El Consejo de Europa aprueba por amplia mayoría el Informe que cuestiona las sentencias contra independentistas Ojo, que el Consejo de Europa pide indultos y pide amnistía, pero no por las razones que aduce ahora Sánchez. No se piden por y para la concordia, algo que se da por descontado. Se piden porque las sentencias contra independentistas fueron injustas.
Ahora se explica de manera definitiva el ansia que le entró al gobierno de Sánchez, a empresarios y hasta a la curia eclesiástica por la historia de los indultos. Para neutralizar el fuerte impacto de prestigio que atiza el Consejo de Europa contra la Justicia del estado español.
La reacción oficial del gobierno del estado español y de los medios oficialistas ha sido quitarle hierro a esta decisión, no dándole excesiva importancia. Y en estricto sentido, es cierto que lo que ha dicho el Consejo de Europa no tiene muchos efectos prácticos. Pero sí tendrá notable repercusión a futuro. El prestigio de la Justicia del estado español queda a la altura de la de Turquía y, desde luego todas las actuaciones que despliegue la Justicia del estado español contra la gente independentista serán rechazadas en Europa. El rencor imperial español no se satisfará. No podrá juzgar a nadie más y pronto Puigdemont, Ponsatí y Comin, estarán en Cataluña Sur.
Quienes no asumen ni toleran que la gente independentista estamos aquí, tienen que entender de una vez que el camino de la arbitrariedad judicial, del "a por ellos" y del rencor es nefasto. La única salida es que ambas partes reconozcamos la existencia y el derecho de la otra y, a partir de ahí, sin juicios ni cárceles ni multas, buscar soluciones para encontrar un espacio en el que todo el mundo se sienta cómodo.
Y desde luego, tiene que desaparecer ese peregrino criterio de que la gente independentista podemos tener nuestras ideas, pero no podemos hacer nada para llevarlas a la práctica. Si el estado español no nos respeta los derechos, ya se ve que la Unión Europea, sí. Y el estado español no puede reconocer a la Unión Europea solamente para imponer las normas neoliberales. Europa no termina en los Pirineos.
Y termino por el principio: Todo el argumento imperial español es que en Cataluña el sentimiento independentista es minoritario. Pero se niega con encono, muy significativamente, a que se celebre una consulta que aclare la cuestión. Y no se olvide que la demanda de esa consulta, así como la derogación arbitraria de un Estatut aprobado legal y democráticamente fueron los detonantes de este estallido.