En último Consejo de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote celebrado el pasado viernes se dieron por parte de los representantes empresariales de la isla unos sorprendentes posicionamientos: solicitaron que no se ocupara más terreno con la construcción de nuevas carreteras (soterramiento de la autovía de Playa Honda); defensa del transporte público y evitar nuevas rutas marítimas entre Gran Canaria y el puerto de Playa Blanca que eviten la masificación de la carretera al sur. Y esto llama a la sorpresa. Pues por una vez, y espero que sirva de precedente, los empresarios y sus respectivos representantes están de acuerdo con el pensamiento medioambientalista que ha tenido la sociedad conejera en los últimos cincuenta años.
Y va la izquierda, el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de San Bartolomé, gobernados por el PSOE, y se posicionan a favor de la destrucción del paisaje pidiendo la construcción de nuevas carreteras.
Hoy, con gobiernos de izquierda, los problemas de movilidad se pretenden solucionar con más carreteras. Ayer, con gobiernos nacionalistas y de derechas, la izquierda se tiraba a las calles para protestar contra las políticas de ocupación del paisaje, bien fuera con cemento o con piche. No había término intermedio. ¡Ni una cama más, ni una carretera más!
Mi conclusión es sencilla: la defensa del paisaje es una herramienta para llegar a gobernar. Una vez en el gobierno, el paisaje es un solar que hay que ocupar.