Las cosas de palacio suelen ir despacio. En el caso de Lanzarote más despacio de lo habitual, sobre todo si a obra pública se refiere. Es lo que está sucediendo con la obra que se está realizando en estos momentos en el centro de Arrecife y que tiene cerrada y bloqueada dos calles enteras, las Hermanos Zerolo y Juan Negrín.
Los comerciantes, que en el caso de la capital suelen tener más paciencia que el santo Job, no están en contra de que se realice una obra, ni siquiera una tan importante como la que les han vendido las autoridades competentes sobre una supuesta mejora de sus negocios por la inclusión en un gran proyecto de zonas comerciales abiertas.
El caso es que los plazos que les han dicho no se cumplen, y por si fuera poco la obra lleva cerca de una semana parada. La razón que les han dado los responsables de la empresa constructora es que no tienen adoquines suficientes y deben pedirlos a la Península, cuestión que desde luego a ellos no les sirve para justificar el perjuicio que provoca no ya la obra en sí sino los retrasos que se están produciendo. De hecho, algunos de los comerciantes aseguran que pasan los días y están sobrellevando jornada tras jornada con cajas de cero euros.
En esta situación, se han puesto en contacto con el Ayuntamiento de Arrecife, y les han dicho que es una obra del Cabildo. En el Cabildo, que es una obra que ellos financian pero que deben supervisar desde el Ayuntamiento. Entre unos y otros la casa sin barrer y la obra sin terminar.
Josué Cedrés, comerciante afectado por las obras, dijo en el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio – Cadena Cope que llevan días con los trabajos parados por la falta de adoquines y que parece que la espera va para largo. “Tenemos un acceso por la acera y después de pelear mucho me han abierto un huequito por la entrada de la tienda porque antes estaba cerrado y desde el principio de la obra se ha notado el descenso de las ventas”, explicó y lamentó hay días que tienen cajas de cero euros. Aseguró que en el Ayuntamiento le dicen que ellos no tienen nada que ver y que es responsabilidad del Cabildo de Lanzarote y criticó que la alcaldesa no haya dado la cara y que se tiren la pelota mutuamente.
El Cabildo es quien lleva el proyecto de zonas comerciales abiertas, impulsado por la Unión Europea y son ellos los encargados de la ejecución, aunque según contó Cedrés nadie de la Institución le ha querido dar una explicación. Contó que “estamos casi todos afectados porque en mi acera somos dos y ahora ven los demás que también van a tener problemas”.
