Ángel, sé que no se trata de una frase que haya improvisado. Ni siquiera ha sido una ocurrencia que por buena repite y repite para que vaya calando. Se trata de una exposición clara y detallada de las intenciones de su partido, que no son otras que combatir con todas las armas que tienen a su alcance contra Coalición Canaria (CC), su principal rival según todos los sondeos para hacerse con la presidencia del Gobierno autónomo.

El caso no llamaría tanto la atención, por lo menos no me la llamaría tanto a mí como analista de la actualidad política, si nos encontráramos metidos de lleno en el mes de marzo o abril de 2007. Sería absolutamente comprensible, puesto que sería el tiempo de la precampaña electoral. Sin embargo, me choca bastante que se lancen estos mensajes en septiembre de 2006, cuando todavía faltan muchos meses para que oficialmente se empiecen a tirar los trastos a la cabeza los unos y los otros.

En el Partido Socialista Canario (PSC) están de precampaña. No cabe la menor duda. Quieren no sólo controlar el proceso de elección de candidatos en lugares estratégicos como Arrecife o Santa Cruz de Tenerife, sino que quieren impregnar el turbio ambiente político de mensajes en contra de los nacionalistas. Parece evidente que poco o nada cuentan con el Partido Popular (PP) de José Manuel Soria, tal vez porque saben que van a ganar un fortín conservador tan importante como Las Palmas de Gran Canaria con Jerónimo Saavedra como candidato y porque intuyen que a pocas semanas de las elecciones el caso eólico, en el que tiene mucho que ver el hermano del presidente de los populares, Luis Soria, va a estallar en sus narices y les va a hacer perder muchos más votos de los que ya han perdido en islas como Lanzarote con sus desacertadas y absurdas estrategias de venganza.

Los socialistas, que sigo pensando que tienen la mejor maquinaria electoral del país, la gente más preparada y despierta en el ramo del asesoramiento político, se olvidan de un detalle importante. Atacando constantemente a CC se están atacando a ellos mismos. ¿O es que Adán Martín y su equipo no gobiernan la Comunidad Autónoma con su apoyo externo? Eso si nos referimos al ámbito regional, donde es obvio que, como sostiene el presidente del PP en Fuerteventura, Domingo González Arroyo, jamás se sacará del Ejecutivo regional a los nacionalistas mientras no haya narices para hacer un pacto entre partidos nacionales.

Aquí, en Lanzarote, la cosa se está complicando bastante. Después de la alianza entre Asamblea por Lanzarote (ApL) y CC, ya sólo existen dos socios de gobierno en el Cabildo y en el Ayuntamiento capitalino. Y uno de ellos, el PSC, se pasa todo el día atacando al otro. Lapas y baños al margen, los socialistas están un día sí y otro también echando piedras contra su propio tejado, sobre todo en el Cabildo. Les interesa. La duda que tengo es que le saquen la rentabilidad que buscan, y, especialmente, que los nacionalistas aguanten hasta el tramo final de la legislatura simplemente por aguantar, cuando tienen la presidencia de las dos corporaciones.

Da la sensación de que están haciendo todo lo posible para que les expulsen del grupo de gobierno. Son algo así como el concursante chinchoso de Gran Hermano que se pasa todo el día enredando en plan tiñoso para salir el primero y hacer la gira televisiva por todos los programas. Mucho me temo que la cosa está a punto de estallar, y normalmente estas cosas suceden cuando la mayoría no lo espera. ¿Nos tocará trabajar los fines de semana?

Campaña electoral
Comentarios