viernes. 29.03.2024

El Consejo de Gobierno de Canarias ha acordado este jueves mantener los niveles de alerta por COVID-19 vigentes en todas las islas, excepto en el caso de Fuerteventura, que baja de nivel 3 a nivel 2 dada la mejoría de sus indicadores epidemiológicos. Así pues, Lanzarote y La Graciosa, con 119 casos activos en estos momentos, seguirán otra semana más en nivel 2 de alerta sanitaria -nivel en el que llevan desde el pasado 13 de marzo-, a pesar, entre otras cosas, de que indicadores epidemiológicos como la ocupación de la UCI, la Unidad de Cuidados Intensivos, ya no es una restricción para que hubieran descendido al nivel 1 de alerta sanitaria. 

Por tanto, Tenerife y Gran Canaria continúan en nivel 3 (semáforo rojo), Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa en nivel 2 (semáforo naranja), y La Palma, La Gomera y El Hierro en nivel 1 (semáforo verde).

"En Gran Canaria y Tenerife sigue habiendo datos preocupantes, hay una línea que no logramos reducir", ha dicho el portavoz del Gobierno, Julio Pérez, quien ha anunciado que se va a proceder a una revisión general del cuadro de medidas restrictivas vigentes para cada nivel a raíz de la experiencia y criterios técnicos.

Sin embargo, el análisis de los ocho indicadores epidemiológicos que se utilizan para determinar un nivel de alerta u otro muestra que en las dos islas capitalinas, pese a que ha habido un ligero empeoramiento, no se dan las condiciones suficientes para decretar el nivel 4 de alerta, el más restrictivo, tal y como han pedido esta semana algunas voces en las islas.

Con esta ampliación del nivel 3, las dos islas capitalinas acumulan un mes consecutivo en semáforo naranja, con cierre perimetral, toque de queda a las 22.00 horas y reuniones de como máximo, cuatro personas. Sin embargo, no se ha logrado doblegar la curva de contagios ni reducir la incidencia a siete y 14 días, que, de hecho, han subido. Desde la Consejería de Sanidad apuntan a este periódico que puede deberse a varios factores, entre ellos las fiestas de Semana Santa y la fatiga pandémica, que hace que la población descuide el cumplimiento de las normas sanitarias, entre otras cosas.

Canarias mantiene los niveles de alerta excepto en Fuerteventura, que baja de nuevo al 2
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