Una persona con evidentes problemas mentales que ya generó todo tipo de problemas en Arrecife se ha instalado en una parcela de la zona industrial de Playa Honda, justo en un lugar donde había una antigua casa que el individuo ha ocupado ilegalmente y ha terminado convirtiendo en un auténtico estercolero.
El problema, como ha comprobado este diario trasladándose al lugar y hablando con todos los estamentos y personas implicados en el asunto, es mucho más grave de lo que aparentemente parece. Es una parcela industrial que tendría que tener uso en un momento de evidente expansión y crecimiento, en un momento además en el que se ha aprobado el Plan General de San Bartolomé y en el que por tanto se podría continuar con la labor de adecentamiento del lugar y puesta en marcha de algún negocio que genere más riqueza al municipio. Nada más lejos de la realidad. El individuo, que tiene un evidente síndrome de Diógenes, una enfermedad que hace que las personas se aíslen socialmente y les dé entre otras cosas por acumular enormes cantidades de basura, no sólo ocupó la vivienda sino que se empadronó en ella. Por eso, teniendo en cuenta lo difícil que es en este país echar a alguien de una propiedad que ocupa por muy pocos derechos que aparentemente tenga sobre la misma, se está desarrollando un proceso de desahucio que no parece terminar jamás. Así lo han confirmado a este diario fuentes del Ayuntamiento de San Bartolomé consultadas por este diario, que han admitido su interés por resolver lo antes posible el asunto. De hecho, este mismo miércoles en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio-COPE Lanzarote el primer teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Antonio Rocío, adelantó que estaban en contacto con los propietarios de la parcela para tratar de hallar entre todos una solución urgente que pasa por restituir la zona a su modo original y ver qué pueden hacer allí una vez que consigan desalojar a la persona que está creando un auténtico vertedero imposible de controlar. “Conozco perfectamente el caso porque esto no es nuevo, esto lleva cerca de dos años siendo un verdadero problema para nosotros y para los propietarios. Es lamentable, lo tengo que decir, pero es la realiad, esta persona tiene una situación especial que no se puede resolver de un día para otro. El Ayuntamiento ha hecho esfuerzos enormes que no han servido para nada hasta la fecha, cada dos o tres meses hemos hecho campañas de limpieza con un coste elevadísimo que encima hemos tenido que repercutir en los propietarios del solar. Sé que esta persona tiene problemas mentales, pero lo que no puede ser es que los problemas de esa persona afecten al colectivo y a los propietarios”, argumentó Rocío. “Aquello está en una situación lamentable, es una auténtica escombrera, con problemas de insalubridad, basura constante, animales de todo tipo sueltos por todas partes y es tremendo. Pero el Ayuntamiento hace esfuerzos constantes, insisto, no hemos dejado el asunto sin más. Estamos en contacto continuo con la propiedad e incluso con los Servicios Sociales para buscar una solución. El Ayuntamiento está buscando alternativas y quizás haya novedades en breve”, anunció. “La gente debe saber que a nosotros también nos parece una vergüenza la situación. La parcela está en una zona industrial por donde pasan muchos vehículos y la primera imagen que te encuentras es lamentable. Al final habrá una solución y llegará en breve”, insistió.
Basta con ver las imágenes para darse cuenta de la magnitud del problema. Una casa ocupada en la que además se pueden leer en su fachada cosas como que la persona que vive dentro está poseída y es peligrosa.
A los propietarios, con los que también ha hablado este diario, les gustaría como es lógico que se hallara una solución rápida. Han tenido toda la paciencia del mundo para esperar a que se cumplan con los trámites administrativos. Eso sí, les gustaría que el Ayuntamiento fuera ágil para que una vez que logren desalojar de allí a la persona que habita la casa tengan los permisos para poder actuar con diligencia, lo primero, siendo como es zona industrial, pudiendo vallar el perímetro para impedir que nadie más ni el propio inquilino actual puedan entrar en el lugar con la facilidad con la que lo han hecho hasta ahora.
