El Cabildo de Lanzarote, junto con el Ayuntamiento de San Bartolomé, entregó este miércoles el reconocimiento por su trayectoria profesional vinculada a la agricultura a Marcial Acosta 'Chalín'. De este modo se ha cumplido el compromiso adquirido por el consejero de Agricultura y Promoción Económica, Francisco Fabelo, de llevarle en persona este presente a su domicilio después de que el homenajeado no pudiera asistir el pasado domingo al acto que tuvo lugar en el marco del Festival Enogastronómico. Sí se pudo aquel día, no obstante, hacer entrega de los obsequios a Luciano Socas, igualmente premiado por su vínculo durante muchos años con el campo lanzaroteño.
Así, Fabelo entregó a Marcial Acosta 'Chalín' una serie de regalos en reconocimiento a sus muchos años de dedicación al sector agrario. Acompañado de su mujer, Carmen Morales, y visiblemente emocionado, también recibió 'Chalín' -como todo el mundo le conoce y así le gusta que le llamen- una serie de obsequios de manos de la alcaldesa de San Bartolomé, Dolores Corujo; y de la teniente de alcalde de este municipio, Carmen González.
Cabe recordar que el pasado domingo Luciano Socas también estuvo acompañado en el homenaje por su esposa, Lucía Curbelo, así como por otros miembros de su familia.
Le llamaban 'Chalín' para distinguirlo de su padre, también Marcial Acosta, y este nombre se remonta aún más atrás en su familia, igual que su vinculación a la agricultura de Lanzarote. Él y su negocio han sido el eslabón necesario entre el agricultor y el mercado, porque 'Chalín' vendía y exportaba todo lo que daba el campo. Aunque la suya ha sido una labor bidireccional, ya que también traía semillas, plantones, fertilizantes y cuanto necesitara el agricultor. Lo hacía y lo sigue haciendo. Ahora, jubilado y arrimado a los setenta, no despega la vista de su negocio, que llevan sus hijos pero que ha sido y es toda su vida.
Un caso similar es el de Luciano Socas. Un tarbajador incansable, que de joven descargaba contenedores enteros él solo y a los 80 años aún cargaba sacos a sus espaldas. Dedicado a la distribución y venta de guano y otros fertilizantes para el campo, trabajó con varios socios y diversificó su mercancía pero sin alejarse nunca en demasía de la agricultura. Hasta hace sólo cuatro años ha mantenido un alto nivel de actividad para su edad, -90 años- y ahora son sus hijos los que llevan el negocio pero, como 'Chalín', él aporta su sabiduría y experiencia.
