Antonio, el padre de José Carlos Hernández muestra la foto de su difunto hijo.
El joven homicida circulaba bajo los efectos de la cocaína y el alcohol cuando propició las dos muertes. Además, según la Policía, conducía sin carné ni seguro obligatorio
Antonio y María Hernández, padres de uno de los jóvenes fallecidos, piden justicia: “Si hubiera estado en prisión preventiva desde la muerte de José Carlos no habría matado a otro joven. Es increíble que todavía esté en la calle”
Los familiares del joven de 20 años fallecido claman justicia.
Ya han pasado casi dos años desde el día en que Pedro Yeray Méndez, un joven lanzaroteño de 25 años, iba conduciendo temerariamente, sin carné ni seguro obligatorio, bajo el efecto del alcohol y sustancias estupefacientes, y hasta en dos ocasiones protagonizó sendos accidentes mortales que le costaron la vida a dos jóvenes de 20 años en la Isla. Este conductor homicida, como ya le han calificado los tribunales de justicia, sigue en libertad y conduciendo.
FOTOS: DORY HERNÁNDEZ
Este martes el Juzgado de lo Penal Número 6 de Arrecife suspendió, por la ausencia de los policías locales que intervinieron en el atestado, la vista oral por el juicio en el que este ‘elemento' está acusado de su segundo delito de homicidio imprudente. El pasado 5 de abril de 2006 este joven conducía un turismo en el que también viajaban otros dos jóvenes a los que había recogido en la discoteca Tropical de Puerto del Carmen. De madrugada y volviendo hacia Arrecife, se salió de la vía en el turismo que conducía y colisionó contra una palmera. Empotró un Citroen de color blanco contra una palmera en Puerto del Carmen, a la altura del hotel Jameos Playa.
El acusado, que conducía el turismo, no sufrió heridas graves, pero al ocupante del asiento trasero le quedaron secuelas mentales y, lo más grave, al joven que iba de copiloto aquel siniestro le costó la vida. José Carlos Hernández Hernández, de tan sólo 20 años, fallecía en el acto tras una imprudencia de Pedro Yeray Méndez.
En este caso la abogada de la familia solicita una pena de 4 años de prisión, mientras que el fiscal pide una condena de 3 años de cárcel. Los familiares de la víctima, eso sí, ya han sido al menos indemnizados económicamente.
La historia se repite
Pero ahí no queda la cosa. Tras la instrucción de las pertinentes diligencias policiales, y mientras se preparaban las judiciales en el Juzgado de Instrucción de Primera Instancia e Instrucción Número 5 de Arrecife, cinco meses después, en concreto el pasado 19 de septiembre de 2006, el mismo joven protagonizaba otro nuevo accidente que le costaría también la vida al joven Ytamar, también de 21 años.
En aquella ocasión, según el Juzgado de lo Penal, Pedro Yeray Méndez iba haciendo trompos por la zona de Puerto Naos, en Arrecife, y terminó volcando el turismo en el que ambos viajaban, provocando otro siniestro mortal que le costó la vida al chico que también viajaba en ese momento como copiloto. Ese día, según el atestado policial y las diligencias judiciales, el acusado también iba conduciendo bajo los efectos de las drogas y el alcohol. Por supuesto, tampoco estaba en posesión del carné de conducir ni del seguro obligatorio.
El varón que se encontraba en peor estado, el joven de 21 años, falleció a causa del traumatismo craneoencefálico severo que sufrió en el violento vuelco. Tras ser trasladado por una ambulancia medicalizada del Servicio de Urgencias Canario (SUC) al Hospital General de Lanzarote, donde ingresó en estado crítico, el joven falleció.
Se trataba de la segunda víctima que se cobraba el mismo conductor. Por aquellas fechas, y como consecuencia de dicho siniestro, Puertos y el Ayuntamiento de Arrecife anunciaban que controlarían más las carreras en la zona a través de nuevas cámaras de tráfico.
Esta segunda causa fue instruida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 5 de Arrecife. Sorprendentemente, esta última causa ha visto su resolución antes que la instruida por el anterior accidente, y hace pocos meses la Justicia condenaba a Pedro Yeray Méndez a dos años y medio de prisión por un homicidio imprudente. La condena, sin embargo, todavía no ha sido ejecutada porque la defensa del procesado ha presentado diversos recursos que aún están estudiándose.
Los familiares de Pedro Yeray Méndez trataron de camuflar al acusado a la salida de los juzgados.
Según los escritos del fiscal, el acusado cuenta con un amplio expediente delictivo y tiene también varias causas pendientes por delitos contra la salud pública. “En cierta ocasión, fue detenido con 70 kilos de hachís que guardaba bajo su cama”, señalaron.
Argumentos de la defensa
Interpelados a la salida de los juzgados, ni el acusado, ni su abogada ni sus familiares quisieron hacer ningún tipo de declaraciones. Este diario ha podido saber que la madre y la suegra del acusado presentaron sendas denuncias, una vez que se registraron los dos accidentes mortales, por sendas sustracciones de vehículos. Con ello, según fuentes judiciales, la defensa trata de rebajar la condena con la circunstancia atenuante que pueda demostrar cierto desequilibrio mental por parte del acusado, que supuestamente, y según estas denuncias que ya han sido desmontadas, habría robado ambos turismos con los que sufrió ambos accidentes a su madre y a su suegra.
“Contradicciones de la justicia”
Este martes los familiares de José Carlos Hernández Hernández clamaban justicia a las puertas del Palacio de Arrecife. “Lo único que pedimos es que una persona que ya ha provocado la muerte de dos jóvenes inocentes no esté por ahí conduciendo a lo loco como todavía sigue haciéndolo”, explicó el padre de José Carlos, Antonio Hernández.
Así quedó el vehículo en el que falleció José Carlos Hernández Hernández el 5 de abril de 2006, tras el accidente en Puerto del Carmen.
Acompañado de su otro hijo y de diversos familiares, Antonio y María Hernández, padres de la primera víctima que se cobró la imprudencia del acusado, reiteran que “a nuestro hijo ya nadie nos lo va a devolver”, y sostienen que “si hubiera estado en prisión preventiva desde la muerte de José Carlos, no habría matado a los cinco meses a otro joven”. Para la familia, “es increíble que todavía esté en la calle, que haya estado tan sólo un mes y medio en la cárcel y que saliera bajo fianza, y que a luego otros tengan que pasar por Tahíche por mucho menos”, agregaron. “¿Qué clase de justicia es la que tenemos?”
