La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias reconoce que no habrá un incremento extraordinario de plantilla ni presupuestario, para dotar a los centros de más recursos que les facilite la aplicación de los protocolos de actuación ante la gripe A/H1N1 previstos en la guía que la propia administración ha facilitado a los equipos directivos.
La directora general de Ordenación e Innovación Educativa, Victoria González Ares, en una rueda de prensa celebrada este viernes en la capital grancanaria, afirmó que la guía elaborada por los técnicos de la Consejería “se aplicará en cada centro según sus características propias”. Por ello, “consejos” como la elaboración de tareas educativas para los escolares que deban permanecer en sus casas, o el envío de la comida si son usuarios del comedor, se aplicarán en cada colegio “según sus recursos disponibles”, ya que “no va a haber un incremento extraordinario de plantillas ni de presupuesto”, insistió.
Desde la Consejería de Educación han transmitido a los equipos directivos en las diferentes reuniones que han mantenido los últimos días, que de lo que se trata es de “racionalizar y distribuir bien” los recursos ya existentes en los centros. Para ello, y una vez recibida la guía, cada colegio debe elaborar su propio plan en coordinación con todos los miembros del Consejo Escolar, y tenerlo ultimado a finales de septiembre.
En el caso de los docentes que se contagien del virus H1N1, la Consejería les aconseja que acudan cuanto antes al médico y si este les expide la baja laboral, “a partir de ese momento se inicia la maquinaria habitual de nombramiento de un sustituto”. González Ares advirtió que “una gripe dura ocho días” y por lo tanto, “preveemos que pueda haber un pico de incidencia alto, como ocurre cada año con la gripe estacional, pero no creemos que paralice el sistema”.
Educación deja en manos de las autoridades sanitarias la posibilidad de cerrar un centro educativo en Canarias. Los colegios irán informando puntualmente de la incidencia del virus en la comunidad escolar, y será Sanidad “quien determine si tenemos un problema grave en un centro que obligue su cierre”. Cada caso se estudiará de “manera individualizada”, añadió la directora general, por lo que “en principio no vamos a cerrar centros educativos”.
Docentes embarazadas y alumnos con enfermedades crónicas
Cuestiones como si deben incorporarse a clase las docentes embarazadas y los alumnos con enfermedades crónicos, será la Consejería de Sanidad en coordinación con el Ministerio quien lo determine. Desde Educación insisten en que “esto no es un problema educativo, sino sanitario, y por ello, no nos vamos a desmarcar ni un paso de lo que diga el Ministerio”.
El uso generalizado o no de la mascarilla de papel en los centros, es una cuestión que también tendrá que decidir la administración sanitaria, porque, según explicó González Ares, “por ahora parece que sí puede proporcionar un efecto placebo, pero no elimina del todo la posibilidad de contagio”.
Siguiendo las recomendaciones de los Ministerios de Sanidad y Educación, la Consejería sí ha trasladado a los equipos directivos las posibilidades de aplicar la pedagogía sobre la pandemia. “Desde los colegios se puede llegar de una manera muy fácil a las familias, y por ello, es necesario que se impliquen en enseñar todos los aspectos preventivos relacionados con esta enfermedad”.
La guía de orientación para los centros editada por la Consejería se divide en tres apartados. El primero se centra en las medidas de manejo de casos individuales, donde, ante la aparición de los síntomas de la gripe se llevará a los alumnos a un aula con la compañía de un adulto, mientras se contacta con las familias.
El segundo se centra en las medidas de intervención en el caso de mantener el centro abierto con presencia reducida de alumnado. Las direcciones territoriales de Educación en las dos provincias serán los órganos competentes para contactar con las autoridades sanitarias, cuando haya un incremento importante en el número de casos detectados en los centros y los únicos que podrán determinar si es conveniente reducir el número de alumnado en las aulas.
El tercer y último protocolo hace referencia a las medidas de intervención en el caso de mantener el centro abierto sin presencia del alumnado. En todos estos casos, se pondrán en marcha los dispositivos previstos en el Plan de Actuación de los centros para garantizar la educación a distancia del alumnado mientras esté ausente.