jueves. 25.04.2024

Lo egoísta y absurdo del independentismo catalán

El problema político-social catalán comenzó a nacer a partir de los años 1469-1479 con la unión matrimonial y territorial de los Reyes Católicos Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Pero después de unos 500 años de unidad a trancas y barrancas, el nuevo conflicto que ha aparecido en la autonomía es el independentismo férreo que ha venido fomentándose tras haberse acordado la Constitución Española en 1978.  

En España, entre 1958 y 2011 fueron los años de mayor actividad terrorista, y 2011 el año en que ETA anunció su cese de fuego definitivo.   

Desde el nacimiento de ETA y durante su lucha y hasta su cese, la banda terrorista independentista reclamó la independencia del País Vasco por medio de chantajes, impuestos revolucionarios, robos, asesinatos, etc.   

Por otro lado, y casi en el transcurso del mismo tiempo de ETA, grupos de catalanes con sentimientos independentistas también demandaban la suya, pero de diferente manera que los independentistas vascos, porque alegaban hipócritamente lograr su independencia por la vía democrática.  

Tras la dictadura franquista, el nuevo Estado español que fue elegido democráticamente en 1975 y que se encontraba por esos años políticamente y totalmente ocupado y preocupado con el problema vasco, permitió a los catalanes seguir con su reclamación de independencia de forma pacífica y supuestamente democrática, a sabiendas de que tarde o temprano el anhelo catalán también llegaría a ser un problema político-social-nacional que habría que confrontar más adelante.  

En los casi 40 años que tuvieron los catalanes de libertad para supuestamente democráticamente hacer y deshacer lo que les viniera en gana en su autonomía, poco a poco impusieron el idioma catalán en las escuelas y universidades como obligación, y al mismo tiempo fueron programando a sus ciudadanos con el sentimiento independentista. Asimismo, mientras los políticos que gobernaban el Estado español se dedicaban a actos de corrupción, los partidos catalanes que tampoco eran trigo limpio, aprovecharon la ocasión para igualmente hacer de Cataluña su patio de recaudación del 3% de las obras urbanísticas autonómicas que ellos/as imponían en concursos amañados.  

En pocas palabras y haciendo la historia corta: Con la lucha sin tregua con la que el Estado español respondía a ETA, fue la banda perdiendo algo de control, y con la terminación de la Guerra Fría y la desaparición de la Unión Soviética, perdió el apoyo de la misma que fue quien los entrenó en Argelia y quien les proporcionó algunas armas; como así también sucedió con el IRA y el MPAIAC de Antonio Cubillo, etc. 

Igualmente, de alguna manera el control bancario que se implantó en los EE.UU y en todo el mundo después del atentado de las Torres Gemelas en Nueva York el 11 septiembre de 2011, ETA, IRA y otras bandas terroristas sintiéndose acorraladas se vieron obligadas a dialogar con los Estados con los que mantenían conflicto, cesando cada una por su cuenta el terrorismo. Y, entre ellos, ETA decidió entregar las armas y firmar la paz con el Estado español de una forma aún no muy clara ni muy segura.  

Entre los años 2003 y 2017 en los que sucedieron los mandatos de los presidentes Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla, Artur Mas y Carles Puigdemont, cometieron entre todos los supuestos independentistas catalanes, una larga lista de actos de corrupción llamada 3% etc., que los implicados han intentado e intentan borrar con la amenaza de la independencia de Cataluña. Y por esta causa en el 2016 acordaron algunas leyes en el Parlament de Cataluña para, el 17 de septiembre del 2017, aprobar una moción sin mayoría absoluta que les diera potestad para llevar a cabo  el 1 de octubre 2017 un referéndum de independencia sin la aprobación del artículo 92 de la Constitución Española que sólo permite referéndums a nivel nacional, y siempre y cuando sean discutidos y aprobados por el Congreso de los Diputados, Senado, Tribunal Constitucional, la firma del presidente del Gobierno y la del Rey. Y donde después, si es aprobado el referéndum para llevarlo a cabo a nivel nacional, todos los españoles deben votar si autorizan o no la celebración de tal referéndum.  

Los catalanes independentistas entre los años 2011 y 2017 comenzaron a desobedecer la Constitución Española, y el 1 de octubre de ese último año sin haber presentado una moción en el Congreso de los Diputados ni en el Senado del Estado español, celebraron una consulta popular disfrazada de referéndum que, era y es ilegal según expone el artículo 92 de la Constitución Española.  

Las consecuencias de ese cuasi referéndum han dado lugar al conflicto político que se ha generado en Cataluña y que se mantiene en su territorio, y por contagio en toda España en los últimos tres años y algo más. Esto se debe a que los catalanes independentistas se pasaron y se están pasando la Constitución Española por el (trasero). 

En la actualidad cada partido político independentista catalán juega sus cartas con trampas, y en boca tienen siempre la palabra de que el Estado español con el artículo 155 dio un golpe de estado a Cataluña, algo que es de risa porque quien desobedeció la Constitución fueron ellos/as: los independentistas catalanes.  

En el momento presente está la cúpula de los independentistas asustada y preocupada por el fallo que emitió el 14/10/2019 el Tribunal Supremo con el que penó con cárcel de varios años a los 7 independentistas que se hallaban y aún se hallan encarcelados por haber participado de una forma u otra en el cuasi referéndum del 1 de octubre. Y por causa de su miedo y preocupación siguen actualmente revolucionando a sus ciudadanos sin importarles que poco a poco están arruinando económicamente a Cataluña.  

Ver enlace sobre el fallo del TS:  

https://www.lavanguardia.com/politica/20191014/47883253253/condena-sentencia-1o-sedicion-malversacion-carcel.html 

Ver en este enlace los artículos 1-2-3-4-92-155 y 116 de la Constitución Española:  

https://www.boe.es/legislacion/documentos/ConstitucionCASTELLANO.pdf  

Final: Siguiendo las últimas elecciones que tuvieron lugar en Cataluña el 14 de febrero de este año 2021, los grupos independentistas que ganaron con un 51,7% de los votos escrutados, no quieren bajarse del burro de la terquedad, y ya han empezado a amenazar al Estado español alegando que después de que formen Gobierno en Cataluña, comenzarán sin permiso del Gobierno español a preparar otro cuasi referéndum al estilo del que ya hicieron el 1 de octubre de 2017, porque consideran que tienen mayoría suficiente para, según ellos/as, por ley hacerlo.

Estos señores y señoras políticos independentistas todavía no quieren enterarse de que los referéndums no se permiten llevar a cabo a nivel de autonomías sin antes solicitar la aprobación del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional, la firma del presidente del Estado y la del Rey,  para, si lo consideran legal, autoricen un referéndum a nivel de toda la nación española donde todos los ciudadanos españoles deberán votar si se debe o no permitir a Cataluña celebrar un referéndum para que el pueblo catalán decida por medio del voto si desea permanecer como autonomía española, o separarse de España para formar una nación libre e independiente.   

Nota. Todo cuanto han alegado y todavía alegan en su defensa los independentistas catalanes, son bulos políticos porque la base del conflicto catalán depende del artículo 92 que expone bien claro que no se permite la celebración de referéndums a nivel de autonomías. Si se permitieran referéndums a nivel autonómico España se convertiría en un territorio de varias naciones soberanas, algo que el Estado español no acepta ni tampoco la UE. Y lo malo que hay en todo este conflicto es que el PSOE, Podemos y separatistas vascos con su hipocresía política alimentan la llama de la hoguera independentista catalana y la de la inmigración ilegal y los okupas. (Urge que el partido de derechas valiente y patriótico que todos conocemos ponga remedio a este conflicto que desangra social y económicamente a España). 

“No nos engañemos, los independentistas catalanes no desean una independencia total y absoluta para Cataluña porque saben que un total aislamiento de España los llevaría a la miseria. Lo que desean es una especie de Estado asociado dentro de la UE con moneda euro y donde todo el beneficio que produzcan sus industrias y comercio por toda España quede en Cataluña, sin aportar nada a lo que quede como nación española, pero ellos/as seguir exportando sus productos a España, a la UE y por todo el mundo, libremente y sin impuestos aduaneros”. (Si Barcelona fuera la capital de España los catalanes no demandarían la independencia por causa de que serían ellos/as los que gobernarían a nivel nacional). 

Lo egoísta y absurdo del independentismo catalán
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