Los niños que han participado durante las Navidades en las actividades programadas en el Aula Didáctica celebraron este viernes una gran fiesta con la que se dio por finalizada esta iniciativa que desde el día 23 de diciembre ha animado el centro de Arrecife. Los pequeños recibieron la visita de un paje de los Reyes Magos,
En este recinto se reunieron los cientos de niños que en estas vacaciones navideñas participaron en la actividad y que estrenaron las coreografías, play back y canciones que han estado ensayando durante estos días, una actuación en la que también participaron las alumnas del club gimnasia rítmica Sol de Timanfaya.
Un balance positivo
Con esta ya son cinco las ediciones que han tenido lugar en la capital, en donde se habilita a final de año un espacio para el recreo de los más pequeños. Como en anteriores ocasiones, el resultado del trabajo de las integrantes de la Asociación Mararía, que es la promotora del Aula, ha sido excelente, y han cerrado los talleres con la satisfacción de saber que han atendido a más de doscientos niños cada día, a los que han conseguido transmitir algunos valores como el compañerismo y la igualdad, dos de los grandes objetivos de esta actividad.
Los doce monitores involucrados en este proyecto se han esforzado por crear una dinámica de juego con la que además
Aprender
A través de los juegos y de las actividades que se desarrollaron en los catorce días que ha permanecido abierta el Aula Didáctica, los pequeños han aprendido el valor del compañerismo, la igualdad o el respeto, unos conceptos que se incorporan en la dinámica de los juegos para transmitirlos con naturalidad.
Con esta intención se recuperaron además algunos juegos populares como el salto a la piola, los boliches, el escondite inglés o el pasemesí, que se entremezclaron con el resto de talleres de manualidades, caretas o audiovisuales que también tenían el objetivo de equilibrar aprendizaje y entretenimiento.
Fomentar la creatividad
La creatividad fue el principal ingrediente de los días que pasaron los pequeños en este recinto, en el que se les dio total libertad para pintar y expresar sus propias ideas en los talleres de expresión artística, baile, maquillaje, y todo tipo de actividades lúdicas creativas.
Los participantes se llevaron a casa
Recuperar la calle
Por una parte intentarán conseguir que los más pequeños jueguen en igualdad aprendiendo a respetar a sus compañeros de juegos, adquiriendo habilidades sociales y cívicas necesarias para la conciencia.
Pero el colectivo de Mararía se planteó también como objetivo recuperar la calle para el disfrute de los niños, de forma que los más pequeños también puedan aprovechar sus ratos de ocio al aire libre.
Además, intentaron enseñarles a combinar con naturalidad estos juegos con el medio urbano que les rodea. El marco de la ciudad no tiene siempre por qué ser un entorno peligroso ni frío, muy al contrario, Arrecife cuenta con algunas características que la convierten en un lugar propicio para el juego si se hace uso de las zonas abiertas de su casco histórico.
En esta línea trabajaron las monitoras y profesionales de Mararía, que en estos días de Navidad se dedicaron al juego en unas fechas en las que, aunque los niños han estado de vacaciones, pudieron que compaginar su tiempo libre con la continuación del horario laboral de sus padres.