jueves. 28.03.2024

La extrema izquierda y el independentismo radical, según una primera impresión de los analistas policiales consultados por COPE, hacen pinza en torno al rapero condenado Pablo Hasél para incendiar la calle con el apoyo y el aliento de Podemos, un partido de Gobierno. Este nuevo escenario causa estupefacción y desconcierto entre los operativos policiales que se enfrentan a los vándalo, informa el Jefe de Interior de COPE, Juan Baño.

Según cope.es, cuando a las 9:18pm de la noche de este miércoles, 17 de febrero, el dirigente y portavoz parlamentario de Podemos Pablo Echenique aplaudía en Twitter a “los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad en las calles”, agentes de la Unidades de Intervención Policial (UIP) y de los Mossos de Esquadra eran heridos por esos mismos vándalos mientras destrozaban y saqueaban comercios del centro de Madrid o de Barcelona. El mensaje del político corrió como la pólvora entre policías y mandos. No daban crédito a lo que estaban leyendo.

Mónica Gracia, secretaria general del Sindicato Unificado de Policia (SUO), califica la actitud del dirigente podemita de “escandalosa”. Pide al ministro del Interior que “exija una rectificación del señor Echenque y una defensa cerrada del trabajo de las UIP y las Unidades de Protección y Reacción (UPR) en toda España”. 35 agentes de estas unidades especializadas en orden público resultaron anoche heridos durante los enfrentamientos con los violentos en el centro de Madrid.

La rectificación de Echenique no ha sido tal. En un nuevo comentario denuncia con un vídeo las cargas policiales y responde con socarronería: “Tengo a toda la (ultra) derecha política y mediática de Plaza de Colón alborotada con mi tuit”. Por su parte, el Ministerio del Interior muestra en un mensaje por la misma red social “nuestro reconocimiento a la labor de la Policía y del resto de Fuerzas y Cuerpos de seguridad que garantizan la seguridad de todos frente a los altercados provocados por una minoría de violentos. Deseamos la pronta recuperación de los agentes que resultaron heridos.”

Pablo Perez, portavoz del Sindicato JUPOL, anuncia que han puesto en manos de su equipo jurídico "las declaraciones del dirigente de Podemos por si pudieran constituir algún tipo de delito”. Un comunicado de esta organización califica el mensaje de apoyo “a los terroristas callejeros” de “inadmisible” y propio de “de un representante político absolutamente desnortado”.

Desde el sindicato de los Mossos Sap-Cepol, Inmaculada Vives pide más medios y personal para evitar el cuerpo a cuerpo con los manifestantes, al tiempo que exige “por parte de toda la clase política en bloque una condena firme y rotunda de cualquier tipo de violencia” Mensajes que no casan con el aliento que reciben los más violentos por parte de quienes dicen defender la libertad de expresión. Precisamente, el rapero Hasel ha sido condenado por incitar con sus mensaje a comportamientos y actos vandálicos como los que ahora protagonizan en las calles de Cataluña y del resto de España sus defensores. Ni más ni menos.

“MUCHO NIÑATO VIOLENTO"

Los primeros análisis policiales coinciden en destacar la confluencia de elementos de la extrema izquierda con el radicalismo independentista. Todo ello, al amparo de movimientos estudiantiles revolucionarios, como ocurre en Lleida o Valencia. En Girona se detectó la noche del martes “muchos estudiante de 16 años, anarquistas y un grupo muy radical que al parecer no eran de aquí por su extraordinaria agresividad y organización”, nos dice un mosso que los combatió en la calle.

En las movilizaciones se ha detectado, según fuentes de los mossos, facciones mas violentas de la CUP, como los de endavant, CDR, antisistema, anarquistas... “Los mismos perros con diferentes collares”, nos apuntan. “Siempre los vemos en los mismos fregados, en todas las manifestaciones que convoca la izquierda más radical y/o separatista”. Inlcuso en muchas ocasiones reunidos en torno a plataformas que sobreviven gracias a las subvenciones municipales en los ayuntamientos catalanes.

Tras los incidentes de la noche del miércoles en Madrid se ha podido confirmar, según fuentes policiales, que estamos ante un mismo perfil de vandalismo y de violentos: jóvenes de entre 16 y 25 años, de una gran agresividad y con una planificación idéntica. “Mucho niñato violento”, dice un agente.“Incluso algunos de ellos portan una piqueta para levantar adoquines de la calle y lanzarlos contra los policías”, apunta Pablo Pérez. Las técnicas de guerrilla urbana que aprenden de Internet y en el día a día.

Los medios policiales consultados entienden que se ha cruzado una línea roja: “Mensajes que instigan a quienes ejercen la violencia no pueden tener cabida en nuestro sistema democrático”, escribe el SUP en un comunicado en el que “exige una rectificación al Gobierno y una rotunda condena de la violencia”. Algunos agentes, especialmente los destinados en áreas sensibles como Información u orden público, admiten que muchos empiezan a sentir una especie de “síndrome del mosso”: la sensación de que aquellos a los que combaten, incluso poniendo en riesgo su propia vida, tienen el respaldo y la simpatía de una parte del gobierno que les ordena ir a combatirlos. “Esto ahora es un campo minado. Nunca sabes quién está contigo y a quién tienes enfrente”, confiesa un mando intermedio en áreas de Información.

Estupefacción en la Policía por el respaldo a los violentos de una parte del Gobierno
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