El espacio en el que vivía Víctor Carmelo R.P. y donde fue hallado su cadáver.
FOTOS: DORY HERNÁNDEZ
El cadáver de un varón de unos 69 años de edad, degollado y maniatado, fue hallado este jueves por tres jóvenes cuando paseaban en bicicleta por el municipio lanzaroteño de Tías. En un principio se dijo que la cabeza del fallecido, identificado como Víctor Carmelo R.P., grancanario y de 69 años, había sido encontrada en el interior de una bolsa de plástico. Sin embargo, este extremo ha sido desmentido este viernes por la mañana por el director insular de la Administración General del Estado en Lanzarote, Carmelo García Déniz, quien aseguró en el programa "El Despertador" de Agustín Acosta Radio que la información adelantada en un principio era errónea.
El puente donde vivía el fallecido está cerca de la Machacadora del municipio de Tías.
Según informan fuentes policiales, el cuerpo sin vida, que presentaba claros síntomas de violencia, fue encontrado en las inmediaciones de un puente cercano a la Machacadora de Tías, donde acudió una comisión judicial para proceder al levantamiento del cadáver.
Las mismas fuentes explican que el cadáver pertenece a un hombre que llevaba tiempo viviendo en las inmediaciones del puente, en una especie de chabola, donde ha sido encontrado su cadáver.
Un cuchillo en la escena del crimen
Por otro lado, los investigadores han encontrado también un cuchillo junto al cuerpo sin vida. Fuentes policiales señalan que el cuchillo aparecido junto al cadáver podría haber sido utilizado para degollar a la víctima. Estas fuentes aseguran que el cadáver no estaba totalmente decapitado, a pesar de que en principio llegó a trascender esa circunstancia.
El cadáver fue trasladado por los servicios funerarios.
En cuanto se percataron del hallazgo, los tres jóvenes alertaron a la Policía. En el lugar de los hechos se personaron agentes de la Policía Local de Tías y efectivos de la Guardia Civil, que han iniciado una investigación para esclarecer este asesinato, y para lo que serán vitales los resultados de la autopsia. De momento, la principal hipótesis que se baraja en la investigación está relacionada con algún tipo de venganza.
Al parecer, el fallecido residía habitualmente bajo el puente donde fue hallado su cadáver, en el que había construido una especie de habitáculo utilizando maderas y otros elementos.
Un hueco como vivienda
En concreto, el fallecido vivía en un hueco en la canalización de un barranco en el margen izquierdo de la carretera Arrecife-Yaiza, al otro lado de la machacadora de Tías. Había tapado la apertura con puertas y otras maderas.
A la víctima se la veía caminar muy frecuentemente por la zona y frecuentaba, asimismo, el bar de una gasolinera cercana. Según la Policía Local de Tías, había trabajado una temporada en una carpintería y, según otras fuentes, también andaba en ocasiones por la zona de Matagorda.
Según fuentes policiales, con anterioridad había vivido en otras infraviviendas del mismo tipo existentes en la zona.
