OPCIÓN POR LANZAROTE
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Como la mayoría de los ciudadanos nosotros también respetamos sin reparo alguno la presunción de inocencia, también en el caso del Sr. Montelongo. Es que no puede ser de otra forma. Dicho esto tenemos que aclarar que lo que se le tiene que reprochar al Sr. Montelongo, mientras que la Justicia sigue su curso, es la gestión tan bochornosa e indigna que ha demostrado de la situación.
Cuando uno escupe hacia arriba pasa lo que pasa. Y en este caso, el Sr. Montelongo ha estado escupiendo mucho durante los últimos meses y años. Existen hemerotecas, y existe hasta Google, para ver todo lo que este señor ha dicho y dado de sí sobre imputaciones e imputados en esta ciudad y en esta isla. No sabemos si este Sr. Teniente de Alcalde y Secretario General del PSOE en Arrecife está imputado, si es culpable, si es inocente o si es un santo incapaz de cometer conscientemente cualquier acto mínimamente impuro. No lo sabemos. Lo que sí sabemos es como ha actuado en el pasado en casos similares, como ha atacado sin contemplación alguna, como ha negado la más mínima duda sobre inocencia o culpabilidad de otros. Y ahora le toca al Sr. Montelongo.
Algunos sentirán, y a pesar de no ser un sentimiento muy noble, una tremenda satisfacción. Algunos recurrirán incluso a ese dicho de " a cada cochino le llega su San Martín". Puede que lo hagan. Nosotros, por nuestra parte, sentimos tristeza y, en cierta medida, también decepción. Para muchos, el Sr. Montelongo era un referente de cambio en el PSOE de Lanzarote, una persona joven, nueva, que trataba de venderse como el recién llegado que nada tenía que ver con el pasado.
La realidad era otra. Era más de lo mismo. Lo nuevo era simplemente el maquillaje.
Sea inocente o culpable, el Sr. Montelongo ha perdido una ocasión única para no actuar a la vieja usanza, aferrándose al sillón como una lapa, no dando ningún tipo de explicaciones, creyéndose que a la ciudadanía cuanto menos se le cuente mejor. Poco le hubiese costado, y mucho hubieran ganado él y su partido, si hubiese tomado la decisión de apartarse temporalmente de sus responsabilidades en el grupo de gobierno. Muchos, muchísimos, le hubieran aplaudido ese gesto. No hacía ni falta que renunciara a su acta de concejal.
Con su actitud el Sr. Montelongo, sea culpable o no, se ha convertido en una carga para su partido y para tantos militantes socialistas, personas válidas y honestas, que observan con decepción como uno de los suyos antepone de una manera tan descarada y evidente sus intereses particulares a los del PSOE y, por supuestos, a los de la ciudadanía en general.
Como persona pública, como Teniente de Alcalde y Concejal de Hacienda y del Plan General no puede tratar el asunto como si fuera un asunto personal y privado. Los ciudadanos tienen todo el derecho del mundo de saber si el responsable de las finanzas municipales está acusado-imputado, bajo sospecha, de haber cometido algún ejercicio en el desempeño de su cargo. Si no lo está que lo diga. Es así de simple.
Una pena, realmente. Una oportunidad desaprovechada para lograr un PSOE renovado. Se fortalece la impresión de que muchos están en política por el sueldo. Nada de vocación, altruismo, defensa de lo público o servicio al ciudadano. Hasta la ideología da absolutamente igual. La flexibilidad es total.
Ahora que la nueva Comisión Ejecutiva del PSOE en Lanzarote ha creado una Secretaría de Transparencia haría bien en actuar en consonancia y con coherencia. ¿Para qué quieren una secretaría de Transparencia si luego no se la aplican a ellos mismos? La transparencia no se la pueden exigir sólo a los demás sino también a ellos mismos que tanto la predican.
