"Queremos hacer una protesta legal, sin groserías, pero es difícil guardar las formas cuando hay gente que nos habla de manera borde y soez. Somos personas cívicas y empleados de una empresa de prestigio, así que sólo vamos a utilizar las vías legales y haremos las cosas como se tienen que hacer"
Estas son palabras de los portavoces de los empleados de la empresa Lude Gestiones y Servicios, que como saben se ha visto obligada a cerrar sus instalaciones deportivas en Lanzarote, mandar a los empleados de vacaciones obligadas e incluso plantearse tomar acciones legales contra manifestaciones que entienden dañan su imagen.
Mas allá de las cuestiones políticas y legales que han desencadenado los acontecimientos, obviando la maraña de hechos e intereses, contradicciones y venganzas, me gustaría centrar mis palabras, como ex trabajadora de esa empresa, en la situación de los aproximadamente 70 empleados que se ven afectados por el mal hacer de otros.
Llama la atención el rencor oculto y la rabia perversa que se ha adueñado de ciertas personas que ahora atacan sin piedad su medio y modo de vida. Debe ser surrealista que por razones ajenas a tu voluntad y responsabilidad veas peligrar tu puesto de trabajo. Debe ser descorazonador tener que acudir a una reunión de urgencia a las 10 de la noche donde tus jefes intentan explicar una situación que se te escapa, que no controlas pero que tiene terribles consecuencias en la vida real, en tu vida. Más allá de tecnicismos e informes de los que no tienes constancia.
Pero lo peor debe ser que haya individuos que salgan de la nada y ataquen al perro flaco sin prudencia, respeto o empatía. Que se presenten en las acciones al aire libre que están organizando como protesta para decir lo mucho que se alegran de la desgracia ajena.
¿Envidia quizá? ¿Querías abdominales y no hay forma? Haberte apuntado a clases, chico, en lugar de odiar en silencio como una marica mala (con perdón) y explotar en público. ¿Acaso quieres que alguno de los fornidos monitores te acaricie la cara en público para añadir una denuncia al asunto? Pues ni así te van a tocar. Más quisieras.
Más allá de que puedas estar de acuerdo con que las instalaciones cumplan la normativa, no puedes en cambio, a menos que seas un mal nacido, alegrarte de la incertidumbre que está padeciendo este equipo joven y trabajador.
Por suerte, la mayoría de los usuarios de las instalaciones aprecian, por su profesionalidad y servicio, a los empleados de Lude. Un equipo fuerte que capea el temporal haciendo ruido y que no tiene intención de rendirse. Los alegatos absurdos, con hongos vaginales incluidos, quedarán silenciados por su voz.