domingo. 15.06.2025

En España tener más de 45 años y quedarse en el paro significa, casi con toda seguridad, la muerte laboral.

En un país en el que mas de 6.200.000 personas se encuentran en situación de desempleo y por tanto pasándolas canutas para llegar a final de mes, si tienes la desgracia de tener mas de 45 años ya puedes empezar a pensar en que es lo que vas a hacer con tu vida porque ni este ni ningún otro gobierno va a hacer lo posible porque vuelvas a la dignidad cotidiana facilitándote la posibilidad de volver a trabajar.

De esta significativa y espantosa cifra de personas sin trabajo, mas de 2.500.000 de ellos tienen 45 o mas años.

¿Que hace este gobierno para remediarlo? Nada de nada.

En las últimas elecciones, el Partido Popular acudió a las mismas con el efecto llamada de que iban a ser capaces de remediar la angustiosa situación de millones de españoles que se encontraban bajo el yugo del desempleo. Iban a ser capaces de corregir esa tan nefasta como negativa tendencia al alza en la tasa de parados. Con sus políticas futuras no solo seria capaces de reducir el número de parados sino que además nos devolverían en relativamente poco tiempo al estado de bienestar del que nunca tendríamos que haber abandonado.

Esto no solo ha ocurrido así, sino que el aumento del número de parados y consecuentemente la cantidad de familias que han entrado en la desesperación cotidiana ha sido impresionante.

Creo que a estas alturas, la excusa de que el país estaba como estaba, como lo habían dejado los socialistas, ya no me vale. Y no me vale porque muchas de las medidas tomadas por este gobierno no han tenido el efecto que se esperaba. Yo era de los que creía que el equipo económico que siempre ha tenido el Partido Popular iba a ser capaz de corregir muchos de los desmanes económico-financieros cometidos bajo la torpe e incapaz dirección política de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero me equivoque.

Sin ser un especialista, se perfectamente que no se puede reactivar la economía sin estimular la inversión privada, sin facilitar a los que generan empleo en este país, los empresarios y fundamentalmente la pequeña y mediana empresa, los mecanismos adecuados para contratar con las debidas garantías legales.

No se puede reactivar la economía de ninguna sociedad aumentando el nivel impositivo de los ciudadanos, recortando su capacidad de gasto, porque, según ellos, solamente así se puede recaudar más para cubrir un déficit nacional que no hemos creado nosotros. Que no me hablen de la Prima de un tal Riesgo que no me interesa. No me hablen de la reducción del déficit de las Comunidades Autónomas porque para cuando la Prima baje y las Comunidades no gasten tanto, los ciudadanos no van a tener con que salir adelante.

Las cuestiones macroeconómicas tienen que ir de la mano de la estimulación del gasto de los ciudadanos con una política impositiva que les permita reactivar la economía de los pequeños comercios. De nada sirve salvar al estado si hunden a sus ciudadanos.

Todas las reformas que se han planteado y las que se van a plantear solamente van encaminadas a incorporar al mercado laboral a los jóvenes, mediante la adopción de medidas tendentes a que las empresas les puedan contratar, subvencionando su contratación o con otras de similar calibre.

Viendo la edad media de nuestros políticos nos damos cuenta de por donde van los tiros. Ellos, casi todos, tienen más de 45 años y su futuro garantizado. Resulta incomprensible como nadie se ha dado cuenta de que a quien realmente hay que colocar es a aquellos ciudadanos que mas lo necesitan.

La mayoría de esos más de 2.500.000 españoles que sobrepasan esta edad, tienen cargas familiares en forma de hipotecas, hijos a su cargo, gastos domésticos, etc. ¿De que sirve poner a trabajar a su hijo cuando su padre no lo hace? ¿Es que el hijo va a sostener a la familia con el sueldito que le van a pagar?

No voy, en ningún caso, a negar el derecho de la gente joven a un puesto de trabajo. Les pertenece y es de justicia que lo tenga.

Pero lo que es realmente preocupante es que el que más lo necesita ni lo tenga ni el gobierno ponga los medios necesarios para que las empresas los contraten.

Esta bien que un hijo tenga su trabajo para que pueda desarrollarse como profesional y como persona, pero lo que es fundamental es que el padre lo tenga para poder sacar adelante a su familia y no tenga que vivir con el drama de la indigencia a la vista.

Los mayores de 45 son los que hacen que los jóvenes tengan futuro. Con su trabajo consiguen que sus hijos estudien, se formen, contribuyen a incorporar al mercado laboral a ciudadanos cada vez mas preparados. Además de aportar su incuestionable experiencia a las empresas para las que pueden prestar sus servicios.

Pero si los padres no tienen trabajo ¿Cual es la consecuencia?: hijos que tienen que dejar la universidad por falta de dinero, hijos que tienen que ponerse a trabajar sin haber conseguido la cualificación necesaria debido a que tienen que contribuir a la economía domestica ante la falta de ingresos del cabeza de familia.

Este país, laboralmente, va al revés. Dejamos sin trabajo al experto para dárselo al joven. Hay una, hasta cierto punto, razón lógica, desde el punto de vista del gobierno, para actuar así: a un recién licenciado le pueden pagar una miseria para utilizar su inexperiencia laboral, explotándolo en horas de trabajo bajo la amenaza de no renovar su precario contrato a un precio irrisorio.

En cambio a uno de más de 45, no se le puede pagar lo mismo porque sus necesidades económicas son infinitamente superiores, no se le puede explotar con más horas de las contempladas en la ley porque no lo va a permitir. Un joven con menos de mil euros al mes y viviendo en casa de sus padres es el rey del mambo. Se compra un cochecito para salir con la novia, sale a cenar con los colegas, incluso alguno se independiza y se va de alquiler. Un padre con ese mismo dinero tiene que sacar adelante a toda la familia, pagar gastos escolares, hipotecas, alimentación de todos los miembros de su familia e intentar vivir con dignidad.

El gobierno bonifica a las empresas que contratan a trabajadores de menos de 35 años, eximiéndoles del pago de la Seguridad Social o bonificando una parte de lo que la empresa paga por ese trabajador.

Esto estaría muy bien si el escalafón superior estuviera bien cubierto.

Cuando España se recupere de esta ruina económica, habrá demasiados cadáveres en el camino, personas que lo han perdido todo en estos años de crisis, que se han gastado los ahorros en sostener a sus familias, en dar una educación superior a sus hijos para que se formen profesionalmente. Estos ciudadanos que han sostenido este país con su esfuerzo llega un momento crucial de sus vidas en el que no tienen, laboralmente hablando, ningún futuro.

¿Qué hace este gobierno para prevenir que eso no pase? Nada.

Y encima quieren alargar más la edad de jubilación para que la agonía de este colectivo de ciudadanos en el paro sea todavía más angustiosa. ¿Si a los 45 o más no encuentro trabajo, que voy a hacer, o mejor dicho, como voy a sobrevivir hasta los 67?

Y mientras el ciudadano de a pie sufre y padece esta situación, los políticos a engordar cada vez mas sus cuentas corrientes.

Y si no ha estallado una guerra civil en España, que por menos que esto se inicio la del 36 es sencillamente porque la economía sumergida lo esta evitando.

Don Mariano, si tienes más de 45 años estás finiquitado
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