El juicio contra cuatro ciudadanos de nacionalidad dominicana acusados de un delito de tráfico de drogas quedó visto para sentencia este martes en el Palacio de Justicia de Arrecife. El Ministerio Fiscal pidió 6 años de prisión para cada uno de los procesados, junto con una multa de 41.855,76 euros por el delito contra la salud pública.
Los acusados estuvieron arropados por numerosos familiares y amigos que se personaron en la sala de vistas del Palacio de Justicia de Arrecife.
Fotos: Dory Hernández
La Audiencia Provincial de Las Palmas celebró desde primera hora de la mañana la vista oral en la que, a través de las pruebas testificales y periciales, quedó bastante claro que los imputados no estaban precisamente jugando al billar en el locutorio “Mis Amigos” de la calle La Inés, durante la tarde-noche del 23 de febrero de 2006, sino realizando una transacción económica por casi 300 gramos de cocaína valorados en 8.385,27 euros (casi 14 millones de las antiguas pesetas).
Uno de los imputados por este delito de tráfico de drogas, Hiuber Manuel Ramírez Gil, de 20 años, permanece en prisión desde febrero de 2006, mientras que el resto está en libertad con cargos. En poder de Hiuber se intervinieron dos bolsas de cocaína distribuidas en 30 cápsulas con una pureza del 39,2%, cuando cuatro agentes de la Policía Nacional irrumpieron en el citado local y les pillaron in fraganti.
La actuación policial
Tal y como explicaron ante la Audiencia los cuatro agentes que hoy testificaron, uno de los policías siguió a uno de los acusados, Hiuber, tras entrar en el locutorio. Éste se dirigió hacia unas dependencias contiguas del local, donde cerca de una mesa de billar le esperaban los otros tres acusados, Valentín Recio Ferreras, de 29 años, José Severino Diroche, de 36 años, y Warrington Augusto De la Cruz Pujols, de 23 años. El primero regentaba el establecimiento, mientras que los otros dos eran conocidos de Warrington.
Una vez que el agente se percató de que el recién llegado sacaba dos bolsas de droga mientras Valentín y José Severino portaban sus carteras y se disponían a comprar algo, el policía hizo una señal a sus compañeros que dio inicio a las respectivas detenciones y al decomiso de la droga.
Cruce de acusaciones entre los imputados
Una vez detenidos y ya en los calabozos de Comisaría, según alegó uno de los abogados, al parecer algunos de los acusados acordaron atribuirle toda la responsabilidad del delito sólo a uno de los procesados, en concreto a Hiuber. Éste, a su vez, aseguró desde un principio que las bolsas de droga las había recogido de casa de Wellington un rato antes de las detenciones, negando en todo momento que la droga incautada le perteneciera.
Los cuatro imputados, tres de ellos en libertad con cargos, respondieron este martes ante la Audiencia Provincial del delito del que se les causa.
De esta manera, a pesar del testimonio de la propia esposa de Wellington, que aseguró que Hiuber efectivamente había pasado por su domicilio antes de acudir al locutorio y que sugirió que entonces el amigo de su marido ya llevaba seguramente una bolsa con la droga, el fiscal determinó que el primero era jefe del segundo, y que éste se iba a encargar de distribuir la droga entre Valentín y José Severino, que la venderían en pequeña escala.
Razones de la Fiscalía
El fiscal consideró sobradamente probado que al menos tres de los cuatro detenidos se disponían a intercambiar droga por dinero en las dependencias del locutorio. Para ello, junto con un testimonio que ratificó que José Severino se dedicaba al préstamo de dinero con un alto interés en la devolución y al empeño de joyas, fue esencial la declaración de uno de los policías, que aseguró que tras seguir al acusado que portaba la droga, éste y los otros tres acusados, “en actitud de espera” según dijo, se dirigieron a la zona de la mesa de billar, donde se situaron en un único lateral de la mesa.
El fiscal concluyó que, a la vista de los hechos, parece que los acusados no estaban jugando al billar, por lo que ratificó su petición de sentencia condenatoria. El Ministerio Público calificó de “peregrinas” las razones esgrimidas por la defensa para justificar la presencia de la droga y los indicios en la más que presumible transacción económica, aunque eso sí, reconoció que era algo más complicado demostrar que Wellington también participaba en ella, pues no portaba droga ni los agentes le pillaron con dinero o su cartera en la mano, como al resto.
Argumentos de la defensa
La defensa de tres de los cuatro acusados, que pidió la libre absolución, alegó que en todo momento éstos se encontraban simplemente jugando al billar en el local, que más que un locutorio “era una especie de centro sociocultural de esparcimiento”.
En otro de las fundamentos en que se basó la defensa, se aseguró que tres de los detenidos -los que supuestamente aguardaban la llegada de Hiuber- tenían encima “sólo” 585, 800 y 780 euros por cabeza, cuando el valor de toda la droga intervenida fue tasado por encima de los 8.000 euros.
El abogado de Wellington recordó que su cliente había reconocido los hechos que se le imputaban desde un principio, por lo que adujo tal eximente buscando una posible rebaja en la sentencia condenatoria.
El caso quedó visto para sentencia y está previsto que la Sección Primera de la Audiencia Provincial de las Palmas se pronuncie en el plazo de unos 15 ó 20 días.