Por Bruno Perera
Los centros turísticos lanzaroteños fueron rentables hasta hace unos siete u ocho años, pero dejaron de serlo por causa de la mala administración, y porque el turismo que nos ha llegado a Lanzarote a través de unos 30 años, (mayoría), se convirtió en repetitivo, viniendo a Lanzarote dos o tres veces, o más: han pasado a ser clientes que ya no vistan los centros turísticos porque han perdido el interés: los conocen muy bien.
Entre esos turistas que son asiduos a Lanzarote, podemos señalar, los miles de pensionistas extranjeros que residen en la isla; y entre otros: turistas que compraron Time Sharing, turistas que se hospedan en hoteles, en apartamentos, y en casas privadas, etc.
Es cierto que en el presente, la nueva administración que tienen los centros turísticos, ha ayudado a que se reestablezca un control y orden mayor del que tenían.
Esas medidas económicas que se han implantado en la administración de los CATS, eran y son necesarias para restablecer el orden y el funcionamiento de los lugares apuntados, y han logrado que en la actualidad tengan un sistema entre trabajadores y administradores.
Ahora los centros están caminando en algo sobre rentabilidad económica, pero no es debido solamente a causa de la nueva administración; se debe sobre todo, a ese 40% de turistas que antes iban a los países árabes que hoy están en conflicto, y que desde hace un mes están cambiando su destino vacacional hacia nuestra isla.
La buena racha turística, puede que dure un año o algo más, pero a la postre, cuando llegue la calma a los países del Magreb y a Egipto, etc, se reducirá la cantidad de visitantes con destino a Lanzarote; por ello los centros turísticos volverán a ser menos rentables, claro que parte del ese 40% de turismo extra y nuevo que nos visitará durante un año y algo, si los tratamos bien y la isla les encanta, se harán clientes asiduos a nuestro terruño, y con ello los centros podrán navegar económicamente algo más saneados, pero seguro es que no obtendrán las ganancias suficiente como para señalarlos (rentables económicamente al 100%), y a seguir no preocuparnos por la posibilidad de que vuelvan a caer en la bancarrota.
En el porvenir cercano, será recomendable construir nuevos centros de ocio turístico para que de lo que se consiga en ganancias, entre ellos, se preste asistencia económica a los que actualmente existen y que en futro pasen a ser no rentables.
