Análisis Literario

Mario Crespi

La literatura como arte no debería considerarse un negocio. Quien escribe lo hace porque tiene una idea que quiere expresar y comunicar. El fin primario de todo escritor no es vender si no ser leído. Pero al fin de cuentas de algo tiene que vivir y es así que entrega sus pensamientos más íntimos a las editoriales y son estas las que se dedican a vender, y según el éxito obtenido a dirigir sus próximas entregas. Del otro lado están los lectores con sus diferentes preferencias y métodos de selección. El lector asiduo en general repite sus autores y temas preferidos, revisa librerías leyendo solapas y contratapas buscando nuevas opciones e intercambia libros y opiniones con sus amigos. El lector eventual recurre a las recomendaciones de páginas literarias, libreros y conocidos. En general es un lector de vacaciones y de moda. Otra opción natural es elegir “Best Sellers” que en castellano puro no significa otra cosa que los más vendidos. ¿Como se llega a ser un campeón de ventas? Un libro que ha tenido mucha promoción, que está de moda y algunas veces y no siempre es muy bueno. Tiene que cumplir con reglas básicas como ser ameno, de fácil lectura y en cierta medida impactante. Los lectores que compran best sellers no son lectores de malas novelas, lo hacen para estar al día, para facilitar la relación con los demás No siempre los buenos escritores y sus excelentes libros se han transformado en best sellers y no pocos de ellos que lo han logrado se han dormido en sus laureles y su producción se ha vuelta automática, repetitiva y por ende a bajado su nivel. No obstante para ese lector indeciso y para no tener que responder negativamente a esa insidiosa pregunta de ¿no leíste a ...? es una buena opción elegir uno de esos libros que misteriosamente se ponen de moda y que casi siempre tienen más de 400 páginas lo que lo hace parecer un buen negocio independientemente de su contenido. En general estos libros no han sido bien tratados por la crítica, pero tantos millones de lectores no pueden haberse equivocado.

Rincón de la Poesía

En esta era de guerreros,

las armas que no tengo,

no las se usar.

Viendo tanta lucha

no paro de pensar,

que gana el vencedor

con la vida que nos quita

y que nadie va a pagar.

Que museo guardará

el arte de la guerra

que solo crea destrucción.

Que valor tienen

las obras de estos hombres

que acaban con todas las demás.

Las listas de los muertos,

guardadas en cajones,

son guardianas de un futuro

tan difícil de alcanzar.

De un futuro amenazante

por obra de estos hombres que,

eludiendo a sus guardianes,

preparan otra guerra

que todo destruirá.

Wilbur Smith en este su primer libro de la saga de los Courteney que esta inspirado en la historia de su abuelo, nos muestra la Sudáfrica de fines del siglo XIX. La cría del ganado, las guerras contra las tribus zulúes, la fiebre del oro, las cacerías de elefantes, son los hitos que marcan una vida entregada al riesgo y la aventura. Época y lugar para hombres muy hombres, como el título de otro de sus libros. "Algo siempre muere cuando comen los leones pero siempre hay alimento para quienes los siguen", dice refiriéndose a él, su servidor zulú, con quien lo une una extraña relación. Amistad de un lado y devoción del otro. Alrededor de esta personalidad atrayente, el autor recrea una época fascinante donde surgen ciudades, se amasan fortunas para luego perderlas y existen riquezas inexploradas para quien quiera ir a buscarlas. No tiene desperdicio.

Wilbur Smith. África Central 1933. Luego de este primer éxito ha escrito 24 novelas traducidas a 26 idiomas y lleva vendidos cerca de 70 millones de ejemplares. Autor de El canto del elefante, Hombres muy hombres, Muere el gorrión, El séptimo papiro.

Un serio investigador previo ya que antes de comenzar a escribir se documentaba exhaustivamente, Arthur Hailey describe la vida intensa y compleja de un aeropuerto moderno, lleno de desconocidos e intrincados detalles, vitales para su actividad. Siete agitadas horas que trascurren durante una gran tormento invernal, envuelven a hombres, mujeres y máquinas. Diversos personajes movidos por fuertes pasiones, se apoderan de la atención del lector. Un control de radar; un piloto; una atractiva encargada de relaciones públicas; un jefe de pilotos, arrogante y despreciativo; una viejita dedicada a la difícil profesión de polizón; un abogado inescrupuloso; una bella y temperamental azafata; un psicópata con una bomba de fabricación casera. Pero en el fondo el gran protagonista es el propio aeropuerto. Ágil lectura y mucha información.

Arthur Hailey. Inglaterra 1920 - 2004. Luchó en la Real Fuerza Aérea durante la 2º Guerra. Se convirtió en escritor de tiempo completo en 1956. Vendió más de 170 millones de copias en 40 idiomas. Autor de Traficantes de dinero, Noticias de la tarde, Ruedas, Hospital, Hotel.

Quieren saber de un libro de aventuras, como las que uno leía de joven y soñaba con transformarse en el personaje principal. (a mi me pasaba por lo menos). TUAREG de Alberto Vázquez-Figueroa. Un personaje sólido, descrito por un conocedor de la realidad del desierto pues ahí vivió su juventud. Un solitario y heroico guerrero, que como tal mantiene a ultranza su código de conducta, capaz de hazañas fuera de alcance para cualquier mortal común. Gacel Sayah es tuareg, un noble inmouchar, y unos hombres han asesinado a uno de sus huéspedes y raptado a otro. Herido en su honor cumple la ley del tuareg y sale en su busca asesinando a cuantos le impiden rescatar a su huésped. Víctima de un código no escrito y totalmente ajeno al mundo que lo rodea, casi un alienígena, no deja que nada le impida cumplir con su mandato. Imprevisible final. No lo pierda.

Alberto Vázquez-Figueroa. Santa Cruz de Tenerife 1936. Cuando tenía un año su familia es deportada al norte de África. Su educación fue la lectura. Fue buzo, corresponsal de guerra, periodista y finalmente escritor. Lleva vendidos más de 30 millones de ejemplares. Autor de Ébano, Anaconda.