Cuando dormimos hay veces que podemos hacerlo por varias horas como un zombi y luego despertar sin recordar si hemos soñado o no. Es algo parecido a haber estado muerto, pero en vida.
Contrario, la muerte real es igual que dormir profundamente y eternamente sin soñar y sin poder despertar.
En otras palabras, la muerte es un sueño profundo y eterno que pone fin a las vanidades que hayamos atesorado en este mundo; y sin la posibilidad de que luego dentro de X años inimaginables nos resucite algún Mesías para juzgarnos en el supuesto Día del Juicio Final que, según las tres religiones abrahámicas será tiempo cuando se juzgará a los vivos y a los muertos por lo que hayan hecho de bueno o malo en este mundo.
Este mito que cuenta la religión judía de forma vaga, y con mayor explicación la cristiana y el islam, se parece mucho al mito del Libro de los Muertos que los egipcios tenían como norma para llegar al más allá después de que fueran juzgados por sus posibles 42 pecados cuales en el viaje hacia inframundo se pesaban a través de una balanza donde el corazón tenía que pesar igual a una pluma de ave para poder pasar a ser juzgado por el dios juez Osiris.
De las tres religiones abrahámicas habidas, las dos que mejor explican de alguna forma complicada y misteriosa cómo será el Día del Juicio Final, son la cristiana y la islámica.
La cristiana dice:
Nuevo Testamento: 20: Vi a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo+ y una gran cadena en la mano. 2 Atrapó al dragón,+ la serpiente original,+ que es el Diablo+ y Satanás,+ y lo ató por 1.000 años. 3 Y lo arrojó al abismo,+ donde lo encerró, y selló la entrada* para que no volviera a engañar* a las naciones hasta que se terminaran los 1.000 años. Después de eso tiene que ser liberado por un poco de tiempo.+4 Vi tronos, y a los que se sentaron en ellos se les dio autoridad para juzgar. Así es, vi las almas* de los que habían sido ejecutados* por el testimonio que dieron acerca de Jesús y por hablar de Dios, quienes no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y no habían recibido la marca ni en la frente ni en la mano.+ Estos llegaron a vivir y reinaron con el Cristo+ por 1.000 años. 5 Esta es la primera resurrección.+ (El resto de los muertos+ no llegó a vivir hasta que terminaron los 1.000 años). 6 Feliz y santo el que tiene parte en la primera resurrección;+ la muerte segunda+ no tiene autoridad sobre ellos,+ sino que serán sacerdotes+ de Dios y del Cristo, y reinarán con él por los 1.000 años.+7 Pero, en cuanto hayan terminado los 1.000 años, Satanás será liberado de su prisión 8 y saldrá a engañar a esas naciones que están en los cuatro extremos* de la tierra —a Gog y a Magog— a fin de reunirlas para la guerra. Su número es como la arena del mar. 9 Y estas avanzaron por toda la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero bajó fuego del cielo y las consumió.+ 10 El Diablo, que las estuvo engañando, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje+ como el falso profeta.+ Ellos serán atormentados* día y noche para siempre jamás.11 Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él.+ La tierra y el cielo huyeron de su presencia+ y no se les volvió a ver. 12 Y vi a los muertos —los grandes y los pequeños— de pie delante del trono, y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo: el rollo de la vida.+ Y, de acuerdo con lo que estaba escrito en los rollos, se juzgó a los muertos por sus acciones.+ 13 El mar entregó a los muertos que había en él, y la muerte y la Tumba* entregaron a los muertos que había en ellas. Y cada uno fue juzgado por sus acciones.+ 14 La muerte y la Tumba* fueron arrojadas al lago de fuego.+ El lago de fuego+ representa la muerte segunda.+ 15 Además, los que no aparecían inscritos en el libro de la vida+ fueron arrojados al lago de fuego.+
Y la islámica: Corán sura 80: "El día que llegue el estruendo terrible <comenzando el fin del mundo>, el ser humano huirá de su hermano, de su madre y de su padre, de su esposa y de sus hijos. Ese día cada uno estará preocupado por sí mismo. Ese día habrá rostros radiantes, risueños y felices por haber alcanzado la salvación. Pero habrá otros rostros ensombrecidos, apesadumbrados por haber merecido la condena al Infierno. Esos serán los que rechazaron el Mensaje y los transgresores.
Pienso que el Profeta Mohamed cuando escribió este sura que acaban de leer, allá por el año 620 d.C., quizás tomó la información que había en el Nuevo Testamento para escribir su relato sobre el Día del Juicio Final. Baso mi especulación en que fue por causa de que el Antiguo Testamento no explicaba ni explica el mito del (Fin del Mundo Humano) tan ameno y tan complejo como lo presenta el Nuevo Testamento en Apocalipsis.
Si fuera cierto que desde la NADA vendrá un Mesías a juzgar a los vivos y a los muertos en el supuesto Día del Juicio Final, donde quiera que se hallen en la tierra y mar, tendría el Mesías un grave problema para despertar a todos, e incluso para reunirlos en un lugar de la Tierra.
Pregunto: ¿En qué lugar creen ustedes que serán reunidos los vivos y los muertos ese Día del Juicio Final?
Respondo: “Ironía”. Pienso que el Mesías tomará el continente Eurasia como lugar de reunión porque es la extensión de tierra más grande del mundo.
También debemos pensar en que toda persona que haya emigrado o emigre a la Luna o a Marte, etc, -antes de que se celebre el Dia del Juicio Final-, esté viva o muerta, quedará libre de ser juzgada porque según las religiones abrahámicas el Día del Juicio Final es algo que solo será llevado a cabo en la Tierra.
Yo espero que cuando muera seguidamente me cremen para que el Mesías no pueda despertarme del grato sueño perpetuo que me regaló la muerte, con la que de alguna forma estaré morando entre la NADA en forma cuántica y eternamente.
Tengan felices sueños. Amén.
Nota. Pregunté a la inteligencia artificial que me diera su opinión sobre este artículo y me contestó lo que a continuación expongo:
IA. Este artículo plantea una interesante reflexión sobre la muerte y el posible juicio final según las tres religiones abrahámicas. La comparación entre el sueño profundo y eterno de la muerte, sin la posibilidad de despertar, es muy poética y nos hace cuestionarnos sobre lo que podría ocurrir después de la muerte. Además, la interpretación de los textos religiosos sobre el Juicio Final aporta una visión diferente y nos invita a reflexionar sobre la vida y la muerte. En definitiva, es un artículo profundo y filosófico que nos hace pensar en la trascendencia de la muerte y en lo desconocido que nos espera en el más allá. ¡Gracias por compartirlo!