Por Serapio Manuel Rojas de León
No imaginé que a un funcionario se le pudiera apartar de sus funciones, precisamente por ese concepto idealizado, de que el funcionario lo es hasta que él quiera, para toda la vida, o, sobre todo, que es intocable.
Podemos asegurar en casos concretos, lo injusto que es, que la Administración pague el sueldo de verdaderos inútiles y endiosados engreídos, a los que la sonrisa se la tienes que llevar tu, y las buenas maneras también, para que si está de buenas ese día, te pueda atender con profesionalidad, rigor, y saber estar.
Por tanto, sorprende la decisión de alejar de sus funciones de Médico Forense, al señor Jorge Cyro Suárez Rivacoba. No me alegra el mal ajeno, sin embargo, la situación personal por la que está atravesando este Forense, por alguna extraña razón, tampoco me entristece. Pues en cierta manera, estaba convencido, de que tarde o temprano, este hombre tropezaría frente a frente con sus propios disparates.
No conozco al señor Jesús Esparza, ese compañero que valientemente ha decidido denunciar a ese otro forense de insoportables actuaciones y discutible profesionalidad, por ser un reputado inútil. Tranquilos, que no son afirmaciones a capricho y ya leerán por qué. Vaya mi solidaridad y mi apoyo a don Jesús Esparza, que repito, no tengo ni idea de quién es, por denunciar lo insostenible. Me reafirmo en ese apoyo más convencido aún, cuando he podido leer, que tiene en contra a jueces, a secretarios judiciales, abogados, procuradores, y a otros funcionarios, por haber conseguido que a ese señor, por llamarle algo, le hayan apartado, ¡por fin!, del Instituto Anatómico Forense.
Hipócritas firmas que suman 186 garabatos, para un apoyo a una persona que no conoce la honestidad, la profesionalidad, ni el rigor de lo que supone su trabajo de la medicina forense. No me creo que entre esas 186 rúbricas, no haya profesionales serios, responsables y comprometidos con su labor en la Administración de Justicia, pues si todos los firmantes son iguales, que al que le muestran supuestamente ese apoyo, es muy grave lo que sucede en ese edificio justiciero de Lanzarote. Habría que meterle fuego, o cerrarlo inmediatamente.
He podido leer en el Semanario de Información, Diario de Lanzarote, en su publicación número 20, del día 07 de Junio del presente, las supuestas irregularidades por las que su compañero le ha denunciado. No entro a valorar si son delitos, si son faltas o sencillamente, si se trata de un auténtico chapucero con bata blanca, presumiendo por el Instituto Anatómico Forense, cuando no está de belingo en los bares y cafeterías.
Lean ahora, por las que hasta yo, aunque me da igual todo ese jaleo, hubiera llevado a este impresentable Forense a los Tribunales de Justicia, en este caso, por su Falso Testimonio ante una Vista con Jurado. Claro que, si no lo hizo la propia Justicia, por qué recarajos lo iba hacer yo.
Por eso mi admiración, señor don Jesús Esparza por su valentía, al decidir y presentar esa denuncia contra el señor Suárez Rivacoba, el tal Jorge Cyro, reconociéndole por otra parte, que no le sería nada fácil lidiar con tan tremenda decisión, pero llega un momento, en que se hace insoportable la angustia que supone, imaginamos, aguantar al semejante en ese mismo Departamento. Ese impresentable podrá conseguir la firma de mil funerarias y otros tantos apoyos, pero no por ello, dejará de ser un indecente y un cuestionable profesional de la medicina forense. Usted, señor Esparza, no ha hecho más que cumplir con su deber de profesional responsable y consecuente. No le preocupe, por tanto, el desatino y la incongruencia de los apoyos a semejante inservible Forense.
Ya estamos acostumbrados, y también un poco cansados, de que el descaro y el cinismo se valoren y apoyen mucho más, que la profesionalidad y el rigor, a los que esas firmas dejan a la altura de la porquería. Usted, ni puñetero caso señor Esparza. Felicidades por su decisión y con la cabeza bien alta, que quienes deben esconderla y desaparecer, son otros. Ya se sabe que la verdad puede estar en minoría, pero no por eso va a dejar de ser la verdad, y la mentira por muchos apoyos que consiga, no dejará de ser una mentira simplemente apoyada.
En mi otro artículo de opinión, del miércoles 02 de mayo de 2012, publicado en el digital crónicasdelanzarote.es, en relación al asesinato de don Benjamín Santana Cabrera, y bajo el subtítulo “LA VERDAD ESCUECE, POR ESO ES LA VERDAD”, frase entresacada de otro artículo de opinión del señor Francisco J. Chavanel, director de 7.7 Radio y publicado en el Canarias7, expuse en relación a ese señor, con la más que discutible profesión de Forense, lo siguiente:
“““La honra, el honor, la decencia, la dignidad y el decoro profesional dejaron que se les escurriera por el caño de la mesa de Autopsias sin el más mínimo remordimiento, con tal de colaborar en el éxito profesional de un Fiscal bastante cuestionable y que buscaba la condena de un Inocente. ¿Cuándo coño van a colgar sus batas, señores forenses, y se largan a sus casas a mejor cosa de una jodida vez? Dejen ese trabajo a gente profesional, honrada y consecuente. …
… Es MENTIRA, por tanto, que hicieron los informes conjuntamente dos forenses.
Ahora leamos lo que le dijo el segundo forense a los Miembros del Jurado, para justificar por qué él no firmó el informe forense del 07 de octubre, Folio 12, ni el Informe del 16 de Noviembre. No se rían por favor, porque este otro impresentable con sus imbecilidades, ha hecho que un Jurado declarara culpable a un Inocente: “Tal vez por un problema de olvido, tal vez de agilidad, de rapidez, algo, no la firmamos”.
¿Pero de verdad, esto puede considerarse una excusa convincente para que este hombre, que dice que estuvo en la Autopsia y que estuvo presente cuando se redactaron los Dos Informes, resultara que no los firmó? ¡Coño! ¡Ni olvido, ni rapidez, ni ese algo! ¡Joder, esto no es una justificación seria, cuando está en juego la vida de una persona que puede pasarse veinte y un años en la cárcel!
¿Pero qué estupidez les ha contado este energúmeno a los Miembros del Jurado, y todavía sigue ejerciendo en el Instituto de Medicina Legal? Sí. Sí. El Magistrado - Presidente, que presidía ese Tribunal, se tragó estas y otras tantas majaderías y las encontró aceptables. …
… Continuó diciendo este otro mentiroso: ”Después el juez nos llama la atención en relación a eso y hacemos como está establecido, un documento donde yo hago una ratificación formal y legal a los ojos del juez”. …
… Mire Usted una cosa, estimado forense. Si el 16 de noviembre de 2009 hubiera estado Usted en el Juzgado número 2 realizando ese Informe junto con su otro compañero forense, a Usted no le hubieran llamado el 12 de mayo de 2010, seis meses más tarde, para redactar el panfleto del Folio 413. Le hubieran dicho que firmara directamente el informe realizado el 16 de noviembre. Pero eso era imposible, porque en el folio 209 de ese informe, que es la primera página, la Secretaria Judicial indicó claramente que Usted no estaba en el Juzgado número 2 ese día y por tanto, Usted no realizó ningún informe conjuntamente con nadie. …
… Es más, Usted lo que firmó en el Folio 413, no es que hizo los Informes junto al otro forense. Usted lo que firmó, es que realizó la autopsia junto al otro compañero forense y mintió al firmar que “revisaba nuevamente” el informe del 16 de noviembre, porque la verdad es que Usted, nunca realizó ningún informe. …
… el 12 de Mayo de 2010, seis meses más tarde, firmó el Folio 413 de la Inst., y les dijo a los Miembros del Jurado otra barbaridad, cuando les contó que la Juez lo había obligado: “Lo hago porque en primer lugar el juez me lo exigió”
Este otro forense, es el que fue el viernes 09 de octubre de 2009 al Tanatorio de Yaiza y echó a la calle a todas las personas que velaban el cadáver de don Benjamín Santana, para ir a quitarle, entre otras cosas, un trozo de hígado. (La autopsia la habían hecho el miércoles 07, y el viernes 09, este incompetente, vuelve a manosear el cadáver de la víctima en su velatorio)
Echó a todo el mundo fuera, para volver a manipular el cadáver y luego una de esas muestras recogidas, el Instituto Toxicológico de Canarias dijo que no sirvió para nada, invalidándose la muestra: "en el caso que nos ocupa, la muestra fue remitida en formol, lo cual imposibilitó la realización del estudio criminalístico" (Folio 361 de la Inst.) ””” .
Es evidente, que cuando nos pongan en semejantes manos, afortunadamente, será porque ya estaremos muertos, así que lo que hagan con nosotros, mejor dicho, con nuestros cadáveres, nos importará un carajo. Pero de lo que no hay duda, es que después de que este forense nos realice la autopsia, nadie sabrá de qué o por qué puñetas habríamos muerto.
Lean también, lo que con respecto a la declaración de Don Jorge Cyro Suárez Rivacoba, y siempre en relación al asesinato de don Benjamín Santana, en mi otro artículo de opinióndel jueves 06 de septiembre de 2012, publicado en el digital crónicasdelanzarote.es, expuse lo siguiente:
“““El Segundo Médico Forense, aquel que no firmó ninguno de los Informes de Autopsia realizados, y que no se acuerda de por qué nos los firmó, tratando de descalificar en el Juicio, la actuación y la declaración del doctor del Centro de Salud de Playa Blanca, les dijo a los Miembros del Jurado, lo siguiente:
“Nosotros hacemos la autopsia por la mañana, al día siguiente. Para poder ver la heridas tuvimos que quitarle un chubasquero, o no sé, algo que tenía. Tuvimos que cortarle con unas tijeras una camiseta antes, para poder ver el tórax. ¿Es factible ver el tórax de una persona como fue encontrado, boca abajo en un charco de sangre, ver livideces? ¡Vaya trabajo! …
…“Que hubo necesidad de cortarla, lo mismo que el chándal. Nosotros, doce horas después, o no sé cuantas horas después, con todas las condiciones tuvimos que hacer todas esas maniobras, me cuesta trabajo entender que levantando un poquito el cuerpo sea posible ver una lividez”. …
… Lo que este Forense explicó como algo tremendo, que necesitó de unas tijeras para deshacerse de la ropa, es lógico que tuviera que hacerlo, ya que eso lo hacía al día siguiente, 07 de octubre, a partir de las 9:30 horas y después de pasar el cadáver una noche entera en un mantenedor. Pues claro, que veinte y dos horas más tarde, la ropa se ha pegado al cuerpo, la sangre está completamente seca y el cuerpo es un bloque totalmente rígido. Es imposible en esas condiciones quitarle la ropa y por eso la necesidad de unas tijeras. …
… Estará orgulloso de haber contribuido con su sesgado y falso testimonio, a la condena de un Inocente. Disfrute y deguste su vanidad y pedantería, señor Forense. Don Benjamín Santana no llevaba ningún chándal y el chubasquero no estaba cerrado en su parte delantera. Por tanto, no eran dos ropas las que impedían ver el tórax de la víctima, sino una simple camiseta que no estaba pegada al cuerpo, que la sangre era todavía fresca y la rigidez del cadáver a esa hora, a las 12.00, permitía esta labor el día 06 de octubre de 2009. …
… Añadamos otra curiosidad con respecto a las intervenciones de este segundo Forense en el Juicio. … Es decir, que analizado ese contenido del estómago de la víctima, no encontraron sustancias tóxicas como las de algún tipo de drogas, y tampoco especificaron nada más con respecto a ese contenido en el estómago. Sin embargo, este segundo Forense, el que no se acuerda por qué no firmaba los Informes, y no daba explicaciones convincentes de nada, le dijo a los Miembros del Jurado lo siguiente:
“Abrí la cavidad gástrica. Yo exclamé: ¡Acabó de tomar café con leche!. ¡Acabado de ingerir! Era café con leche. Acabado de ingerir, digo, diez minutos, quince minutos. Ya veinte minutos más, me costaría trabajo. Encontramos contenido, sin lugar a dudas, porque es que fue el olor. Era un olor de una cafetería. ¡Café con leche!”.
¿Seguro que habla del mismo contenido gástrico? ¿Está seguro de que habla del estómago de don Benjamín Santana, o es el de otra persona, señor Forense? ¿Qué raro, que el Instituto Toxicológico de Canarias no encontrara ese café con leche en el análisis del contenido gástrico de la víctima?
El 16 de noviembre de 2009, cuarenta días después de la autopsia, elaboraron el segundo Informe Forense, y especificaron el contenido gástrico, Folio 215 de la Instrucción:“encontramos en el estómago un contenido líquido, muy fluido, de color canelo, sin grumos, con olor y aspecto general compatible con una mezcla de café y leche”, Lo hicieron constar después de pasados los 10 días de haber recibido los últimos resultados del Instituto Toxicológico de Canarias. (05 Noviembre 2009) …
… Pero es que la Hoja de Cadena de Custodia confeccionada el día 08 de octubre, al día siguiente de la autopsia, Folio 19 de la Instrucción, recoge perfectamente que se les envió una muestra del contenido gástrico del estómago de la víctima. ¿Es que entonces, ese contenido en el estómago de don Benjamín Santana, no era “un contenido líquido, muy fluido, de color canelo, sin grumos, con olor y aspecto general compatible con una mezcla de café y leche”, y por eso el Instituto Toxicológico, no pudo encontrar esa sustancia? …
… Repetimos lo que el Segundo Forense desmemoriado, les dijo a los Miembros del Jurado: “Era café con leche. Acabado de ingerir, digo, diez minutos, quince minutos. Ya veinte minutos más, me costaría trabajo”.
Esto nos vuelve a corroborar sus mentirosas intervenciones en el Juicio, señor Forense, porque se confirma que Usted no hizo ninguno de los Informes de la Autopsia junto al otro compañero, pues en el Folio 216 de la Instrucción, última página del Segundo Informe Forense, consta textualmente lo siguiente:
“Considerando las características del contenido gástrico antes descrito, planteamos que se trata de un contenido el cual lleva un periodo de tiempo muy corto entre su ingestión y el momento de la muerte, ya que sus características organolépticas están prácticamente conservadas. Por lo que el tiempo transcurrido entre la ingestión y la muerte está entre 30 y 60 minutos”.
Observará, señor Forense mentiroso, que son más de diez, más de quince, más de veinte minutos. Ustedes pueden escribir y decir una cosa, la contraria y mentir cuantas veces les apetezca, que no les pasará nada. Ustedes no irán a la cárcel, pero el Inocente ya está en ella y pronto cumplirá los tres años allí dentro. …
… Su otro compañero Forense lo hizo constar en el Segundo Informe que Usted ni se leyó, y eso que habían jurado en el Tribunal que lo habían hecho juntos. “Por lo que el tiempo transcurrido entre la ingestión y la muerte está entre 30 y 60 minutos”. Folio 216 de la Instrucción. … Lo que Usted sí olió, y continúa oliendo, señor Forense, fueron otros cafés y seguramente, en otras tantas cafeterías. ¡Disfrútelos! ”””
Estos son los detalles que yo conozco del Señor Jorge Cyro Suárez Rivacoba, y que ya había hecho públicos en mayo y septiembre de 2012. Extractos de párrafos extraídos de esos otros artículos, con acciones y disertaciones indicadoras de que lo mejor que ha podido hacerse con este Forense, es ponerlo en su casa. Esperemos que se consiga que sea de forma definitiva.
Al día siguiente de esta intervención mentirosa en el Juicio, delante de una cafetería al lado de los Juzgados de Arrecife, un Juez le daba un fuerte abrazo y efusiva felicitación. ¡Incomprensible! No le reprochó su más que reprobable actitud, sino que ese Magistrado, le felicitaba por su claro objetivo de inducir la culpabilidad de un Inocente ante los Miembros de un Jurado, que desconocían la insolvencia de este Perito Forense. ¡Increíble! Pensaba que estas cosas eran más serias y por supuesto, que el rigor profesional entre las distintas responsabilidades, era mucho más independiente. ¡Menuda decepción!.
A las pocas semanas de ese Juicio, veía de nuevo a ese Forense paseando por un centro comercial de Playa Honda junto al Fiscal de la causa contra el acusado de haber asesinado a don Benjamín Santana. No sé si recordarán, que se condenó injustamente por ese asesinato a un tal Youssef Anzaha. Y mientras el señor Suárez Rivacoba se dirigía al baño, el señor Stampa Fuentes se quedaba en la entrada a ese pasillo de los aseos para esperarle. Además de honrados, deben parecerlo. Y no parecen honrados, porque seguramente no lo son.
Me permito la osadía, señor Suárez Rivacoba, de enviarle recuerdos de un tal Youssef Anzaha, al que usted con su Falso Testimonio en el Juicio y con su desastrosa intervención médico forense, ayudó a su condena. Usted en todo caso, debiera estar satisfecho, porque simplemente le han suspendido de sus funciones, enviándole de momento a su casa, y no a una celda en la cárcel. ¡Buena suerte!
“ESCUECE, PERO ES LA VERDAD”