Por Víctor Sanginés
En estos pasados días, he leído con atención unas declaraciones del
concejal de Fiestas de Teguise, Daniel Morales, quien planteaba que la
afluencia de público a las celebraciones patronales de La Caleta de Famara
las hacía merecedoras de la consideración de fiesta insular. Y que de la
mano de esta catalogación debería llegar una mayor colaboración del
Cabildo en materia de seguridad. Y por qué no en su financiación, añado
yo.
Como responsable del área de Festejos del ayuntamiento de Arrecife en el
presente mandato y con cierta experiencia ya en el cargo, soy consciente
del enorme esfuerzo económico y organizativo que supone para el
Consistorio la puesta en marcha de los programas de San Ginés y de
Carnaval.
Y a día de hoy, nadie puede negarle a ambos eventos su enorme atractivo
para la población de toda la isla y para muchos de los turistas que se
alojan en el nuestro y en el resto de municipios. De hecho, los Carnavales
se promocionan en Fitur y los Sangineles fueron declarados fiesta de
interés turístico en 1965.
También debo poner el acento en una programación dedicada al Obispo
patrón que de manera intencionada incorpora cada año la memoria de nuestro
pasado porteño, con jolateros y cucañas, habaneras y folclore.
En el caso de los Carnavales, el ayuntamiento apoya el mantenimiento de
los Buches, quienes, revestidos y parranderos, hacían las delicias de
chicos y grandes hace ya cien años, con sus carreras y sus amenazantes
vientres hinchados de pescado. La importancia cultural y etnográfica de
las dos principales festividades capitalinas es incuestionable.
Como evidente resulta la consecuencia de la concentración masiva de
personas en los actos festivos sobre los servicios habituales de limpieza,
seguridad y orden público: un incremento presupuestario difícil de asumir
por la Corporación.
Por tanto, me sumo a las demandas de Daniel Morales; las mismas que oímos
al alcalde de Tinajo cada vez que se asoman Los Dolores por el calendario:
el Cabildo debe apoyar a los municipios que organizan fiestas que superan
el ámbito local, tanto en materia económica como en seguridad.
Así que, con todos mis respetos, señores consejeros, no olviden que
durante las fiestas de San Ginés y en Carnavales, todos somos del Puerto.