domingo. 13.10.2024

¿Y cuándo va a despertar España? (VII)

… Pero en Marruecos, este apoyo logístico exclusivamente sanitario de España a la invasión iraquí,  no se percibió en absoluto para nada bien…

El 15 de abril de 2003, a falta de cinco días para cumplirse un mes en la Invasión de Irak, el "Diario de Córdoba" recogía las opiniones de importantes representantes de distintos agentes sociales marroquíes en un artículo que tituló "Marruecos contra Aznar" y en la que se describía lo siguiente:

"La inmensa mayoría de los marroquíes, desde los dirigentes políticos, sociales, económicos y culturales hasta los ciudadanos de a pie, rechazan abiertamente la intervención militar anglo-estadounidense en Irak y han venido manifestando a diario su rabia y desconcierto ante lo que consideran una agresión injustificada contra un pueblo árabe y musulmán. La cólera de los marroquíes apunta a Washington y Londres, pero también al Gobierno español, y muy especialmente al presidente José María Aznar."

Jalid Sufiani, activista de la causa árabe y uno de los organizadores de las marchas masivas contra la guerra de Irak, afirmó contundente que "Aznar se comporta como un auténtico dictador y no ha sabido o querido tener en cuenta la opinión de la inmensa mayoría de los españoles y de los propios votantes del Partido Popular".

El exministro de Comunicación y dirigente del Partido del Istiqlal (PI nacionalista), Mohamed Larbi Mesari, apuntó: "El Gobierno español, y José María Aznar en particular, han apostado por el imperio americano, desoyendo el clamor popular de su pueblo. Es una apuesta arriesgada e injusta, pero los pueblos árabes no debemos olvidar que el pueblo español sí está mostrando gran solidaridad con Irak".

Simon Lévy, intelectual comprometido, histórico militante comunista y secretario general de la comunidad judía marroquí de Casablanca opinó  igual: "Sería una injusticia imperdonable meter en el mismo saco a los españoles y al señor Aznar, y nosotros no vamos a caer en esta trampa, porque sabemos que los españoles han demostrado una vez más que son un pueblo valiente y democrático; han salido a la calle y han dicho a Aznar, Bush y Blair que no quieren esta guerra injusta, ilegal e imperialista".

(También aquí olvidan convenientemente a Durão Barroso, Portugal, como si ese país no hubiera apoyado la invasión iraquí)

El politólogo y director de investigaciones del Centro de Estudios Estratégicos de Rabat, Mustafá Sehimi, cree que "la España oficial ha vuelto la espalda al conjunto del mundo árabe, y esto provocará resentimientos hacia los españoles. No estoy seguro de que todos los marroquíes sepan hacer la diferencia entre el pueblo español y el Gobierno de Aznar".

Alí, un joven de 26 años que ha trabajado en los invernaderos de El Ejido y en la construcción en Valencia y Barcelona, nos contestó convencido que "los marroquíes no pueden olvidar que 10 millones de españoles han votado a un facha como Aznar y odian profundamente a los árabes, a los que nos llaman moros y cosas peores".

Mohamed el Buki, dirigente de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), expresó sus dudas sobre el futuro de las relaciones entre los dos países. "En mi país hay mucha desinformación, y algunos medios importantes no destacan las grandes movilizaciones que recorren España de norte a sur".

Bachir Znagui, director adjunto del diario socialista Libération recordó que "en Marruecos hay corrientes antidemocráticas, populistas y demagógicas, entre ellas los islamistas, que no tienen ningún interés en diferenciar entre el pueblo español y Aznar."

(DIARIO DE CÓRDOBA. 15 / ABRIL / 2003)

Y prácticamente un mes después de esta publicación del periódico cordobés, el 16 de mayo, tuvieron lugar en  la ciudad de Casablanca, Marruecos,  cinco atentados terroristas suicidas yihadistas perpetrados por quince kamikazes que asesinaron a 46 personas de las cuáles cuatro de ellas eran españolas dejando a casi una centena de heridas.

Aquella noche del viernes 16 de mayo los terroristas llevaron a cabo cinco ataques en el barrio de Anfa, en el centro de Casablanca buscando causar el mayor daño posible.

El ataque más mortífero, y el primero que se llevó a cabo, fue a las 22ː30 horas en el restaurante del Centro Cultural Casa de España. Varios terroristas se inmolaron en su interior asesinando a 23 personas entre comensales y empleados, incluidas las ya mencionadas 4 españolas. En el momento del ataque podían encontrarse unas 100 personas en su interior, la mayoría de ellas de origen marroquí. Además del restaurante, fue atacada la anexa Cámara Española de Comercio.

El segundo tuvo lugar mediante la explosión de un coche bomba en el Hotel Farah propiedad de la cadena hotelera Safir de Bahrein, matando a un guardia y al portero.

Otro terrorista se dirigió al antiguo cementerio judío, inmolándose a 150 metros de éste y matando a tres transeúntes y otro coche bomba con dos ocupantes se estrelló en el Centro Educativo y Cultural de la Alianza Israelita Universal (AIU), causando solamente daños materiales. Ese edificio a esas horas se encontraba vacío.

Y por último, un tercer coche bomba estalló frente a la pizzería Le Positano ante el Consulado-General belga matando a dos policías. Dos terroristas fueron arrestados antes de llevar a cabo sus ataques.

El líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó convencido que la posición del Gobierno ante la guerra de Irak habría puesto a España en la “primera línea de los objetivos del terrorismo islámico".

La rápida y extraña investigación de Marruecos sorprendentemente concluyó que los atentados de Casablanca  tenían entre sí un mismo vínculo en los cinco objetivos, incluidas la Casa de España y la Cámara Española de Comercio: "LA PRESENCIA DE CIUDADANOS JUDÍOS".

Con esta conclusión de Marruecos,  el gobierno del Partido Popular se tranquilizaba relajando su actitud hacia el país vecino, al considerar que en esos atentados no se intervino en contra de intereses españoles.

Una bajada de la guardia imperdonable y una dejadez de vigilancia incomprensible…

(Fin de esta séptima parte…)

¿Y cuándo va a despertar España? (VII)
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